El joven espirituano Ángel Luis Méndez Montaigne es un artista de la plástica que asume la creación no solo como expresión personal, sino como intervención social o intercambio con sus contemporáneos, a partir de un trabajo que trasciende la soledad de un taller y llega a un mural o emplazamiento público. Quizás por eso, después de egresar como instructor de arte en la especialidad de Plástica en Sancti Spíritus, también decide incursionar en la Licenciatura en Comunicación Social.
Tiene varias muestras personales y casi una centena de exposiciones colectivas. Incursiona entonces, Ángel Luis con muy buenos resultados.
¿Cuándo comienza esta inclinación por las artes, y por la plástica en particular?
Según mis padres, siempre tuve la aptitud para pintar. Luego, al terminar la secundaria realizo las pruebas para Instructor de Arte. A partir de aprobarlas, pues lo tomé un poco más en serio.
En la década del 2000 egresas como Instructor, ¿Qué importancia tuvieron estos años para tu formación como artista de la plástica?
La escuela de Instructores de Arte, incluso los que por ahí pasamos la renegamos a veces por los problemas que tuvo ese proyecto, fue muy importante para mí. Los primeros años fueron en Santa Clara y termino en Sancti Spíritus. Los excelentes profesores que tuve en ambas escuelas, fueron la base y academia necesarias que necesita todo artista plástico, unido a los estudios conceptuales del arte. Estos últimos al final no eran suficientes, cuando terminé la escuela tuve que superarme un poco más. Pasé más trabajo, pues cuando te gradúas de una escuela de arte profesional recibes más contenidos. Yo intenté ponerme a esa altura estudiando más. Me concentré en lo que quería.
Eres un artista reconocido dentro de las artes plásticas espirituanas y aun así ejerces el magisterio como Instructor de Arte. Cuéntame sobre esa experiencia.
El magisterio lo ejercí dos o tres años después que me gradué. Ya a estas alturas soy artista independiente. Terminé el servicio social, pero nunca dejo de ayudar a alumnos que me desean ingresar a la escuela de Instructores de Arte. Como tengo la base metodológica, y domino la técnica, siempre aprovecho para ayudarlos. Dar clases a un grupo determinado de personas en las escuelas, es bonito y aprendes; sin embargo cuando esas personas no tienen todo el interés que necesitas como profesor, es más difícil. Se trata de alumnos de niveles de secundaria básica, primaria… eso limita un poco.
Las artes plásticas cubanas poseen una obra muy fecunda por figuras emblemáticas actuales, que han marcado tendencias y también maneras de hacer ¿Te sientes influenciado por alguien en particular?
Cuando empiezas a estudiar todo la historia del arte, a grandes como Da Vinci o Miguel Ángel, siempre te sientes influenciado. Después que estás más contemporanizado, puedo decir que me siento identificado por Joshep Coso, Joshep Boy, con artistas cubanos como Flavio Garciandía, Kcho, Adonis Flores- un coterráneo…
Paradigmas tienes algunos…
Estos mismos que te he mencionado. Siempre los estudio, son mi libro a seguir, pues estoy detrás de lo que ellos hacen.
¿Qué técnicas de las artes plásticas utilizas o prefieres para realizar tus obras?
No tengo una técnica definida. Elaboro una idea, estudio y visualizo el concepto. Luego, veo la técnica que yo crea más asequible para esa propuesta. Lo mismo puedo hacer un fotorealismo, un dibujo, grabado, fotografía, que una instalación o intervención pública. No me encauso en ninguna línea específica.
En ese amplio espectro de creación, ¿Qué temas abordas más en las obras que haces?
Últimamente estoy en otro tipo de trabajo que tiene que ver con el tema de la guerra, la religión…, pero por lo general me gusta la crítica social. Ver el problema y tratar de definirlo, demostrarlo, demandarlo con las artes plásticas.
Una vez egresado como Instructor de Arte, decides comenzar la Licenciatura en Comunicación Social ¿Por qué una carrera universitaria cuando ya tenías una formación como artista?
Después que terminé la escuela, aunque yo no estaba muy convencido de eso, mis padres insistieron en superarme y hacer una licenciatura. En este caso la carrera de Comunicación Social me mantuvo casi hasta el último año tratando de dejarla. Hay una realidad: me sentía muy inseguro con respecto a la carrera. A la misma vez como era por curso para trabajadores, me limitaba mucho el proceso creativo, pero al final me di cuenta que necesitaba la carrera para la propia creación artística.
¿En qué medida piensas que ha aportado ser un Comunicador Social para la obra como artista plástico?
Amén de que no ejerzo la Comunicación directamente, las artes plásticas es comunicación. Me aportó en lenguaje, conocimiento, teoría, conceptos, presupuestos… todo un contenido de información que me fue nutriendo para mejores proyectos. A la hora de hacer una investigación para una obra de arte también la carrera me aportó.
Tienes casi un centenar de exposiciones colectivas, dentro y fuera de tu natal Sancti Spíritus ¿Qué significa para ti compartir la obra creativa con otros contemporáneos?
Para mí es muy interesante, porque aprendes de todo. Desde el más al menos famoso, todos los artistas visuales tienen algo que decir. Esa conversación y vínculo que se lleva a la hora de exponer juntos, las propias inauguraciones, criticarnos unos a otros… eso te supera muchísimo.
