Intervención de Luis Gómez Suárez
(Transcripción de su intervención en el espacio Dialogar, dialogar de la AHS, 20 de enero de 2016)
Este es un tema bastante desconocido en el país como objeto de estudio, aunque en algunas universidades o instituciones se investiga juventud y se ha investigado política social. Ejemplo de ello es el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS) que tiene un grupo de Juventud, pero que no trabaja directamente políticas de juventud, sino temas de jóvenes en términos generales.
Existió un grupo que trabajó políticas sociales en el CITMA hace muchos años, pero eso se quedó en el camino. Incluso, se trabaja como políticas sociales, no como políticas públicas, que eso tiene su diferencia, o como parte de las políticas públicas.
Nosotros comenzamos a estudiar esto en el año 1994. En el año 1994 me mandaron a un evento sobre políticas de juventud en Costa Rica, y allí comenzamos a asumir el tema. Ya el Centro había estado enviando a reuniones de la Organización Iberoamericana de Juventud a sus directores y a compañeros de Relaciones Internacionales de la UJC, y me envían a mí en 1994. Me tocó coordinar el primer informe nacional sobre política de juventud, que se envió para un estudio sobre políticas de juventud en América Latina que se hizo entre 1994 y 1995, y de ahí arrancó el tema.
Las políticas destinadas a los jóvenes, hasta prácticamente hace muy poco tiempo, se abordaron como parte de las políticas sociales, no como parte de una política en específico, que es una de las características que tiene este proceso. Pero el hecho de que no se haya socializado ni se maneje el concepto no quiere decir que no exista política de juventud. La Revolución llegó al poder precisamente con la juventud como uno de sus principales temas, junto con la Reforma Agraria y la construcción de un nuevo proyecto social; pero el actor protagónico debía ser la juventud.
La revolución del ‘50 quienes la protagonizan fundamentalmente son jóvenes. Fidel, en el año 1959, tenía 33 años, el Che 28, Camilo 26 o 25, o sea, que fue el movimiento juvenil el que realmente llegó al poder.
No existen muchos casos en el mundo en que un movimiento juvenil logre encabezar un movimiento político que lo lleve al poder. Ni siquiera Argentina, que fue el más precoz, en 1918, con movimientos estudiantiles, que posteriormente repercutió en el movimiento estudiantil universitario.
Por tanto, ese concepto existe como una política social, en términos generales destinada a los jóvenes, que tiene como objetivo elevar su nivel de vida, propiciar el proceso de socialización inteligentemente estructurado de acuerdo con los intereses del proyecto, y hacer realidad una política educativa. La línea conductora de las políticas de juventud en Cuba ha sido precisamente la educación.
En los años ’60 y ’70 se hablaba mucho de la Revolución Cultural, la Revolución Cultural en la Unión Soviética con Lunacharski y la Revolución Cultural tristemente recordada en China, conducida por Mao. La Revolución Cultural la inició Fidel en Cuba con la Campaña Nacional de Alfabetización. Y de ahí en adelante, todos los procesos que se continuaron en materia de educación. Así fue como se inició este proceso.
¿Nació del aire? No, en realidad los programas de la Revolución ya recogían aspectos relacionados con la juventud, en particular y el más importante el documento del Moncada, La Historia me Absolverá, que había una parte importante en la que Fidel se refería a los jóvenes, a los estudiantes, a los jóvenes desempleados; pero si se revisa el proyecto de programa de la Juventud Ortodoxa, se verá que tiene una amplia parte del programa destinada precisamente a objetivos de los jóvenes; si se revisa el programa que se elaboró a instancias de Frank País, también tiene una parte considerable dedicada a los jóvenes; el programa del Partido Socialista Popular, de la Juventud Socialista, lo tiene también. O sea, los programas de la Revolución comprendían, dentro de sus objetivos reivindicativos fundamentales, a la juventud.
¿Qué se quiere decir con esto? Que cuando el liderazgo llega al poder, ya traía bajo el brazo un background, un repertorio acerca de la problemática juvenil; había ya una elaboración teórica, una cierta elaboración política, y los jóvenes se veían como el actor protagónico, el hacedor de la Revolución en el poder.
Los procesos socializadores fundamentales de la juventud, y que están comprendidos en toda la política de juventud en cualquier parte del mundo son los relacionados con la educación y el empleo, la educación, la formación profesional y la inserción laboral. Incluso, la OIT plantea que el primer empleo es el más importante de todos porque contribuye a la formación del individuo de forma exitosa a su posterior vida laboral.
Estos son los dos elementos socializadores, aunque no son los únicos. Las vertientes socializadoras prácticamente son todas en la sociedad, y el individuo se está socializando prácticamente hasta que concluye su propia posibilidad de avance. Pero los elementos fundamentales de socialización que se desarrollan en esta política son educación, su hilo conductor, y la política de empleo, y ahí se pudiera analizar todo lo relacionado con la cultura y la práctica del deporte.
En Cuba, como no se ha hablado de política de juventud, y cuando se han producido las políticas de juventud se han producido a partir de programas de reivindicaciones largamente pospuestos entre la población, por los regímenes que se habían producido en el poder. Por lo tanto, las decisiones que tomaron los jóvenes y las acciones en favor de los jóvenes quedaron subsumidas dentro de políticas en las que se comprendían otros grupos sociales.
En materia de salud, la juventud está subsumida, en términos generales, dentro del Programa Nacional de Salud, aunque existen unos programas independientes, pero que no lo son todo. Algo parecido ocurre en materia de cultura, algo ha ocurrido también en materia de educación, aunque de todos los programas de política social destinados a los jóvenes son los programas más explícitos lógicamente, porque se relacionan con la infancia y la juventud. Las enseñanzas secundaria, preuniversitaria y universitaria son enseñanzas propiamente de jóvenes; por tanto, sí son políticas directamente explícitas.
Aun en la actualidad, algunas de estas políticas están subsumidas. Los últimos cambios que se han producido, en materia laboral y en materia de educación, no responden en realidad a una política de juventud orgánicamente establecida y construida, sino que se van realizando sobre la marcha, en la medida que asistencialmente se necesita adoptar una medida, que es la cuestión. Y una política de juventud requiere toda una proyección y un diseño, puesto que las ciencias sociales han avanzado en materia de diseño de políticas sociales, entre ellas la política de la juventud.
