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DIALOGAR EN CONMEMORACIÓN DEL X ANIVERSARIO DEL HISTÓRICO DISCURSO DEL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO EN EL AULA MAGNA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA

ESPACIO DIALOGAR, DIALOGAR  EN CONMEMORACIÓN DEL  X ANIVERSARIO DEL HISTÓRICO DISCURSO DEL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO EN EL AULA MAGNA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA.  

ELIER RAMÍREZ.  Les doy la bienvenida a todos a este espacio Dialogar, Dialogar, un espacio de homenaje permanente a Alfredo Guevara, que cumpliría ya ahora en diciembre 90 años, y estábamos reflexionando en diciembre qué podríamos hacer para realizar un Dialogar, Dialogar especial dedicado al pensamiento, a la vida, a la obra de Alfredo.  Quizás terminemos el año con eso.

Pero, bueno, nos convoca hoy un tema que nos parece muy importante.  Estamos casi próximos a celebrar diez años del histórico discurso de Fidel en el Aula Magna;parece que fue el otro día, pero el tiempo ha pasado muy rápido.  Incluso, yo recuerdo que estaba en la FEU en ese momento, en la Universidad de La Habana, en el quinto año de la carrera, y ya prácticamente son diez años.  Y cinco años también de que él se reuniera con los jóvenes, en el 2010, para celebrar el quinto aniversario.  Sin embargo, ese discurso de Fidel en muchos sentidos no pierde actualidad, un discurso que nosotros consideramos que marca de alguna manera un antes y un después en muchos sentidos, y tiene muchas lecturas también en la contemporaneidad, porque tenemos muchas maneras de aproximarnos y también cómo nos puede seguir incentivando, porque Fidel en ese momento también como que fue hacia el futuro, adelantándose.  Por desgracia, en el 2006 fue la enfermedad.  Pero, bueno, es muy interesante además que escogiera ese espacio, el espacio universitario, con jóvenes. No es la primera vez que lo hace, pero nos sorprendimos muchode que Fidel escogiera ese marco con los jóvenes para decir las cosas que dijo.  Incluso, el tiempo después nos permitió reflexionar un poco más sobre sus planteamientos tan profundos, tan importantes para la Revolución, que había hecho Fidel.Es decir, analizó allí los problemas del mundo, como hace prácticamente en casi todas sus intervenciones, pero también una mirada profunda hacia adentro, hacia los problemas internos que enfrentaba y que sigue enfrentando la Revolución.

Y para reflexionar sobre ese tema, hemos invitado a tres distinguidos amigos intelectuales que además de eso tienen trabajos escritos en un dossier que va a salir próximamente en la revista Universidad de La Habana, una revista que está todavía un poco atrasada en la impresión, pero que debe estar para el 17 de noviembre.

En este caso, tenemos a Enrique Ubieta, que también nos ha acompañado en otras oportunidades aquí en Dialogar,Dialogar, filósofo, destacado ensayista, director de la revista La calle del medio; tiene un libro muy importante publicado recientemente que se llama Ser, parecer, tener,que recoger una serie de artículos, de ensayos, que ha venido publicando.  Entonces son temas de mucha actualidad, de nuestra realidad actual y del pensamiento revolucionario, y es un libro que de verdad ha sido muy bueno.  Incluso, él ha tenido la oportunidad de llevarlo a varias universidades y de intercambiar con los jóvenes, y ha sido muy fructífero ese intercambio.

Nos acompaña por primera vez, y ojalá que no sea la última, Emilio Duarte, Doctor en Ciencias Filosóficas, profesor de Teoría Política de la Universidad de La Habana, también compañero entrañable de la Universidad de La Habana.  Y  también, por primera vez, Darío Machado, Licenciado en Ciencias Políticas, Doctor en Ciencias Filosóficas, que seguramente habrán visto algunos de sus trabajos en CubaDebate, en distintos libros también que ha publicado, igual que Emilio Duarte, que tiene también una obra muy prolífera de temas relacionados con la historia, con la política en sentido general.

Les damos la palabra.

