Lezama, supongo que si en algún lugar del más allá, o más acá, o sabe Dios donde habitan los espíritus, los rebeldes, los inmensos, le dicen que aquí en esta tierra hay un nuevo Lezama, seguro me examina así, como él lo hacía, con la cabeza baja y las pupilas apuntando en lo alto, taladrando al de enfrente con un brillo filoso en la mirada.
Pero no se quedan las cosas allí maestro, este Lezama de ahora no es de Centro Habana, ni siquiera de la capital, es un poeta del «profundo Oriente», vive en el histórico municipio de Contramaestre. Entonces el autor de Paradiso puede que hasta se saque las manos de los bolsillos del ancho pantalón y levante el dedo en tono de «no estoy para bromas». No es broma maestro hay más –no lo va a creer el genio, seguro que esta vez sí que nos lanza por la cabeza una de sus famosas ironías, pero que se le va a hacer, la verdad es la verdad– este nuevo Lezama, es médico, y se especializa en ginecología.
Ernesto Andrés de la Fe Fonseca es un joven oriental, ya sabemos el lugar exacto, es médico y verdad hace poesía, buena poesía por demás, sus compañeros una vez le dijeron medio en broma, medio en serio Lezama, y se le quedó el costoso alias, tanto así que ahora resulta que nadie conoce a Ernesto Andrés, ni siquiera los muchachos de la facultad de medicina o de la Asociación Hermanos Saíz, a la cual pertenece, es Lezama y no será el otro, el de la redacción intrincada, el de los ojos que miran como si te atravesaran, pero este es bueno, sensible, anda cargando versos en el mismo maletín que carga los libros de medicina, no habrá escrito aún su Paradiso pero ya lo hará, seguro que lo hará.
¿Por qué «Lezama»?
Soy escritor, hago poesía, bueno eso creo, la cosa comenzó con los amigos, yo leía mis poemas y a uno se le fue eso de decirme Lezama, y se quedó, tanto que ahora nadie me dice mi nombre.
Pero para un joven escritor ese es un nombre que pesa mucho, ¿cómo haces para cargar con él?
Mira yo no me creo Lezama, soy solo un joven que comenzó a escribir sobre los 16 años y me tomé la cosa en serio, fui madurando un poco, al principio hacía textos muy ingenuos así comenzamos, luego con el tiempo, la lectura, el estudio, el mucho escribir se me fue haciendo mejor jugar con las palabras, con el lenguaje, con las imágenes, construir símbolos, que son las herramientas de la poesía. Siempre digo que no escribo por inspiración sino por «expiración» la poesía es eso expiración, soltar en unos versos todo lo que uno tiene entre pecho y espalda. Lo sueltas sobre todo para salvarse uno mismo. El poeta escribe más para sí mismo que para el público que te va a leer. La publicación viene después viene con los libros, con el trayecto y la consolidación como escritor, pero todo parte de la necesidad de expresarse, de comunicarse, la necesidad de gritar las palabras que nos arden en la cabeza.
¿Qué tienes que gritar?
La vida cotidiana, el día a día, mi vida, la de mi generación, cómo veo a mis compañeros, la vida dentro de una isla. Todos los poetas que vivimos en una isla como decía Virgilio Piñeira tenemos agua por todas partes y estamos tratando de bogar, eso nos marca en la construcción de la obra poética. Te llenas de símbolos y con esos símbolos reflejo los desafíos de mi generación.
¿Cuáles son esos desafíos?
Mi generación no tiene historia todavía, está necesitada de hacerla y eso es un proceso bien duro, hacer la historia, su propia historia. Para ello necesita, entre otras cosas, de la cultura, del arte, de la literatura, la poesía con su carga de símbolos. La cultura nuestra, esa que nos provee de los estandartes donde se refleja la historia profunda de Cuba. A ese lugar debemos ir y tocar las venas de nuestras raíces. Me asusta ver a los jóvenes de mi generación que se están alejando de la Patria, no la geográfica, de la Patria espiritual.
En un poema que escribí hablo de la «Matria», «Matria y Patria dos porciones indistintas». Tienes que verlas como una unidad, hay que convertirlas en una sola. La Matria es el sentimiento que profesas por la Patria que tú quieres, aunque esté en otra dimensión, aunque sea una utopía, aunque la construyas con sueños, pero que esa Patria sea de todos y sobre todo se construya con nuestras raíces, así de un modo natural.
No tengo desafíos propios, no creo en ellos, creo más bien en desafíos de todos, en lo individual uno debe servir, hacer la obra sin esperar reconocimiento alguno. Mi meta está en llegar a las profundidades de este tiempo que me toca vivir, desde mis raíces y con ellos ser consecuente para ser mejor ser humano, no aislado sino en mi sociedad que es mi Patria más patriota y matriota.
¿No te parece que estamos, como sociedad, necesitados de jóvenes con los intereses espirituales que tienes tú y al mismo tiempo que lo sepan expresar?
Se necesitan muchas voces en mi generación, mi generación debe dejar un poco lo que le distrae, le pierde, y repensar mejor la vida que queremos, los procesos sociales que queremos y tener una voz crítica dentro de todos esos procesos y aportar en su construcción porque es el destino de todos en este país, en esta sociedad que queremos construir.
¿Qué ha significado la Asociación Hermanos Saíz (AHS) para ti?