Lo cierto es que en 1989 –se sabe todo lo que ocurrió en el año 1989, la caída del muro, se inicia el proceso de desenganche de Cuba del campo socialista–, en ese año Cuba había logrado construir a lo largo de 1959 hasta 1989 una política de juventud con aspiraciones de integralidad, porque abarcaba los aspectos fundamentales de la existencia de la juventud. Tenía que ver con la educación, el empleo, la formación profesional, la salud en diferentes áreas y factores, la infancia; se había logrado estructurar una política, y la trayectoria vital del ciclo de vida de los jóvenes era bastante orgánica y uniforme. Cuando un niño nacía, prácticamente se sabía hasta en qué iba a trabajar, qué iba a estudiar. La vida estaba asegurada, y el Estado aseguraba toda esa trayectoria.
A partir de 1989 se comienza un proceso de desestructuración del proyecto, producto de la crisis económica tan grande en la que nos sumergimos –aún estamos bajo sus consecuencias–, y por lo tanto las políticas de juventud se vieron afectadas: se vio afectada la educación, se vio afectada la salud, se vio afectado el empleo; el país perdió gran parte de su planta industrial y, junto con ello, a sus especialistas, muchos de ellos jóvenes, graduados a lo largo de la Revolución, y por lo tanto se fue erosionando esa política que hasta 1989 había sido construida con cierta precisión, puesto que en el país se programaban todos estos procesos.
A partir de 1989, el Partido, Fidel, convocan a salvar los logros fundamentales de la Revolución, los que tienen que ver con la educación, la salud, que era fundamental, la seguridad social y dentro de eso, bueno, fue comprendida la juventud. Lo cierto es que se erosionó considerablemente la calidad de la educación y de los procesos de socialización en materia de educación. Las consecuencias de eso las venimos acarreando aún en la actualidad, y están en la base de muchos de los problemas; no de los problemas, sino de las situaciones que presenta la juventud en estos momentos.
El primer quinquenio de los noventa fue un proceso de resistencia y de metabolización de los procesos políticos que se producían en el país en aquellos momentos. Incluso, las organizaciones juveniles se ocuparon de estos problemas, e incluso de llevar a la juventud los cambios que se habían producido en el proyecto y en la situación política del país y en la calidad de vida del país, y que eso fuera entendible por las nuevas generaciones.
Entre 1994 y 1995 toca a fondo la crisis, a partir de 1995 se inicia un proceso de reconstrucción de todo lo que se había perdido, que había quedado en el camino producto de la considerable crisis, y se logra restablecer en alguna medida los programas relacionados con los jóvenes, sobre todo los de educación, los de salud, los de formación profesional. Las universidades sufrieron mucho por el tipo de enseñanza especializada que brinda, y el país vio dañarse todo, laboratorios, bibliotecas, fondos de información, todos estos procesos, que aún continúan siendo un grave problema. Y se desarrolló una política en esa dirección, o sea, recuperar lo que se había perdido, rescatar los procesos educativos informadores que se habían llevado a cabo, ya en nuevas condiciones porque no podían ser replicadas las anteriores porque el país nunca volvería a ser lo que fue hasta 1989, e igualmente ocurrió en materia de salud.
La tesis fundamental era que debía existir un aula con un pizarrón y un maestro para impartir las clases a cualquier nivel, pero que no podían detenerse los procesos educativos ni de salud.
A partir de 1999, se inicia el proceso de Elián; la mayoría de las personas analizan los procesos que se continuaron posteriormente con los programas de la Revolución, a partir de Elián, pero en realidad no fue así. El caso de Elián lo que sentó las bases, fue la espoleta que disparó toda una serie de procesos que se venían pensando, que se vieron en el Congreso de la UPEC en el año 1997, se vieron en el Congreso de la UJC y posteriormente en el Congreso de la UNEAC, donde Fidel comienza a hablar de los programas de la Revolución y de tratar de rescatar a aquellos jóvenes que habían quedado en el camino producto de los procesos por los cuales había atravesado el país, sobre todo el grado extremo de selectividad para ingresar en las universidades, que había traído como consecuencia que muchos graduados de preuniversitario no hubieran podido continuar sus estudios y hubieran quedado en el camino, además de otros grupos poblacionales como la tercera edad, mujeres solas con hijos, poblaciones en situación precaria; tratar de rescatar todos estos procesos. Y se inicia un salto, un cambio en materia de política de juventud ya más explícito, a partir de los programas de la Revolución, se puede decir que entre el 2000 y el 2010.
En realidad los programas comienzan a cerrarse a partir de 2005, pero todo el ciclo de los programas se extiende prácticamente hasta el 2010, aunque en la actualidad muchos de esos programas, programas tan importantes como los Trabajadores Sociales, han desaparecido, producto de la situación económica que vivía el país y de los grandes gastos en que se incurría en algunos de esos programas, lo que hizo inviable su replicación en el tiempo.
Pero hay una cuestión muy importante en ese período: se necesitaba llevar a la juventud a primeros planos en el orden político, dada la situación que vivía el país: extrema agresividad de los Estados Unidos y la necesidad de rescatar esa parte de la población, que se temía se perdiera para la Revolución, que quedaran excluidos por los procesos sociales, y uno de los objetivos que tenía la Revolución era precisamente luchar contra la exclusión y la pobreza.
En aquellos tiempos se discutía si había pobreza o no en Cuba. Recuerdo personajes como Mayra Espina, que se dedicaba a esos estudios, y se trató de recuperar aquellos programas.
Ese período fue importante para los jóvenes. Además, hubo cierta movilización de los jóvenes en torno a todos los procesos que tenían lugar con Elián. Fíjense que no se habla de participación; se habla de movilización de los jóvenes en torno a los procesos relacionados con Elián, en torno a la Declaración de Baraguá y en torno al rescate de los cinco cubanos en cárceles norteamericanas, que fue lo que se continuó a partir de todo ese proceso, aunque estaban en cárceles ya desde finales de los ’90.
Por lo tanto, a partir del año 2007-2008, la dirección del país considera que no podía seguir llevándose la economía y la realidad nacional de la forma en que se hacía en ese momento, que se requerían cambios –Raúl incluso habló de cambios estructurales–porque algunos de los problemas vitales que presentaban la juventud y el país son de carácter estructural, y se comenzó un nuevo programa de cambios, que se relacionó con la agricultura. Esto conllevó redimensionar los procesos de formación profesional en las universidades, en la enseñanza técnica, básica y media, y se inició el proceso de preparación de los Lineamientos Económicos y Sociales del Partido en la Revolución.
