El creciente uso de los s铆mbolos norteamericanos en el panorama actual atrae la mirada de soci贸logos, fil贸logos, historiadores e intelectuales y conduce a un pol茅mico debate sobre la pertinencia o no de llevarlos como aditamentos, prendas de vestir, suvenires; cuando el tema nos conduce a un camino m谩s complejo que el de la propia necesidad econ贸mica y estado de bienestar, para llegar a otros m谩s escabrosos como la guerra simb贸lica y cultural contra nuestro sistema socialista.
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El Pabell贸n Cuba acogi贸 en una de sus salas el espacio Dialogar, dialogar en el que se dio visibilidad a estas controvertidas opiniones y su influencia en el entorno cultural, econ贸mico, pol铆tico y social cubanos, con la proyecci贸n de uno de los cap铆tulos de la serie televisiva Donde basta con una, coordinada por Fernando Arias del Secretariado Provincial de la Uni贸n de Historiadores.
El punto de partida para ilustrar las consecuencias m谩s inmediatas del asedio cultural de la potencia estadounidense, fue el an谩lisis de la Historia de Cuba desde la gestaci贸n de nuestras guerras independentistas y el proceder del pueblo ante cada maniobra imperialista, ilustrada de cinismo e intereses de anexi贸n.
鈥淭odo esto tiene como lectura la guerra cultural entre el capitalismo y el socialismo en Cuba, apartir del momento en que nuestro socialismo es vetado por elementos propios del capitalismo que hay en nuestro pa铆s. Esto conlleva incluso a una deformaci贸n espiritual de las personas a trav茅s de la manipulaci贸n y trae una ofensiva m谩s simb贸lica que militar donde se coloca la idea de que otro tipo de modelo socialista es m谩s viable, con un bienestar social mejor que el existente鈥, signific贸 Pedro Garc铆a-Espinosa Carrasco, especialista en Comunicaci贸n Pol铆tica.
La identificaci贸n con el estandarte estadounidense ha subido los 谩nimos a partir del restablecimiento de las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, pero la penetraci贸n cultural parte de un fen贸meno anta帽o que es la preferencia por el cine de Hollywood, la Coca cola y las Malcdonas que han acentuado, adem谩s, el sentido de pertenencia, identidad y el ideal del sue帽o americano.
Mar铆a Teresa Viera, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud se refiri贸 a la necesidad de fomentar la cultura pol铆tica para derribar las brechas que a煤n existen en el trabajo pol铆tico e ideol贸gico de los j贸venes y poblaci贸n en general.
鈥淟a identificaci贸n con los s铆mbolos de manera general no es una problem谩tica inherente 煤nicamente a la poblaci贸n joven. Las personas que nos hacen una guerra no leg铆tima trabajan teniendo en cuenta la caracter铆stica personol贸gicas del ciudadano de ser tendiente al uso de los s铆mbolos, trabajando las debilidades que quiz谩s nosotros no hemos conducido adecuadamente鈥.
Por su parte, Luis Toledo Sande, Doctor en Ciencias Filol贸gicas agreg贸: 鈥淟o que est谩 en juego es demasiado serio y grande para permitirnos ingenuidades y desprevenciones (鈥) A esos hechos, probablemente hayan contribuido junto con la indolencia y la indisciplina social, con torpes caminos en la educaci贸n, con incultura y con cierto pensamiento m谩s pragm谩tico y desmodulado que cosmopolita, lo dif铆cil y caro que ha venido resultando adquirir una bandera nacional en forma. Pero por muy importante que los s铆mbolos sean (y lo son) lo m谩s grave radica en los peligros que asedian a las realidades representadas por ellos鈥.
驴Acaso alguno de nosotros ha preguntado los motivos que conducen a estas personas a portar el estandarte estadounidense? 驴Ser谩 adecuada la prohibici贸n de su uso? 驴Qu茅 sucede con la comercializaci贸n de nuestros s铆mbolos y atributos nacionales? 驴Es un fen贸meno inherente al sector cuentapropista?
Las interrogantes sobrevuelan como salva de escopeta, haciendo hincapi茅 en la importancia de la ense帽anza como pilar esencial para mostrar nuestros valores humanos universales.
Si de s铆mbolos se trata el camino a transitar sigue siendo escurridizo; se hace menester continuar polemizando para llegar al consenso y potenciar el amor por las insignias de nuestra naci贸n.
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