El Festival Internacional de PoesÃa de La Habana se me descubre por primera vez a través de un proyecto de fotografÃa merecedor de la beca El Reino de este mundo (2016) otorgada por la Asociación Hermanos SaÃz (AHS). Y esto no debe causar extrañeza, pues la relación entre ambas manifestaciones resulta muy estrecha, ya que como me dijera recientemente un amigo escritor, la poesÃa al igual que las artes visuales utiliza las imágenes como lenguaje.
La muestra reúne instantáneas de diez jóvenes poetizas contemporáneas, las cuales son acompañadas por sus propios textos, en la búsqueda quizás de una decodificación mas orgánica de la personalidad de cada una de las modelos. Las fotografÃas intentan representar el mundo interior de estas autoras, a la misma vez que navegar desde el retrato por las particularidades de sus inquietudes. Una empresa inmensa para quien pretende atrapar la tan añorada y manoseada «alma del poeta».
Laura Domingo, Elizabeth Reinosa, Naty Gabriela González, Jamila Medina, Katherine Bisquet, Yanelys Encinosa, Ketty Blanco, Elaine Vilar, Yessica Arteaga y Zurisaday Gómez Torres son las representadas dentro del conjunto fotográfico el cual mueve sus escenarios por interiores y exteriores, dándole siempre protagonismo al rostro que diseña una actitud, al cuerpo que revela una gestualidad individual, particular. Y el hecho que una de las fotografiadas, Zurisaday Gómez, sea la propia autora del proyecto, le otorga un valor agregado al asunto, pues esto permite observar como una poeta percibe a sus colegas, como lee sus desencuentros, como infiere sus inseguridades, certezas y pasiones. Creo que Zurisaday busca apropiarse de esos poemas/espÃritus para respirar su sabia, para proporcionarle una fisonomÃa al gremio femenino amigo que la acompaña en ese desandar por historias que es la vida literaria.
La poetisa convertida en fotógrafa, calcula a través de las imágenes colocadas en la pequeña salita de la Casa de la PoesÃa y desde un encuentro con las escritoras, el ritmo de su tiempo.[1] El resultado de ambas acciones, es un diálogo con lo que se produce en la actualidad y una develación de nuestros poetas.
Aunque Luces atrave(r)sadas, frase que da tÃtulo a la muestra, a ratos resulta un tanto kitsch, lo que la salva es su pretensión austera de ser una proyección sincera de una poeta no maldita, publicable, que haya en el intercambio con sus iguales, la imagen que la atormenta.
[1] El dÃa del openning, el 24 de mayo, se celebró además un recital de poesÃa en la misma sede de la exposición.
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Me parece un proyecto sumamente interesante, todas las artes pueden integrarse en uno solo maravilloso. En la fotografÃa siempre encontramos poesÃa, son hermanas; al mismo tiempo la poesÃa nos regala imágenes. Surge entonces entre ambas un diálogo que el espectador-lector agradece, hay allà arte, ese arte que conmueve, emociona, no deja a nadie indiferente.
Un proyecto hecho desde la proyección de género, donde una representación del sexo femenino se expresa en la imágen verbal que reflejan literalmente las autoras y que, captadas por el lente fotográfico, son declaradas en la articulación desenfadada con la imagen visual, fuerza expresiva capaz de invitar a una decodificación que devela tanto las aptitudes de las autoras, como la capacidad del espectador ante su interpretación. MagnÃfica muestra joven. Felicidades a todas y a la AHS por tan noble reconocimiento a la creación artÃstica.