Ya ahí se abre una nueva etapa, que tiene que ver con la reformulación del modelo económico; unos hablan de reforma económica, otros consideran que no es una reforma económica, sino una reconstrucción del modelo económico. Si se estudia la economía del país, se verá que ha habido reajustes del modelo económico a lo largo del proyecto, algunos dicen que ocho; otros, que cinco; pero lo cierto es que el país ha tenido, producto de las diferentes coyunturas, que ir reajustando el modelo económico.
Por supuesto, cada una de esas coyunturas, tenía repercusiones en materia de política social y se reflejaban en materia de juventud; pero lo que más se reflejaba en materia de juventud no era tanto la educación o la salud, como los procesos subjetivos que estaban teniendo lugar a nivel de la conciencia: los imaginarios colectivos, los imaginarios simbólicos, las identidades juveniles habían sufrido un proceso de construcción y de reconstrucción a lo largo de todos estos años, y que se encuentran en la base de muchas de las situaciones que presenta la juventud en estos momentos.
Como parte de todos estos procesos, por supuesto, ha tenido también que ir reconformándose el movimiento juvenil organizado, todo el sistema asociativo. El último ejemplo de esto fue todo el trabajo que vino haciendo la UJC, que culminó con el Congreso.
¿Qué situación actual tiene la política de la juventud?
Bueno, esa política se encuentra en un proceso de reestructuración, de acuerdo con los cambios económicos y sociales que tienen lugar en el país; porque muchos piensan que los cambios son solo económicos, que no tienen que ver con la gobernabilidad, la subjetividad, la sociedad o la cultura, pero tiene que ver todo, es una revolución a nivel nacional. De ahí la pugna de que si es una reforma o no, porque los cambios son de estructura, y ya cuando se habla de estructura no podemos extendernos mucho en reformas, aunque las reformas en el socialismo son completamente posibles; Lenin las justificó, y muchos proyectos también lo justificaron y lo llevaron a cabo.
Pero lo cierto es que en estos momentos esa política está en reconstrucción, como está en reconstrucción la política social cubana, los cambios en la educación y en materia de empleo; se avecinan cambios en materia jurídica; de entrada, necesitamos una nueva Constitución. Es necesario reformular el Código de la Infancia y la Juventud, la Ley 16, que es eminentemente doctrinario y no vinculante, y lo que necesitamos es que, junto al carácter doctrinario, sea vinculante en cada uno de sus artículos, para establecer responsables objetivos, porque esa es una política de Estado, no es una política gubernamental. Puede irse un gobierno, entrar otro, pero si está en la Constitución, es una política de Estado y debe llevarse a la práctica. Por lo tanto, es necesario reconformar todo este proceso, producto de que toda la legislación en materia de juventud se fue quedando muy rezagada.
Cuba fue de los primeros países en América Latina, junto con México y Chile, que tuvieron leyes de juventud, por supuesto de diversa naturaleza, porque la Ley de Juventud de Pinochet es una ley de control social y de desmovilización del movimiento estudiantil; pero lo cierto es que la ley cubana se ha quedado rezagada en materia jurídica, tiene que ser restablecida, o sea, se requiere una nueva ley. Esto ocurre prácticamente con toda la legislación cubana en la actualidad, producto de los cambios que se están produciendo y lo que deben producirse.
La mayoría de los cambios que han tenido lugar últimamente, entre el 2010 y la actualidad, son cambios que tienen un carácter existencial: en la medida en que se han ido planteando los problemas de la juventud, se han ido adoptando las medidas. Por lo tanto, esto no puede verse como una política. Una política de juventud parte de un programa; no vamos a hablar ni de política ni de programa, un proyecto de juventud tiene que partir de un diagnóstico, y a partir de ese diagnóstico debe elaborarse un plan de acción para entrar a producir el desarrollo en esos procesos, porque una política social no resuelve el problema si no promueve desarrollo, porque las que promueven problemas son asistencialistas, y queremos superar los procesos de carácter asistencial.
Esa es la realidad. La política debe reconstruirse incluso en materia legislativa. El propio Estado está dentro de estos procesos, que son sumamente interesantes y que provocan mucho debate y muchas preocupaciones.
Intervención durante el debate
El problema es que yo no abordé fortalezas y debilidades de esa política, y con todo respeto yo considero que sí, que hay políticas.
Las políticas pueden ser gubernamentales, pueden ser de partidos o pueden ser estatales. Son gubernamentales si un gobierno como el de Macri adopta un determinado programa de acción para los jóvenes, y cuando Macri se va, se va ese programa. Eso ocurrió en Nicaragua cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional perdió el poder, y todas esas políticas que él había instrumentado se perdieron. Las de partido son políticas de partidos para ganar electores, y sencillamente llegan al poder y posteriormente hacen lo que les da la gana. De Estado es si están reflejadas o recogidas en la Constitución de la República y es una obligación de los gobiernos que arriban al poder implementarlas, porque así está establecido y existen las diferentes instituciones legales que complementan la Constitución.
Nuestra Constitución recoge a los jóvenes y a las organizaciones juveniles, no como quisiéramos, en toda su amplitud y en toda su letra, pero lo recoge; lo que ha habido malas interpretaciones al respecto. De modo que hay una visión de conjunto de la política de juventud en el país, de qué hacer con los jóvenes; lo que las diferentes coyunturas han golpeado considerablemente a la Revolución.
En realidad, la Revolución fue un proyecto, que tuvo una grandeza que se ha ido erosionando a lo largo del tiempo, producto de estos procesos de carácter coyuntural. Y, como se dice vulgarmente, la tapa del pomo fue el desenganche de los países socialistas, que acuérdense que Fidel planteó que la construcción del socialismo había que defenderla porque la Revolución necesitaba defenderse y sobrevivir en medio de una coyuntura de vida o muerte. Eso hay que recordarlo. Esa es una realidad. Lo que se está tratando ahora es de perfeccionar esta política.
¿Qué entendemos por perfeccionar una política?
Los programas de la Revolución se han hecho a partir del liderazgo, de lo que el liderazgo consideraba que la juventud necesitaba. Ese fue un estilo que se creó con la Revolución cuando llegó al poder, porque no se podía estar pensando mucho en deliberar y en diseñar un programa, sino que había que emergentemente resolver problemas. Y mucho más que había un gobierno revolucionario sin aparato legislativo, y no se adoptaban políticas públicas, sino políticas de carácter social.
Cuando surgen los Poderes Populares en los ’70 y la Constitución socialista, esto no se recoge y se sigue produciendo así. Esto se continuó perpetuando, y ocurrió con los programas de la Revolución. ¿Los programas de la Revolución partieron de un diagnóstico científico por cada grupo social objeto o de impacto? ¡No! Se partió a partir de una necesidad sentida. Sí, eso es muy político y revolucionario, pero no es científico. La investigación social ha construido una metodología para la concepción y desarrollo de políticas sociales, de elaboración de proyectos, programas y planes. Y hay una realidad: que hemos adolecido de eso.