Es mi organización, nos ha dado la posibilidad a los jóvenes creadores de hacer visible nuestra obra. Están por ejemplo los Premios Calendarios –por cierto hay que promoverlos más. La AHS tiene un sistema de becas importantes para ayudar a los jóvenes a dedicarse a su obra. Mira cuando se hable en el futuro de la cultura cubana hay que hablar obligatoriamente de la AHS. Muchos de los artistas consagrados pasaron por la organización, se formaron en la organización. Aunque está por toda Cuba, todavía la AHS tendría que proponerse ir más a la Cuba profunda, en lo geográfico, en lo espiritual, en lo histórico, en lo cultural. Eso nos toca como creadores, buscar más las esencias de la Patria y de la Matria, ir a nuestras tradiciones porque de ellas nacimos, ellas son nuestros asideros y desde allí salir entonces a cambiar nuestra realidad.
¿Uno de los retos más serios en la sociedad actual es que los jóvenes no leen, qué crees debemos hacer?
Ya tu vez, yo creo que ahora se lee más que antes, pero no hay una orientación sobre lo que se lee. Hay más información disponible, pero lo que no hay es una educación hacia la literatura hacia las obras valiosas, importantes.
En esta época de tanta tecnología disponemos de recursos insospechados, en un tablet podemos tener cinco mil volúmenes. Te imaginas lo que son cinco mil volúmenes, antes era impensable disponer de cinco mil volúmenes si tener un edificio y no pequeño. Hoy eso cabe en un tablet, pero los que usan el tablet lo usan para leer cosas que no son enriquecedoras, lo usan para búsquedas rápidas de información, en la Wikipedia por ejemplo, información concentrada, rápida superficial, y allí lo dejan todo, en la superficie, en lo fácil, en la información rápida que ha sustituido al conocimiento real. Las editoriales tienen que estimular una literatura que enamore a los jóvenes y hacer con los clásicos ediciones capaces de estimular a los jóvenes. Yo sigo adorando los libros, el olor entrañable del libro. Pero las nuevas tectologías son fabulosas. Las editoriales tienen que seguir insistiendo en obras capaces de seducir a los jóvenes, de llevarlos a aprender y a aprehender conocimiento y cultura, más allá de la información concentrada, rápida superficial.
¿Cuáles son tus paradigmas en la literatura y en lo histórico social, lo científico?
Todos tenemos influencias de los que leemos y nos marcan, pero es importante partir de ellos para encontrar tu propio estilo, tu propia identidad, qué es lo que quiero decir y cómo lo quiero decir. En la literatura Ángel Escobar, Virgilio Piñeira, Lezama Lima, Roberto Manzano. En lo científico tengo como paradigma a mis profesores de la Universidad de Santiago, el Dr. Roca por ejemplo, que es autor de libros de Medicina Interna que usamos en Cuba, todos esos profesores que han sido los paradigmas de muchas generaciones de médicos, fueron profesores de mis padres y la verdad yo quisiera ser un profesional como lo son ellos. En lo histórico Fidel Castro, Nelson Mandela, Salvador Allende, Hugo Chávez, Martí, Luisito y Sergio Saíz.
En tu proyecto personal ¿cómo sientes la influencia del pensamiento de Fidel?
Siempre pienso que la obra de Fidel deberíamos estudiarla más, de aprender a leer lo que él nos dice en sus símbolos, en sus mensajes, lo que nos dicen entre líneas, lo que nos ha estado diciendo siempre. Tenemos que ir más a sus discursos, a su pensamiento a sus reflexiones y a su obra, entenderla en el contexto histórico que ocurre. Hay que aprender mucho de Fidel, y actuar en consecuencia, procurar ser de alguna manera un soñador y un creador como ha sido él.
Ya ve maestro, quien se lo iba a decir, a mí me parece fabuloso eso de que ese profesional, quien atiende a la madre y la ayuda en el momento de dar a la luz hijos, ese que recibe a los chiquillos cuando asoman la cabeza a este complicado mundo, sea un tipo capaz de hacer poesía. Yo no sé usted qué piensa pero éste sería un lugar mejor si todo el que nos da la bienvenida a la tierra, además de ser un buen médico, sea poeta y mejor si además le dicen Lezama.
Poemas de Ernesto Andrés de la Fe Fonseca (Lezama)
VIBRACIONES
A la derecha del cadáver
se modifica el mármol
que no cubrirá otro camposanto.
No hay descanso después de las espinas
y el constante cosquilleo
Una vibración de buena intensidad
se superponen en sus límites
Mayo fluye
La condición del cuerpo divide los aguaceros
El cadáver sobre la tierra
vibra en porciones indistintas
Matria y Patria.
Pongo el cuerpo sobre el suelo
otros tantos se unen en silencio
la maleza y el marabú de los campos de Oriente
carcomen los movimientos.
Remanganaguas ha quedado a la izquierda
es un paso ciego de arremolinadas perturbaciones
Sobre el pecho del cadáver resisto los aguaceros
Pongo el oído en el suelo
La gran arteria
no deja de latir
El GRAN SALTO
A los millones de gorriones
que cayeron sobre el suelo de China
La primera gran orden del primer gran líder
es salir a los parques y tocar grandes cacerolas
Ellos sabrán cuando detener las alas
Un país no se mide por la diversidad de sus pájaros
Eran frágiles gorriones y no entendieron
que la revolución
va más allá de un montón de plumas cubriendo el suelo
No les estaba permitido posar
Simples pájaros que no se adaptaron
Así son las guerras modernas
se escucha millones de personas
todos vienen y pelean contra los gorriones
mientras las tristes alas no dejan de batir
Eso tal vez quedó en el olvido
La memoria de los pájaros (por suerte)
no surte efecto a largo plazo
Así terminan las grandes guerras
Cuando comienzan a morir gorriones.
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