La resurrección de un fénix llamado Áncoras Ediciones

Cuando la situación se pone más difícil, es cuando sabemos lo que valen las personas. O por lo menos, eso decía mi abuela, en términos más coloquiales.

Hace unos años, la Editorial Áncoras, de la Isla de la Juventud, estuvo a punto de ser cerrada. Por suerte, los jóvenes escritores  Daniel Zayas y Ailín García, asumieron la dirección, pidieron una oportunidad para «levar el ancla» y se lanzaron a navegar por los mares inciertos del océano editorial cubano.

Los resultados no se han hecho esperar. En la feria del 2014 entregaron un plaquette a color y una antología de poetas pineros, pues no hubo tiempo ni recursos para más. Al año siguiente, en 2015, presentaron tres volúmenes con una realización mucho más decente. Ahora, en el 2016, no quisieron guardarse nada, y mostraron credenciales de potencia. Desembarcaron en esta feria con once libros de excelente factura, y firmas de narradores y poetas de gran prestigio, junto a jóvenes valores de la literatura nacional. 

En solo tres años, estos muchachos han sabido reconstruir la editorial  y ubicarla entre las de mejor aceptación entre el público, autores y crítica. Intentan, con bastante éxito, seguirle los pasos a las ya establecidas Sed de Belleza, de Villa Clara, y La Luz, de Holguín.

Daniel Zayas declaró a los presentes —en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba— que el resurgimiento de Áncoras no es solo un proyecto editorial, sino personal, pues ha formado parte de su vida al punto de consumirla, pero que se siente muy bien.

Algunos de los títulos presentados son Country, de Serguei Martínez, Kanon, de Marvelys Marrero, Poemas de cabeza rasurada, de Francisco Paco Mir, Las Viles Maniobras, del pinareño Nelson Simón, y Homeland, de Ariel López.

Mención especial merece Poemas de cabeza rasurada, de Francisco Mir, Paco Mir, como le recuerdan todos. Tanto Daniel Zayas como Roberto Manzano, reivindicaron su valía y su calidad literaria. Quedó clara la pertinencia de resaltar la obra de un escritor casi desconocido para el gran público literario  pero con méritos suficientes para ganarse un puesto relevante en la literatura cubana.

Manzano, amigo del autor pinero, contó anécdotas de su juventud y destacó el sacrificio y compromiso de Paco con la poesía, a pesar de una larga enfermad progresiva, esa que le hizo morir, después de larga agonía, a muy temprana edad.

Entre los presentadores de los libros estuvieron en la mesa-panel además del ensayista y poeta Roberto Manzano, el narrador  Rafael de Águila y el joven dramaturgo Roberto Viñas, entre otros invitados. Los autores, muchos de ellos presentes, leyeron fragmentos de sus narraciones o los poemas preferidos de sus libros. 

Fue una tarde especial para leer y escuchar poesía en el Pabellón Cuba. No fue una lectura aburrida y estéril, al contrario, fue íntima, casi confesional.  No había demasiada gente, solo las necesarias. No hicieron falta multitudes para que Áncoras Ediciones festejara su buena nueva en esta feria del Libro. Fue, más que una presentación, una tertulia. Mucho mejor.

Foto de portada: Alba León

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más Leído

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Suscripción

Para recibir nuestro boletín ingrese su dirección de correo electrónico