Por eso, los programas de la Revolución no han podido ser evaluados después que se desmantelaron, en primer lugar porque no se permitieró acceder a la información, y en segundo lugar porque como no han tenido un instrumental, se desarrolla un proyecto o una acción a partir de un diagnóstico, el diagnóstico dice cuál es el problema y quiénes son los afectados. A partir de ahí, se diseña un conjunto de acciones, pero son tres los factores que hay que tener en cuenta: el político, el cientista social y el que va a recibir la acción o la intervención social, si no, nace atrofiado. Y una vez que se diseñe esa acción, se diseña también un sistema de evaluación y monitoreo, no puede venir de afuera.
Eso pasó con nuestros programas: una vez que estaban en marcha, se pidió evaluación. ¿Pero qué se evaluara qué? ¿Cuáles son los adjetivos? ¿Dónde están escritos? Un sistema de diseño y evaluación parte del propio diseño y evaluación de la política. Eso lo pueden ver en cualquier manual de metodología de las políticas sociales, está en cualquier lugar.
Por lo tanto, eso falta, falta en muchas políticas. Eso puede evidenciarse con Enrique Gómez Cabezas con el Programa de Trabajadores Sociales. ¿A cuántas reuniones no se fue para el diseño, el Grupo de Trabajo Social de la Universidad de La Habana, el Grupo de Trabajo Social de la Universidad de Villa Clara, se construyó, se pensó? Y todo ese mecanismo posteriormente se desvirtuó por situaciones políticas concretas y realidades necesarias, pero se desvirtuó. Y después, un proyecto muy importante, muy importante para el desarrollo de la conciencia y del nivel de vida de la población, desapareció; ahora es un aparato accesorio del Ministerio del Trabajo, que nadie sabe ni lo que tiene allí, un grupo de gente que se dice que es trabajador social.
Todos estos son problemas. Lo que pasa es que es un tema que a veces es complicado.
¿Nuestras investigaciones qué dieron? Que era necesaria una construcción de política social sobre bases científicas. En segundo lugar, que era necesario un aparato coordinador de las políticas de juventud.
Naciones Unidas desarrolló el proyecto de construcción de políticas de juventud que incluía hasta ministerio. A principios de los años ’90, Bolivia construyendo un Ministerio de Juventud, aunque no resolvió absolutamente nada. Por eso no debe hablarse de ministerio, sino de una institución coordinadora, que coordine esfuerzos, ejecución de políticas, diseño, evaluación, diagnóstico, monitoreo, movilizar el recurso científico, el recurso técnico, para producir todo esto.
¿Qué hace falta? Un aparato coordinador, que esté en manos del Consejo de Estado, en manos del Consejo de Ministros, en manos de la Asamblea Nacional o en manos del Presidente, pero que exista ese aparato con el personal calificado, para que eso ocurra.
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COSETTE CHAVIANO CAMPRUBÍ
(Transcripción de sus palabras en el espacio Dialogar, dialogar, de la AHS, 20 de enero de 2015)
Voy a comentarles algunos aspectos relacionados con la educación en Cuba:
En Cuba la educación, desde inicios de la revolución, ha sido uno de los pilares más importantes y en la que el gobierno ha trazado disimiles de políticas destinadas a los jóvenes en materia de educación, a pesar de la complejidad de las circunstancias socioeconómicas por las que ha atravesado el país.
Ha sido un área en la que han ocurrido constantes transformaciones y en la que se ha trazado como objetivo: contribuir a la formación de la personalidad y la inserción social de los jóvenes, encaminar sus pasos a la formación de la fuerza calificada que necesita el país para su desarrollo, ajuste de los planes de estudio en correspondencia con las características y necesidades de cada territorio y centro en particular.
La educación, es de todos los sectores de política social relacionados con los jóvenes, el que muestra de una forma más evidente, el nivel y grado de complementación e integralidad con las demás áreas que componen el conjunto de la sociedad.
No se puede negar que han existido momentos de rupturas producto de la crisis de los noventa y los problemas estructurales, esta compleja situación dañó los servicios educacionales, sobre todo los relacionados con la formación laboral, técnica y profesional.
Los 2000 comenzaron con la implementación con un nutrido conjunto de propuestas innovadoras, respondiendo a la necesidad de insertar socialmente a los sectores juveniles que producto de la crisis, quedaron desvinculados de los servicios de educación y empleo. (Batalla de Ideas (+ de 150 programas), a partir del 2005 comienza un proceso de ajuste y reformulación de los programas que se venían aplicando, en tanto otros, al cumplir los objetivos para los que fueran concebidos, cesaron.)
Todos estos cambios fueron realizados de conformidad con las necesidades educativas del país y, en particular, de la nueva orientación del desarrollo económico esbozada por el presidente Raúl Castro Ruz en el año 2007.
Se fue articulando así, una estrategia pedagógica orientada a corregir las principales dificultades que venía presentando el Sistema Nacional de Educación, tanto en el orden docente como en su articulación con la sociedad.
Se comienza a trabajar en un proceso de reordenamiento de la red escolar, entendido como los cambios estructurales y funcionales del sistema de instituciones educativas de diferentes niveles y tipos de educación en correspondencia con el desarrollo económico, socio-demográfico y con los lugares de residencia de los educandos.
Las nuevas transformaciones procuraron importantes cambios en cuanto a concepciones tradicionales existentes y formas de controlar los resultados del proceso educativo. La nueva realidad se caracteriza por ser más integradora, desarrolladora y con vistas a estimular las potencialidades no solo del proceso educativo, sino también del estudiante.
En el sistema educacional cubano la combinación del estudio y el trabajo, ha sido uno de los principios más relevantes a aplicar en todo el Sistema mediante diferentes modalidades y abarca desde el preescolar hasta la educación superior con sus particularidades. El propósito es vincular al estudiante a la producción y al trabajo social, dosificando adecuadamente el tiempo de estudio regular y la participación en la producción y otras actividades.
Pese a los cambios a muchos de los egresados no les resultaba fácil obtener trabajo, existiendo un gran número de ellos en espera de encontrar ubicación laboral. Por ello sobreviven los problemas entre la demanda de este tipo de fuerza de trabajo y su creciente formación en el país, que implica la necesidad de elaborar mejores estrategias que permitan a los graduados de esta enseñanza poder optar por una plaza, a partir de las demandas de la economía del país.