ENRIQUE UBIETA.  Yo voy a centrarme un poquito en el discurso,voy a tocar solamente algunos puntos de ese discurso, y también –porque me parece que es esclarecedor– voy a referirme aun texto que apareció posteriormente interpretando ese discurso.  Me parece que en esa conjunción pueden revelarse algunas claves también.

Lo primero, estamos hablando de un hombre que cuando se quedó con doce hombres en la Sierra y con siete fusiles dijo: “¡Ahora sí ganamos la guerra!”; es decir, que el concepto de la derrota no pasaba por su cabeza.  Estamos hablando de ese hombre, pero, además, de la única manera quese puede hacer una revolución como la que se hizo en Cuba erapensando así;  de la única manera en que Martí podía hacer lo que hizo fue pensando así; de la única manera en que lo hizo Céspedes.Ustedes conocen que hay una frase de Céspedes muy parecida a esa también, en un momento determinado en que se queda con doce hombres.  Es decir, en la historia de Cuba eso está presente, y es una constante.  Por tanto, el concepto de derrota no puede estar en la mira cuando uno está construyendo una obra tan gigantesca como esta.  Eso, en primer lugar. 

No quiere decir que se desconozca –ahora vamos para la otra cara del asunto–, es decir, toda obra humana es reversible.  Eso es elemental, sobre todo si estamos partiendo de un hecho: que la teoría de Marx y Engels no lo había previsto, que Lenin la adaptó, pero que estamos construyendo una sociedad que se había concebido para que se construyera desde los países más desarrollados, y se construyera además de manera simultánea en muchos países del mundo.  Sin embargo, en nuestro caso, además, no solo somos un país pobre, no solo un país bloqueado, sin ningún recurso, sino además un país pequeño que se quedó en ese momento absolutamente solo.

Fidel hace un cuento, les hace un cuento a los muchachos. Porque además el discurso es una pieza magistral de oratoria.  Él va llevando el discurso, lo va llevando hasta las preguntas, pero las preguntas no las hace al principio, él va haciendo sucesivas preguntas y las repite, él va haciendo sucesivas preguntas hasta que llega a dar la respuesta.  De todas las preguntas que hace, la única pregunta que es respondida mayoritariamente por el auditorio con un “¡NO!”, es cuando él dice si es posible que la Revolución desaparezca, porque evidentemente es el espíritu que se ha ido sembrando en la gente.

Ahora, él empieza diciendo algo que es casi un comentario jocoso; en algún momento en sus palabras, Fidel empieza a citar en tono filosófico “la posible extinción de la vida humana en un mundo contaminado y sobreexplotado”.  Parece que está hablando de una cosa que no tiene que ver con lo que va a plantear; pero dice: “¿No se lo han preguntado?  ¿Nunca se lo han preguntado?  Pues en algún momento se lo van a preguntar, porque uno se pregunta muchas cosas a lo largo de la vida, pero se las preguntasobre todo cuando hay una razón para preguntárselas.”  Es decir, estamos situados en un momento en que era imprescindible esclarecer esa pregunta. 

Ahora, eso tiene que ver incluso con el tema de revolución y reforma.  Y estoy de acuerdo contigo, totalmente de acuerdo contigo, no discrepo en absoluto; quiero hacer solo una distinción entre lo que esel espíritu revolucionario y el espíritu reformista; es decir, la verdadera discusión, el verdadero debate, la verdadera contradicción no es entre el concepto de revolución y el concepto de reforma, la Revolución inició haciendo una Reforma Agraria, una Reforma Urbana, es decir, no hay ningún problema con el concepto de reforma, pero sí lo hay con el concepto de reformismo.    Es decir, es una discusión profunda, y diría que casi irreconciliable entre el espíritu revolucionario y el espíritu reformista.

El reformismo en Cuba tuvo antecedentes en el autonomismo, tuvo antecedentes en el anexionismo, y esas dos tendencias han ido evolucionando a lo largo de la historia de Cuba con otras formas y otros contenidos, pero permanecen vigentes.

