Juan Piñera: «Tratando de enseñar se aprende»

El Maestro Juan Piñera se siente aprendiz de sus discípulos. Él dice confiar en la juventud creadora pues son los noveles artistas los encargados de preservar nuestra enorme tradición cultural.

Esa confianza en las nuevas generaciones le ha llevado a  poner todo su esfuerzo en el Taller de Composición Carlos Fariñas de la Escuela Nacional de Música. Dicho taller presentó, en la Sala Lecuona del Gran Teatro de La Habana, un emotivo concierto con varias obras compuestas por los jóvenes músicos que lo integran.

Detrás de las afinadas vibraciones del violín y el piano, y detrás de  cada uno de estos talentosos estudiantes, está el arduo trabajo de ese músico excepcional, y Maestro de Juventudes, que es Juan Piñera.

¿Maestro, cuáles son los objetivos fundamentales de este taller? ¿Por qué llamarlo Carlos Fariñas?

Carlos Fariñas fue un compositor cubano que en algún momento dejó de crear para dedicarse a enseñar durante la mayor parte de su tiempo. Te hablo de uno de los compositores más importantes de la música cubana. Carlos Fariñas creó un taller como este en la Escuela Nacional de Música, y ahí surgieron  importantes intérpretes muy reconocidos en la actualidad. Él se dedicó a buscar talentos e impulsarlos hacia adelante.

Desgraciadamente, falleció en el 2002, y yo, que ya había comenzado un taller, decidí que llevara su nombre, y de alguna manera darle continuidad a los objetivos de esa obra que él iniciara.

¿Qué retos considera que tienen los jóvenes músicos y compositores cubanos para realizar un mejor trabajo?

Yo creo que el principal reto que tiene todo artista, y sobre todo un artista joven, es descubrirse, aceptarse y crecer. Entonces, mi deber para con ellos es respetar cada una de sus personalidades, hacer que crezcan, hacerlos entender quiénes son para que defiendan su identidad como creadores, y su identidad como seres sociales. Trabajo con ellos porque deseo ayudarlos en ese proceso, fortaleciendo su sentido de autocreación.

Resulta admirable para muchas personas que un gran Maestro como usted se incline a trabajar junto a las nuevas generaciones y les brinde lo mejor de su experiencia. ¿Por qué apuesta por la juventud?

El placer de enseñar es el mismo que el de aprender. Hoy, tras casi medio siglo de enseñanza, todavía me pregunto quién enseña a quién, y siempre obtengo la misma respuesta. Como escribía hace algunos días, yo me maravillo cada vez que recuerdo aquel primer día frente a mis discípulos, y me percato de que tratando de enseñar se aprende… ¡Y como yo he aprendido! Apuesto por la juventud, por el eterno aprendizaje que ella me proporciona.

Son conocidos los innumerables premios de los que usted ha sido merecedor. ¿Pero, para Juan Piñera, cuál es el mejor de los reconocimientos?

Seguir trabajando, tener la fuerza para seguir trabajando con las mismas ganas y las mismas ilusiones del primer día.

¿Podría comentarme sobre sus proyectos y planes de trabajo?

Yo constantemente estoy inventando, e inventándome cosas, porque esa es mi manera de soñar. Tengo un montón de proyectos creativos, por ejemplo, ahora mismo estoy trabajando con un muchacho DJ que tiene mucho talento. Algunos no entienden su música, pero yo tengo fe en él, y sé que tiene potencial. Como este, son muchos trabajos, pero todos bajo la línea de un proyecto general, que es el de continuar enseñando y creando, y con el principio de nunca, jamás, hacerle daño a alguien.

El Maestro se disculpa y se dirige a otras labores. Los soñadores como él siempre tienen muchas cosas que hacer, y este taller Carlos Fariñas es la culminación de uno de sus sueños. Sin embargo, para algunos de sus alumnos, como Jorge Amado, Jessica Achón y David, es la posibilidad de comenzar a soñar y demostrar el buen estado de la composición musical cubana en el presente, y también en el porvenir, pues según el propio Maestro «esos jóvenes son el futuro, y muchos otros jóvenes, también son el futuro».