Los principales escenarios de inserción social para los jóvenes se han transformado en la medida que avanza el desarrollo de la implementación del nuevo modelo económico y social. Hoy estos grupos poblacionales se enfrentan a procesos más rigurosos tanto para definir su continuidad de estudio y su futuro laboral.
Las principal transformación realizada fue la implementación de un nuevo proceso de otorgamiento de la continuidad de estudio para los egresados de 9no grado, que se caracterizó por conceder mayor primacía en el plan de ingreso a la ETP.
La aprobación también de nuevos planes de estudio para la formación de obreros calificados y la actualización de la estructura de especialidades de nivel medio superior con ingreso 9no. Grado. A veces, dado el poco conocimiento que se tiene de los perfiles de estudio y trabajo de las diferentes especialidades, a partir del poco reconocimiento social que le puedan otorgar, no son valoradas ni por el estudiante, ni por la familia, pues no se le confiere la importancia a este tipo de enseñanza para la sociedad.
Otra modificación fue la creación de aulas anexas en fábricas y talleres de centros de producción y servicios, con el objetivo de vincular a los estudiantes a los distintos escenarios productivos donde aprenden las habilidades necesarias para su formación, al tiempo que compensan la carencia de laboratorios, aulas especializadas y materiales para la práctica de la profesión en sus instalaciones.
En la Educación Superior se priorizó el plan de plazas para los egresados del preuniversitario y las carreras técnicas y agropecuarias. Se realizó un proceso de perfeccionamiento, cuyos objetivos principales buscaban elevar la calidad de los graduados, así como hacer más riguroso el ingreso, optimizar el proceso de formación y lograr una mayor imbricación de los centros en los procesos científicos, tecnológicos y de innovación y desarrollo del país.
La preparación de los profesores ha suscitado un amplio debate en muchos espacios, pues muchas veces no tienen la calidad necesaria para impartirles a los estudiantes la docencia, y por lo tanto se deprime mucho la calidad del mismo, es por ello que es necesario introducir en las aulas a profesores preparados. Se demanda una mayor preparación de los docentes en lo que a orientación profesional se refiere.
El centro escolar tiene que parecerse al lugar donde está, no podemos pretender que se parezca a otro centro, sino a la realidad en la que se encuentra enmarcado para alcanzar una educación de calidad.
Luis hablaba de la subjetividad, es decir, de las mentalidades, de cambiar las mentalidades de las personas. Esa es una de las cuestiones que necesita de análisis profundo, y que en los procesos educacionales se debe reflejar.
También escuchar las opiniones de los jóvenes, los jóvenes son un factor fundamental, juventud que será el futuro de la Cuba de hoy, por lo que hay que escucharlos más. Las políticas deben trazarse a partir de ese pensamiento, es una de las cuestiones que más yo defiendo: escucharlos. Pues después tenemos jóvenes desvinculados, tenemos jóvenes que nos los encontramos en la calle y simplemente te dicen: “No me gustó lo que me ofrecieron, me interesa más trabajar en el cuentapropismo”, esas son respuestas que nos podemos encontrar en la calle. Es necesario revisar con detenimiento los planes de estudios, y analizar bien las políticas que se implementan en materia de educación. Somos un país muy culto, es verdad, pero tenemos nuestras lagunas, y es por ello que es imprescindible seguir un amplio proceso de perfeccionamiento del sistema educativo.
Considero necesario seguir trabajando en la reorientación de la política educacional hacia las necesidades de fuerza laboral pertinentes para el país, la formación de profesionales y la racionalización de todos los recursos que se colocan a este sector.
Se precisa una labor de orientación profesional y formación vocacional más intensa, donde se logre concientizar al estudiantado sobre la necesidad de fortalecer perfiles deprimidos, para contribuir al desarrollo económico de nuestra región. Es por ello que es necesario otorgarle mayor prioridad y visibilidad a las diferentes carreras y mejor conocimiento a la sociedad y así hacerla más coherente con las demandas de la economía del país.
Intervención durante el debate
Dos cuestiones muy relacionadas con lo que decía Keyla de la emergencia de las políticas de hoy.
Hay una frase muy común, todos la conocemos que es: la juventud se parece más a su tiempo que a sus padres. Las políticas de hoy son un ejemplo: se parecen más a su tiempo. Está claro, tienen que solucionar el problema que está ocurriendo en este momento; pero Luis ya lo decía: es necesario que las políticas deben tener continuidad con las anteriores.
Y la otra cuestión está relacionada con la creación de espacios donde los jóvenes tengan más posibilidades de intervenir. Los hay, pero muchas veces no los aprovechamos como deberíamos, y la meta no está en crear espacios nuevos que en un final no sean lo totalmente aprovechados, aunque no cuestiono la necesidad de crearlos, sino de lograr una participación real y efectiva de la juventud cubana de hoy en diversos espacios.
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Política de Juventud en Cuba. El empleo.
María Josefa Luis Luis
(Transcripción de sus palabras en el espacio Dialogar, dialogar de la AHS, 20 de enero de 2016)
Como Luis hizo una excelente contextualización de las políticas de juventud, voy a tratar de concretar aspectos más relacionados con la vida laboral. Como bien se estaba planteando anteriormente respecto a las políticas de juventud en Cuba, coincidimos en que están bastante subsumidasdentro de las políticassociales generales. El ámbito laboral no escapa a ese planteamiento que nos había hecho Luis anteriormente, pero donde aprecio que están un poco más dibujadas esas políticas de juventud es precisamente en el ámbito laboral, en determinados momentos. Después veremos lo qué está ocurriendo ahora.
De manera que, por esas características de las políticas socialesy las políticas de juventud en el país, hay aspectosdel ámbito laboral de los jóvenes y que muchas personas dicen: “Pero es que eso no solamente es para los jóvenes, yo diría que es para todos los que trabajamos”; entonces habrá algunos elementos que realmente tienen ese carácter más universal en las políticas laborales en Cuba.
Partimos entonces de que uno de los principios que rigenla política laboral es el trabajo como derecho ciudadano y como deber social. Eso en la historia de la política laboral cubana está bien definido, y por supuesto, la igualdad de derechos sin distinción de edad, de sexo, de raza, de color de la piel. Eso nos deja claro que, como política, no exista la discriminación por edad.