Martí es el símbolo máximo del espíritu revolucionario, y Fidel; es decir, cada uno en su momento histórico.  Y ambos estaban  todo el tiempo saltando sobre lo imposible.  En la época en que Martí vivió –y yo temo a veces que en esta época empiece a primar cierto espíritupositivisante–, en la época en que Martí vivióel positivismo era la corriente filosófica predominante, incluso entre sus contemporáneos; y yo siento que a veces tenemos un espíritu positivisanteen Cuba hoy, y es muy peligroso. 

Cuando tú hablabas de la necesidad de incorporar filósofos, estoy de acuerdo contigo.  Es decir, los economistas no lo ven todo, los sociólogos no lo ven todo.

__________.  Nadie lo ve todo.

ENRIQUE UBIETA.  Claro, pero hace falta un salto, hace falta tener la posibilidad de formular las cosas de una manera que no esté tan apegada al datoEs decir, las revoluciones no son dos por dos cuatro, hay un quinto elemento siempre, que es el pueblo, que son las capacidades del pueblo,que hay que movilizar y que hay que sacar; no es que estén ahí y que simplemente se vayan a movilizar y vayan a aparecer, y ese quinto elemento a veces da dos más dos cinco, que es lo que hizoque la Revolución triunfara, que es lo que hizo que pudiéramos avanzar en circunstancias tan adversas durante tanto tiempo.  El reformismo está muy apegado a lo que Martí denominaba el insectiáculo concreto, por el dato.  Ese es un peligro que tenemos.

Fidel, en este discurso,enarbola, vuelve otra vez sobre el tema de la cultura.  Cuando el llamado socialismo real cae, el socialismo de Europa del este, Fidel dice: “Lo primero que hay que salvar es la cultura”.  Y no está hablando obviamente de la cultura artística literaria –aunque la incluye, es obvio que la incluye–, no está hablando solo de la historia; está hablando de que lo que hemos tratado de construir es una cultura alternativa a la cultura del capitalismo.  Y, además, esa cultura de resistencia alternativa tiene raíces en Martí, y eso es lo que le ha ido dando consistencia a la nación cubana.  Esa es la batalla principal; perder esa batalla, es perder el socialismo en Cuba.  Ellos están luchando desde esa perspectiva, no podemos  perder eso de vista.

Por eso es que un programa que hoy, o que en su momento hubo que dar por concluido, en el que hubo montones de desviaciones, montones de equívocos, y personas que realmente se corrompieron en el camino, que es el programa de la Batalla de Ideas, tuvo una concepción muy específica, y ahora no vamos a echar a la basura todas esas ideas de Fidel, que en su momento intentó introducir en la sociedad.  Porque Fidel estaba convencido de que, para salvar la cultura, había que salvar ante todo, en primer lugar, el concepto de la solidaridad; el socialismo es solidaridad.  Estoy hablando en sentido ético, por supuesto, sabemos que la economía determina, pero, en ese sentido ético, sin esa solidaridad no hay socialismo posible. 

Entonces él intenta construirla simultáneamente en dos direcciones: una interna y otra externa.  La interna está en la Batalla Ideas, recuperar a todos los jóvenes que sea posible recuperar, revitalizar la conciencia revolucionaria en el país.  ¿Pero simultáneamente qué hace?  Relanza, en un momento en que aquello parecía una locura, porque en el mundo había una sensación vergonzante, de dejación de los ideales del socialismo, relanza el internacionalismo; Fidel relanza el internacionalismo simultáneamente.

Fíjense lo que les voy a decir: yo creo que,por supuesto, en el alma de la Revolución está ayudar a otros pueblos, pero el internacionalismo nos estaba ayudando, en primer lugar, a los cubanos.  Para nosotros mismos era una manera de reproducir los valores del socialismo, darle la oportunidad a esa gente de ser solidarios, de ser protagonistas, de que crecieran como revolucionarios.  Y en esas dos vertientes es que Fidel lo hace. Ignorar eso, lo que estaba pasando en ese sentido, no deja comprender lo que él está queriendo decir también; porque cuando él habla de todo el robo que existe, de la corrupción; cuando él habla del despilfarro, trata de alguna manera de introducir el tema económico,  pero también social de que el socialismo exige de cada quien según su capacidad, a cada quien según su trabajo –cosa que no se ha cumplido todavía, no hemos podido cumplirlo–, pero entonces se pregunta:¿cómo es posible que un médico que está trabajando en la selva gane menos que un tipo que está especulando, que está robando en el país? Eso hay que revertirlo.  Es decir que se está planteando ese problema. 

