Cuando uno cree tenerla bien sujeta, la realidad se da una vuelta y te retuerce las manos. Sin embargo, otra vez la Asociación Hermanos SaÃz  intenta encontrar las costuras de la Isla con la organización de la sexta edición del Encuentro de CrÃtica e Investigación Joven Pensamos Cuba, que se desarrollará en varios espacios de La Habana durante el mes de marzo.
La socióloga Mayra Espina inauguró el evento auspiciado por la AHS de la capital, este viernes seis con la conferencia El contexto cubano actual, en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba. Antes de conducir su exposición hacia la encrucijada de definiciones que tiene lugar ahora, repasó las condiciones en las que se ha investigado a la sociedad, y los aciertos y errores de las estrategias promovidas para llevar adelante un proceso «que arrancó desde el subdesarrollo con un proyecto social potente».
Entre estos errores identifica la centralidad en la toma de decisiones sobre polÃticas universales de acceso a los beneficios de la revolución, «sin instrumentos que las complementen para reconocer la diversidad» en la base. Sostuvo que en la década de los 80 se verificó una «sociologÃa ingenua», que en ocasiones no interpretó en su justa medida los cambios de la sociedad cubana, y en otras no fue escuchada.
Por ejemplo, no se reconoció que si bien los sectores humildes y marginados aumentaron sus oportunidades de participación la brecha social se resistió a desaparecer, algo más evidente cuando en la crisis de los 90 se deterioraron los beneficios de salud y educación. Esto se expresa en una «sobrerrepresentación» en posiciones polÃticas y profesionales ventajosas (calculada atendiendo a la presencia en la población) de blancos, hijos de dirigentes e intelectuales. «La sociologÃa necesita interlocución con actores y decisores polÃticos, sino resulta un ejercicio académico estéril», apuntó.
En estas condiciones Cuba se enfrenta a un momento histórico en el que se producen cambios tanto «desde arriba» (instituciones polÃticas, ideológicas y económicas), como «desde abajo, en el microespacio social». Para Mayra Espina resulta fundamental que la institucionalidad aproveche y articule positivamente las demandas de los ciudadanos, y se analicen las consecuencias en el ámbito social de las medidas económicas. «Hay opciones en los municipios que no se pueden diseñar desde arriba», afirmó.
«No me veo en el papel de dar mensajes», respondió a una invitación del moderador del encuentro. Sin embargo, resaltó el compromiso que espera de la juventud con su realidad y la importancia de armonizar sus «intereses individuales legÃtimos, económicos y profesionales»con el interés de la nación y su proyecto social. «Hay gente que necesita solidaridad», dijo, y antes de dar paso al debate revindicó al «intelectual público», alguien con una «convicción ética de que su obra debe tener impacto en la sociedad, servir, ser útil». Â
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creo que urge instalar y sostener e incrementar los espacios de debates abiertos y profundos asà como alimentar la propia cultura de debate…! en mi opinión los jóvenes miembros de las organizaciones polÃticas etc deberÃan hacer mayor presencia en los debates donde ideas criterios etc opuestos o diferentes pudiesen ser expuestos…
la diversidad de criterio es fundamental para la construcción de una mejor cuba!