Ahora, ¿cuáles son las concepciones fundamentales que han regido la política de empleo juvenil? En primer lugar, en el caso de los jóvenes, el empleo se considera no solamente como una vía para satisfacer las necesidades materiales que tiene todo individuo, todo sujeto, sino que justamente se concibe el empleo como una vía de inserción social y de participación social de los jóvenes, es decir, de participación de los jóvenes en la construcción de la sociedad socialista. Eso explica por qué históricamente la posición de la Revolución respecto a la política de empleo juvenil está dirigidaa tratar de incorporar a los jóvenes al empleo estatal. Eso es muy importante tenerlo en cuenta porque así podremos entender las diferencias, los cambios y la manera en que se percibe entre los propios jóvenes y en la sociedad en sentido general lo que hoy está ocurriendo en el ámbito laboral.
Si nosotros no tenemos claro cuál es el tratamiento que se les ha dado a los jóvenes desde el punto de vista laboral en la etapa anterior, difícilmente podamos entender algunas reacciones de los jóvenes y de la propia familia en torno a esta temática en particular. Por eso es que llamo la atención sobre esto. Históricamente el Estadoha asumido la responsabilidad de la formación de los recursos humanos calificados y también de garantizar el empleo. Se ha asumido como un principio el pleno empleo en la sociedad cubana. Estoy hablando de la historia de las políticas laborales, aunque en la actualidad tengamos una situación un poco diferente.
Otro elemento importante que es necesario tener en cuenta es que los jóvenes tradicionalmente también han tenido un nivel de prioridad a la hora de la ubicación laboral y sobre todo en determinadas etapas, aspecto en el que se podría profundizar.
Otro elemento importante que no podemos perder de vista en materia de políticas de empleo juvenil tiene que ver con la protección a esta población, tanto por la legislación como por las acciones que se han emprendido por los diversos organismos que tienen responsabilidad o puntos de contacto con esta temática relacionada con los jóvenes.Está bien definida en la legislación laboral la prohibición del trabajo infantil, están concebidas en la legislación laboral, incluyendo por supuesto el Código del Trabajo, un grupo de regulaciones con respecto a la incorporación y las condiciones de trabajo en que deben trabajar los adolescentes, incluso niveles de autorización cuando se insertan en la vida laboral cuando aún no han cumplido la edad laboral, que todo el mundo sabe que en este país es de17 años. Existe toda una reglamentación relacionada con la autorización para el ingreso al trabajo, de las condiciones que deben observarse,dónde pueden trabajar los adolescentes, etcétera. Y también ha habido históricamente un conjunto de regulaciones —yo creo que en algunos momentos bastante excedidas–relacionadas con la ubicación laboral del personal calificado, es decir, de los recursos humanos que se gradúan de la enseñanza técnica y profesional y de los centros universitarios.
Otro aspecto que ha estado permanente también desde la década del ‘70 es el tema del cumplimiento del servicio social para los recursos humanos calificados, tanto para los técnicos medios como para los graduados universitarios. Ahora, al calorde las últimas modificaciones,hay algunos cambios o flexibilidad.
Otro elemento que siempre ha estado en la voluntad política del país y que se han hecho muchas acciones para evitarlo, son los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Esta ha sido una concepción, no deben existir jóvenes desvinculados del estudio y del trabajo. Ese es un elemento que también está ahí presente, es decir, que se ha intencionadoen las políticas de juventud. En determinadas etapas se hicieron un grupo de acciones, se dio mayor prioridad a ese tema, y hoy quizás tendríamos que prestar mayor atención.
Es decir, estos son elementos que sirven de base para analizar cualquier tema que tenga que ver con las políticas de empleo relacionadas con los jóvenes en el país.
De alguna manera en las intervenciones anteriores se habían adelantado algunos aspectos relacionados con los “Programas de la Revolución” en la primera década deeste siglo, es decir, en la década del 2000, por lo que representaron esos programas. Aunque no todos estaban dirigidos a los jóvenes, sí había una intención de que los jóvenes asumieran unaposición de vanguardia en la sociedad. Es decir, había programas que beneficiaban directamente a los jóvenes, pero había otros en los que los jóvenes estaban llamados a desarrollarun rol protagónico en la solución de los problemas sociales que existían en el país.
Desde el punto de vista laboral, los programas de la Revolución también aportaron importantes cifras de empleo, fueron importantes fuentes de empleo para los jóvenes. Porque uno de los conceptos con los que se hicieron la mayoría de estos programas, sobre todo los programas emergentes, era que todo joven que se graduaba de un Programa de la Revolución tenía garantía de ubicación laboral, y la mayoría de ellos incluso en condiciones de trabajo y con condiciones de salario, en algunos programas en particular, por encima de la media de otras profesiones y por encima de la media de otras actividades laborales, incluso de profesionales. No es un secreto que eso generó un grupo de polémicas e incongruencias; en las propias universidades se debatía mucho en torno al tema.
Ahora, con independencia de las incongruencias que hubo en determinados programas, con independencia de las críticas de que pudieran haber sido objeto algunos de ellos, desde el punto de vista laboral no me cabe dudas de que fue una importante contribución para la inserción social, y en particular para la inserción laboral de los jóvenes, incluyendo el programa del Curso de Superación Integral para Jóvenes, tan discutido y tan debatido y tan cuestionadotambién, yo diría no tanto por la concepción misma del programa, como por la manera en que se fue desvirtuando y los errores que se cometieron al calor del mismo. Esto permitió no solo la inserción social sino la reinserción social de muchos jóvenes, de lo cual es probable que no todo el mundo conozca las estadísticas, que los registros solo los tengan los organismos encargados, y a nivel micro solamente lo sabrán aquellas familias que lograron reinsertar a muchos jóvenes que prácticamente sentían que estaban perdidos. Entonces yo creo que desde ese punto de vista es uno de los valores importantes que tuvieron los Programas de la Revolución, donde estaba explícito, no escatimar ningún tipo de esfuerzo, aunque fuese económico, para lograr la reinserción social de los jóvenes.
Creo que este fue un momento, el período de la Batalla de Ideas, donde hay una contribución importante que no podemos obviar.
Y todo ese movimiento, en el que tuve la oportunidad incluso de participar, porque también se aprovecharon los resultados de la ciencia para tratar de enfrentar una problemática crítica que había en ese ámbito terminada la década de los ’90. Se fue más allá de la voluntad de la máxima dirección del país, también hubo trabajo coordinado de todos los organismos que tenían quever con esta temática, desde la Unión de Jóvenes Comunistas, el Programa de los Trabajadores Sociales, el Ministerio del Trabajo, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Educación Superior, el MINFAR, el MININT, es decir, un grupo de organismos que sistemáticamente trabajaban en aras de lograr llevar adelante la estrategia que se había trazado con respecto al empleo juvenil en esos momentos. Como investigadora del tema, me invitaron a muchas de esas sesiones, nos pidieron que trasmitiéramos los resultados de nuestras investigaciones en esos espacios para contribuir a adoptar las decisiones que se considerara que se podían adoptar en esos momentos.