Y llega a decir algo que me parece importante sobre la ética.  Disculpen un momentico, porque quiero buscar las palabras exactas.  En su análisis,percibe los problemas actuales como aspectos de carácter ético-cultural, aunque no ignora el peso del factor económico.  Calcula una y otra vez los gastos, los costos del despilfarro.  Dice:  “¿Es solo una cuestión ética?” Está hablando de cuestiones económicas, y sin embargo la pregunta que hace es esta: “¿Es solo una cuestión ética?” No dice que si es también una cuestión ética, dice: “¿Es solo una cuestión ética?” Y dice:“Sí,es primero que todo una cuestión ética, pero además es una cuestión económicavital.”  Es decir que aquello que parece estrictamente económico, en el planteamiento de Fidel está siendo ubicado en un segundo lugar.

Él dice: “Es una Batalla de Ideas” –el nombre ya lo dice de por sí–,“son las ideas las que nos unen, son las ideas las que nos hacen un pueblo combatiente; son las ideas las que nos hacen, ya no solo individualmente sino colectivamente, revolucionarios.”

Aquí hago un pequeño paréntesis, porque se especuló mucho con la frase del Papa en torno a que debíamos servir…

__________.  Que el que no vive para servir no sirve para vivir.

ENRIQUE UBIETA.  No, y que debíamos servir a los frágiles, a los pobres, a los humildes, y no a las ideologías. Y yo quiero decir que estamos de acuerdo con eso, no hay ningún problema.  Claro, yo le voy a dar mi interpretación, no sé si es la de él.  La ideología en todo caso es un instrumento para eso, la ideología es el fundamento, la base de ideas que sustenta eso.  

__________.  Hay ideologías que no resuelven.

ENRIQUE UBIETA.  De hecho, cuando cayó el socialismo, cuando se movió un poco la doctrina, aquellos que no estaban mirando hacia los pobres, hacia los humildes, sino hacia la doctrina nada más, dejaron de ser revolucionarios.  Y ese es el mayor de los absurdos posibles, porque los pobres seguían ahí, los explotados seguían ahí, los humildes, los frágiles seguían ahí. 

Es decir, no se es revolucionario por ser marxista, en todo caso es al revés: se es marxista porque uno es revolucionario, que es otra cosa diferente.O sea, uno quiere cambiar el mundo, quiere transformarlo, quiere llegar hasta donde están los pobres y hacer  justicia social, y el marxismo es un instrumento para eso.  Es al contrario.

Yo conozco profesores de Filosofía, doctores excelentes, con cinco o seis libros brillantes, que jamás en su vida han militado, jamás han salido a la calle a pelear por los pobres.  Yo les puedo decir, y les digo que, en mi opinión, no son revolucionarios; son marxistas y no son revolucionarios.  Fíjense qué contradicción: no se puede ser revolucionario si no se sale a la calle a defender a los pobres y a los humildes.

Fidel –vamos a decirlo con palabras, como las que diría el hijo mío– ha puesto la cosa mala, ha dicho todo lo que está pasando y todo eso, pero de repente como que da un salto, y dice algunas cosas. Dice: “La sociedad en la historia humana que está más cerca de poder calificarse como sociedad justa es esta.”Y dice además algo que parece un poco… “Un mañana muy próximo” –muy próximo está diciendo–“cada ciudadano vivirá fundamentalmente de su trabajo y de sus jubilaciones y pensiones”, dice Fidel en este discurso.  Pero no se construye una sociedad solamente describiéndola –he ahí el problema entre el revolucionario y el reformista–; se construye también a partir de los elementos posibles que tiene esa sociedad,impulsándola en un sentido determinado, que es lo que hacía Martí también, esa es una enseñanza martiana, desafiando los límites. 