Te voy a mencionar el título de algunas de tus exposiciones personales y quisiera que me las definieras en pocas palabras: Sugerencias (Sanctis Spíritus, 2003)
El inicio. Fue una exposición de grabado, quise hacerla casi recién graduado. Se expuso en la Casa de la Cultura y en la galería de Pedagógico de la Universidad de Sancti Spíritus. Una muestra muy inmadura, pero me sirvió. Estoy satisfecho con ella.
Oracle de Cuba (San Luis, 2008)…
Fue una muestra bipersonal que realicé con otro colega de Sancti Spíritus Yosvani Suárez. La exposición resultó una invitación a Suiza. Me fui con otra tendencia, más expresionista, algo que experimenté.
Energía migratoria (Sancti Spíritus, 2008)…
Esa fue de dibujo y pintura. Me salí del marco de las galerías y la expuse sobre caballete por todo el boulevard de Sancti Spíritus. Las personas podían participar de ella, un poco más interactiva.
Autobloqueo especial (Sancti Spíritus, 2011)…
Ahí reuní más técnicas: pintura, videoarte, video a modo de fundamentación de obra, fotografía… era una especie de recopilación de ideas bajo un mismo concepto.
¿Ha existido o existe alguna idea o proyecto para otra exposición personal?
Ahora mismo estamos exponiendo Iván Baso, artista de Trinidad, y yo en la galería Espacio Abierto de Revolución y Cultura.
Si tuvieras que mirar al pasado y hacer una valoración de la obra tuya como artista de la plástica, ¿Cómo la valorarías?
Ha sido fructífera porque cuando me gradué nunca pensé que diez años prácticamente después, pudiera haber logrado exposiciones personales y colectivas fuera del país, incluso participar en un encuentro cultural en Alemania… A veces, los artistas de provincia somos un poco más introvertidos con eso. Tenemos estos esquemas no sé por qué, pues al final no son reales. Hasta ahora estoy satisfecho con lo que he logrado, y eso me da empuje para seguir trabajando.
Hay un proyecto de las artes plásticas espirituanas que te mantiene muy ocupado, el Taller de Grabado. Cuéntame sobre esta experiencia y sobre tu participación en él.
Aparte a mi trabajo como artista independiente, estoy al frente de este taller junto a otro artista, Omar Fernández Alí. Estamos en proceso, casi listo, para abrir las puertas a todos los artistas espirituanos. Este taller se ha añorado por mucho tiempo, y es un reclamo de los artistas para poder contar en Sancti Spíritus con un taller de grabado.
Hablando de grabado… dentro los varios intercambios que has tenido con otros artistas destaca uno. Es precisamente el Encuentro de Grabado en Sagua la Grande, Santa Caara, convocado por Alexis Leyva Machado (Kcho), háblame sobre esta experiencia.
Pues aquí debo agradecer a Kcho. Él convocó a un grupo de artistas y dentro de ellos, el Consejo de las Artes Plásticas de Sancti Spíritus me dio la oportunidad, y también participó Omar Fernández Alí. Fuimos ambos a Sagua y participamos en un encuentro muy interesante. Trabajamos con artistas del taller de gráfica de La Habana, de Cienfuegos con Cáceres, un excelente grabador de esta provincia. Ahí nos nutrimos mucho, pues al yo no pasar academia, he tenido que aprender sobre grabado en la teoría y práctica con lo que he podido. Ese taller nos dio fuerzas para encausar el de Sancti Spíritus.
Siempre has estado muy vinculado a la Asociación Hermanos Saíz, amén que seas miembro de la AHS, también porque fuiste presidente de la filial espirituana hasta hace muy poco tiempo, lo cual te da la medida del quehacer creativo en esa provincia ¿Consideras que la labor de los jóvenes espirituanos, que como tú son protagonistas de las artes plásticas cubanas, tienen un espacio donde expresarse?
Espacios sí existen, a lo mejor necesitan un poco de remodelación o condiciones técnicas en las galerías. Tal vez, el joven artista lo que necesita es un poco más de incentivo, motivación. Se vive el día a día, y muchos se encausan en el arte para vivir, más comercial. A veces se deja de lado el lado espiritual, esa forma de expresar que al final retroalimenta el alma o forma de decir las cosas. Los artistas están trabajando y lo he visto en Camagüey, Holguín, Pinar del Río. Son jóvenes sobretodo, con ganas de hacer.
¿Qué se puede esperar de las artes plásticas cubanas teniendo en cuenta la realización contemporánea?
Se puede esperar mucho, lo que hay que tratar es que visualizar a esos jóvenes. Muchos se quedan en su terruño sin ser visibles para el país. Eso también puede que el artista lo necesite. El hecho que esté en Paréntesis se lo agradezco a la AHS, pero también hay que hacerlo con otros en cada provincia y que deberían estar por acá. Esa es la forma de que esos artistas se sientan parte del futuro.
Tienes una muestra ahora mismo, pero dónde se puede ver la obra que realizas
Normalmente expongo en Sancti Spíritus. Me planifico por año para expos colectivas o personales. Fijo tengo una galería en Trinidad con un amigo y artista, Iván Baso. Ahí muestro mi obra pictórica.
Conductora: Maurín Delgado
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