De manera que esa fue una etapa de mucho énfasis, que incluso se reflejó en la legislación laboralexplícitamente. El Reglamento de Relaciones Laborales de este país que se aprobó en el 2005 establecía que tenían prioridad para la ubicaciónlaboral los jóvenes. Y en esa época también, se dictaron muchas resoluciones y muchas regulaciones para garantizar que eso realmente se cumplimentara.
De cualquier manera,ya se ha explicado también acerca de la situación económica del país y las implicaciones queeso tenía. Esto tuvo su costo; tuve vivencias de entrevistas con administradores, directivos de empresas que se veían en una situación un poco embarazosa porque había que garantizar que los jóvenes se mantuvieran en los centros de trabajo y eso a veces gravitaba contra la eficiencia económica de la empresa. Por eso nosotros decimos que decierta manera esa política también gravitó en alguna medida en estos asuntos de la eficiencia económica del país, conduciendo a rectificaciones y a la adopción de nuevas medidas hacia mediados de la década.
En esta etapa empiezan a producirse un grupo de modificaciones, las cuales por supuesto no puedo entrar a detallar por problemas de tiempo. De cualquier manera, sí me parece que este proceso de reordenamientosí tiene una incidencia directa e importante en la vida laboral de los jóvenes, en las políticas de juventud.
Yo voy a llamar la atención en lo que dice el Lineamiento 167 referido a la política de empleo, se establece: “Favorecer la incorporación al empleo de las personas en condiciones de trabajar como forma de contribuir a los fines de la sociedad y a la satisfacción de sus necesidades”.
Hay algunas palabras que a mí me dicen mucho en ese Lineamiento: primero, que hay una continuidad con respecto a la política relacionada con el empleo. Pero hay algunas expresiones en particular que me llaman la atención: “Favorecer la incorporación al empleo”. Habíamos dicho anteriormente que el Estado se responsabilizaba con la formación y la ubicación laboral de laspersonas. ¿Realmente está en condiciones el Estado en estos momentos de ofrecer un empleo a todos? Es algo que realmente entra en el análisis, hubo incluso que analizar todo este asunto de las plantillas infladas y la necesidad de hacer un reordenamiento laboral en el país. El Estado asume la posición de “favorecer…” ¿Cómo? Por las vías posibles, no necesariamente todos por la vía del empleo estatal. Ese es un elemento importante que también está reflejado en otro de los Lineamientos como otra de las opciones de empleo, en las formas de gestión no estatal de la economía.
De manera que ¿dónde está la responsabilidad? En cuanto al trabajo por cuenta propia, a veces se dice: “Pero,bueno, es que hay un super control sobre el tema”.A mi juicio, si el Estado tiene justamente la responsabilidad de favorecer… ¿Cómo va a favorecer la incorporación a ese sector?Tienen que adoptarse un grupo de decisiones que puedan facilitar que las personas se incorporen a ese sector.Esta medidas están relacionadas con la flexibilización, los procesos formadores, con la legislación, con la Seguridad Social, que se incorpora como un elemento nuevo a las modificaciones que se producen a partir del 2010 en el trabajo por cuenta propia, que sí existía desde antes.
Entonces, desde ese punto de vista,¿por qué yo decía que era importante saber lo que ocurría antes en relación con los jóvenes para ahora poder entender lo que está pasando, y cómo los jóvenes perciben la realidad que tienen hoy? Si antes estaba explícito que había una prioridad para los jóvenes, ahora lo que estamos observando es que los jóvenes prácticamente, como tendencia, se ponen en igualdad de condiciones con el resto de la población, es decir, esa prioridad que antes existió ahora no es posible mantenerla exactamente como se había planteado.
Eso no quiere decir que no existan un grupo de regulaciones que tienen que ver exactamente con los jóvenes, que losprotegen en determinados aspectos, o que determinada legislación tenga que ver exactamente con ellos.
Yo creo que debemos concentrarnos en dos aspectos fundamentales desde lo laboral en este momento de la actualización del modelo económico: uno tiene que ver con el proceso de reordenamiento laboral y el otro tiene que ver con el proceso de ampliación del trabajo por cuenta propia, o del trabajo en el sector no estatal de la economía en sentido general, pero a los efectos de los jóvenes me voy a referir fundamentalmente al trabajo por cuenta propia.
Para hablar del reordenamiento laboral también necesitaríamos mucho tiempo, porque el reordenamiento laboral va más allá de la disponibilidad laboral. El proceso de reordenamiento laboral implica otros procesos que tienen que ver con entidades, con reajuste de objetos sociales de entidades, proceso de unificación de Ministerios, de empresas, en fin, es muy amplio todo el proceso de reordenamiento laboral. Y me voy a referir a la disponibilidad laboral.
¿Qué se plantea desde ese punto de vista en el proceso de disponibilidad laboral?
Ese proceso se realizaría sobre la base de la idoneidad demostrada. Anteriormente, cada vez que había algún proceso de este tipo, había prioridad para los de más antigüedad, por lo tanto aquí tenemos que hacer un doble análisis: uno, de hecho, justamente para no discriminar, a los jóvenes los están poniendo en igualdad de condiciones: no porque hayas llegado al final tiene que ser necesariamente el que quedes disponible. Pero eso de todas maneras no lo excluye de estar en una situación de desventaja por naturaleza.
¿Por qué razón? Primero, porque la decisión con todas las regulaciones que están establecidas, por supuesto, o que se establecieron para el tema de la disponibilidad laboral, de cualquier manera es decisión de personas, son personas las que deciden quién es la persona idónea, y entonces puede ser víctima de la subjetividad: si usted llegó hace un año o dos años, puede sentirse que no tiene la misma experiencia de una persona que tiene más tiempo en ese empleo, y entonces puede ser víctima desde ese punto de vista de la subjetividad de las personas que tienen que tomar determinaciones.
Pero la propia regulación, al establecer, digamos, la protección salarial para los que quedan disponibles, establece que esto se hace atendiendo a la antigüedad de las personas, según los años de vínculo laboral que tienes. Por lo tanto, el que lleve tres o cinco años trabajando y quede disponible, se le protege salarialmente un mes; si lleva quince o veinte años de labor, entonces tiene mayor protección. Es decir, es justa la política pero no es menos cierto que el más joven está en desventaja, son cosas que tenemos que tener en cuenta para poder entender las interpretaciones, las posiciones de los jóvenes. Sí son cosas que realmente no podemos obviar cuando estamos analizando estas problemáticas.