Bueno, hay otra dicotomía en el discurso, porque él empieza diciendo –que también se ha manejado mucho–: “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años, entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creerque alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construía el socialismo.  Parecía ciencia sabida, tan sabida como el sistema eléctrico, concebido por algunos que se consideraban expertos en sistemas eléctricos.”

Bien: expone el problema ahí.  Más adelante dice, no  todo lo contrario, pero da algunos elementos que mejor la cita se queda en ese fragmento. Después dice: “Hoy tenemos ideas, a mi juicio, bastante claras” –y está aludiendo a todo esto que estamos hablando—“de cómo se debe construir el  socialismo,  pero necesitamos  muchas ideas bien claras y muchas preguntas dirigidas a ustedes, que son los responsables, acerca de cómo se puede preservar o se preservará en el futuro el socialismo.

“¿Qué sociedad sería esta? Lo que hay que preguntarse es cómo llegamos hasta aquí, habiéndose caído el socialismo del este europeo, y cómo nos hemos mantenido durante tanto tiempo.  ¿Qué sociedad sería esta, aunque es digna de alegría cuando nos reunimos en un lugar como este, un día como este, si no supiéramos un mínimo de lo que debe saberse para que esta isla heroica, este pueblo heroico, este pueblo que ha escrito páginas no escritas por ningún otro en la historia de la humanidad preserve la Revolución?”

Estamos hablando aquí de la ética del revolucionario.  Él hace tanto hincapié en la ética del revolucionario, y decíamos el tema de la cultura, que pone ejemplos para los estudiantes, es decir, habla del momento del pacto que hizo Stalin con Hitler en un momento determinado, que parecía un pacto razonable en el sentido de que evitaba, en un momento en que la Unión Soviética estaba tratando de consolidar el sistema interno, evitaba –aparentemente lo evitaba, no la evitó– una posible agresión; sin embargo, queesto no era ético.Por lo tanto, Fidel señala esto como que no se puede caminar, no importan las razones que se tengan, las soluciones no éticas no son revolucionarias. 

Igual le hace el señalamiento al PSP del pacto que hizo en un momento determinado, que también se explica históricamente, con Batista.

Es decir, hace esos dos señalamientos históricos.

Entonces hace una observación, que no quiero dejarla pasar por alto, porque estamos hablando del líder histórico de esta Revolución.  Él habla de que el tremendo poder de los dirigentes que gozan de la confianza del pueblo puede ser destructivo.  Es una frase lapidaria. Él dice: “El tremendo poderde los dirigentes que gozan de la confianza del pueblo puede ser destructivo si estos se equivocan.   Ha pasado más de una vez en los procesos revolucionarios.”

Ahora quiero detenerme en esa primera interpretación que salió a la luz pública… Perdón, antes de eso, quierodecirles simplemente esto: Fidel no estaba diciéndole a la gente que la Revolución se podía caer.  No. El discurso de Fidel es una convocatoria a la guerra, al combate, a la lucha.  Y esa es la otra parte del asunto.  Es decir, Fidel reconoce los principales problemas, y les está diciendo a los jóvenes que hay que salir a pelear.

____________. Sobre todo es una invitación a pensar.

ENRIQUE UBIETA.  Y a pensar.

Bueno yo me voy a referir a un artículo que no tiene mayor significación, solo la tiene en tanto me permite reflexionar en lasformas en que puede interpretarse el discurso de Fidel.  Casi unos días después salió un artículo de Heinz Dieterich, que–repito–, no tiene importancia, ni Dieterich tiene importancia, ni el artículo tiene importancia; pero lo tomo como botón de muestra porque permite hacer el análisis que quiero hacer con ustedes.  Dieterichsale en defensa de la Revolución supuestamente, en un artículo breve.  Se muestra absolutamente sorprendido, dice que le golpeó –yo no sé, qué poco científico era si lo golpeó tanto el hecho de que Fidel hubiera admitido que la Revolución pudiera ser reversible en las circunstancias en que estaba peleando la Revolución, en el contexto internacional que existía entonces; bueno,golpeó a todos los revolucionarios,y entonces Dieterich intenta virarle la plana a Fidel.  Él toma como punto de referencia no a Fidel, porque él es bastante hábil en ese tipo de cosas; toma como punto de referencia a un dirigente cubano –da igual, no importa quién sea– que había hecho una interpretación del discurso, y entonces aparentemente está discutiendo con ese dirigente y no con Fidel; en el fondo está discutiendo con Fidel. 