Otro elemento importante en el reordenamiento laboral tiene que ver con la protección a los jóvenes, es decir, se estableció que no era posible dejar disponibles a los jóvenes que estaban en adiestramiento laboral ni cumpliendo servicio social. No era condición de disponibilidad para estos jóvenes.
Y otro elemento ya manejado también relacionado con los jóvenes al calor de este proceso de reordenamiento laboral,es el proceso de análisis de los programas de la Revolución. Algunos de estos programas se extinguen, otros se institucionalizan, otros en ese proceso de institucionalización se van sumando a determinados organismos, a determinados ministerios. Hubo muchos jóvenes que se vieron afectados desde el punto de vista laboral por ese proceso, programas muy particulares como por ejemplo el de Trabajadores Sociales. Para muchos las opciones de trabajo no les convenían o no siempre hubo una opción de trabajo. No podemos pensar en la capital solamente, cuando nosotros estamos hablando no lo hacemos solamente de la capital, estamos hablando de todo el país. Y paradójicamente, ocurrió que del programa que trabajó tanto tiempo en función de esa temática hubo jóvenes que tuvieron algunas situaciones para la reinserción laboral.
Y el otro elemento tiene que ver con la ampliación del sector no estatal de la economía. ¿Por quédigo que ese es otro elemento importante para los jóvenes? Porque como históricamente la política laboral del país había estado dirigida a incorporar a los jóvenes al sector estatal de la economía, para conseguir una licencia para ser trabajador por cuenta propia antes del 2010 era sumamente difícil, ya que había garantía de empleoen el sector estatal, y era una política intencionada que los jóvenes se vincularan a las entidades estatales.
Al ampliarse el trabajo por cuenta propia, al no existir alternativas suficientes para garantizar el trabajo a los jóvenes, entonces se da este como una alternativa de empleo, como una alternativa incluso de ubicación, no para los profesionales universitarios, eso queda claro que hay toda una política para la ubicación laboral del personal calificado. De cualquier manera, después que las personas cumplen su servicio social no son pocos los jóvenes que han pasado al trabajo por cuenta propia.
Esto genera, nos pone retos importantes desde el punto de vista laboral. Primero, porque los jóvenes no están acostumbrados a esto; no solamente los jóvenes, la familia cubana no estaba preparada. Es decir, estaba acostumbrada a seguir un ciclo natural: nace el niño, estudia hasta tal año en la escuela, de ahí va parael Pre, para el politécnico o la Universidad, y después va para el trabajo. No siempre se acepta laalternativa de empleo en el sector no estatal, ni siempre están las condiciones para ejercerlo.
Muchos jóvenes acceden al empleo no estatal, no tanto por su vocación ni por su realización personal, como por el elemento económico, por los ingresos que les puede aportar. Pero eso implica sacrificar cosas, sacrificar intereses, sacrificar satisfacciones, muchas veces sacrificar formación. El grueso de los jóvenes que realizan trabajo por cuenta propia están concentrados en actividades como venta de productos alimenticios, transportación de carga de pasajeros, venta deútiles para el hogar y venta de productos agrícolas.
Uno de los retos está en la legislación laboral. ¿Cómo hacemos cumplir los derechos en este sector?
Creo que a esto tampoco está acostumbrada la sociedad cubana. En el proceso de discusión del Código del Trabajoeste fue uno de los temas más cuestionados. Afortunadamente el Código del Trabajo introdujo algunos cambios relacionados con eso, para mí el más importante de todos tiene que ver con el contrato, con el contrato escrito, porque debiera ser la garantía de que se cumplan al menos las condiciones elementales de esas relaciones laborales, que no son las mismas en una entidad estatal que con un particular. Las experiencia o las investigaciones nos dicen que realmente muchos jóvenes no conocen los derechos que tienen; a veces los conocen y no los defienden. Es decir, ante situaciones de violación,prefieren retraerse, lo aceptan, o los más intrépidosse van, pero no reclaman. Creo que ese es un aspecto importante que la sociedad cubana tiene que afrontar, porque si el trabajo por cuenta propia llegó para quedarse como una opción de empleo, es algo en lo que habría que estar trabajando.
Me parece necesario puntualizar algunos elementos sobre los que habría que reflexionar. Por ejemplo, la inconsistencia y efectividad de la proyección de la formación de recursos humanos, y las incongruencias que generan después en materia de empleo: ¿cuántos obreros calificados realmente necesitamos, cuántos tenemos posibilidades de ubicar? Eso es algo hoy que se debe pensar, porque está generando un grupo de problemas.Los graduados de esa enseñanza no siempre encuentran ubicación, pero tampoco les permite seguir avanzando. Con ese nivel educacional ya están limitados para cumplir otras aspiraciones de superación y acceso a un buen empleo.
Otro tema tiene que ver con los ingresos en el sector estatal de la economía, ¿cómo nosotros garantizamos, cómo aseguramos que no se nos fuguen nuestros talentos? y lo digo no solamente para el exterior sino para el trabajo por cuenta propia.
Otro elemento que ya estamos vivenciando es la disminución del interés por la superación de muchos jóvenes. ¿Por qué? Porque como tienen una manera más fácil de ganar dinero, de tener ingresos, se manifiesta una pérdida de interés en un sector de la juventud por superarse, sobre todo aquellos que están trabajando por cuenta propia.
Respecto a los jóvenes que trabajan en el sector no estatal de la economía,se requiere cierta preparación delos jóvenes para asumir esos trabajos, no solamente desde el punto de vista de la actividad misma, sino de las relaciones que tiene que enfrentar, de la cultura jurídica, etc.
¿Cómo asegurar también que las garantías que le da la legislación laboral se cumplan?
Está todavía por ver si realmente lo que está en el Código está cumpliéndose, cómo lo hacemos cumplir. Ese es un elemento importante que hay que pensar.Cómo desarrollar esa cultura laboral en los jóvenes para que defiendan sus intereses en ese ámbito también.
¿Cómo asegurar que prevalezca el compromiso social de los jóvenes que trabajan en el sector privado?Eso tiene que ver con calidad de servicios, tiene que ver con etc.
Otro fenómeno que habría que tener en cuenta tiene que ver con la reproducción del fenómeno de la desvinculación laboral en los jóvenes, jóvenes que no estudian ni trabajan. Yo creo que ese es un fenómeno, un reto que todavía está ahí latente en la sociedad cubana.
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