Y él dice: “La idea central expresada por Fidel en noviembre es que la lealtad del pueblo a los dirigentes” –según la interpretación esa–“y su proyectohistóricodebe derivarse primordialmente de la ética   (valores, ideas y convicciones)y no del consumismo.” Fíjense que la contradicción entre ética y consumismo es una contradicción entre socialismo y capitalismo, no hay otra. Pero entonces él corrige eso, y yo no sé por quéquita consumismo, con lo cual pierde fuerza lo que se está diciendo, y pone consumo.   Es decir, hay un error, es entre ética y consumo la contradicción.  Es decir, está hablando de otra cosa diferente totalmente.  Él habla de la contradicción entre ética y consumo, y no ética y consumismo.  Entonces añade:  “Siendo el patrón de cultura popular hoy día predominantemente un patrón universal, no una variable nacional, el choque en Cuba se produce entre el patrón universalizado de consumo de clase media primermundista, que le llega anualmente a la población por vía de dos millones de turistas y últimamente por las películas estadounidenses.  Esa es la contradicción.  Por lo tanto, para la mayoría será más eficiente discutir democráticamente las alternativas de consumo, por ejemplo, si prefieren más hospitales o si prefieren consumo privado, y las  vías de contemporizar ese patrón con las posibilidades del país.”

Esta es la propuesta deDieterich.  Dieterichno me interesa para nada,lo que quiero es traer a colación el problema de querer a toda costa soslayar el problema cultural y centrarlo en el problema estrictamente económico.

Es verdad que en Cuba hay que construir consensos.  Yo en todas partes digo que llevamos años, muchos años, dejando que nos construyan consenso en lugar de construirlo, administrando consensos construidos y no construyéndolos.  Y los revolucionarios    tienen que construir consenso, esa es su razón. Administrar el consenso de otros es lo más contrarrevolucionario que pueda haber, discúlpenme.  Sencillamente los consensos que se han ido creando muchas veces no son consensos que han llegado de fly; nos los han construido. 

Entonces sí es imprescindible el debate en la sociedad cubana hoy.  Todo el mundo habla del periódico, habla de esto o lo otro.  Yo creo que sí, estoy totalmente de acuerdo con eso, pero creo que el debate empieza desde la familia, pasa por los colectivos estudiantiles, pasa por los profesores y los alumnos, pasa por todas las organizaciones sociales. El debate no podemos pensar los intelectuales que solamente está  circunscrito ni a la Academia ni a la prensa.  No.

Y entonces, finalmente, solo pienso que las premisas de Dieterich…Ah, él dice sencillamente:  “Apelar a la disciplina revolucionaria y a los valores éticos en las actuales circunstancias de Cuba de que hay que ser como Fidel y como el Che no cambiará el panorama general; para las mayorías será más eficiente discutir cuando hay algún problema.”  Es decir, para él tener a Fidel y el Che como paradigmas, tener esos paradigmas, tener los paradigmas del revolucionario,no es lo  importante, eso hay que desecharlo.  Y yo creo que está desechando exactamente la esencia de lo que es el espíritu de la Revolución.  No es que tengamos que ser como Fidel o el Che en el sentido estricto de la palabra.  Ser cristiano es ser como Cristo, decía Martí.  Y ser revolucionario de alguna manera también es ser como Martí, como Fidel y como el Che.  No en el sentido de que seamos iguales a ellos, o que tengamos que morir en La Higuera o que tengamos que hacer las cosas que hicieron ellos, sino la imitación es de otra índole, no es exactamente imitación, es en cuanto a capacidad de salto, a capacidad de revolucionar las cosas. 

Si esa guerra cultural en este país es imposible, compañeros, ahí sí la Revolución definitivamente fracasa.

(APLAUSOS)

 

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