Su sonoridad contagia, incluso, a los más abandonados en cuanto a gustos musicales auténticos cuyos aportes sean de cimero valor en el panorama trovadoresco de Cuba. La fórmula misteriosa lo lleva a componer encima de un melisma que no tropieza, solo avanza en la misión de colocar los ritmos donde se debe, la voz, los recursos, los instrumentos, las letras, cada acorde… donde se debe.
Se trata del imprescindible Inti Santana, asà lo llamó Marta Valdés, y asà de imprescindible fue su concierto, en el teatro La Caridad de Santa Clara, durante el evento al que debiera asistir, alguna vez,  todo cubano que sienta respeto por la música verdadera. Afuera llovÃa, intermitentemente, pero esto es un déjà vu que no impide a los fieles disfrutar de este festival en el centro de Cuba.
La presentación oficial del disco Mundo Paripé tuvo lugar en este Longina (que llegó a su XX edición, y donde se escuchó de todo: CofradÃa, Pedro Beritán, Ariel Barreiro, Pedro Luis Ferrer… y los también ineludibles integrantes de la Trovuntivitis). Inti asumió la escena confiado, y supo colmar hasta las pausas y los silencios para ofrecer un concierto deleitable y necesario.
PoquÃsimos como él saben combinar los juegos vocales con sonidos naturales o chasquidos que aparecen en medio de la canción, sorprendiendo asÃ, y dándole un sello distinguible a su música. Es notable la desenfadada manera como maneja los tonos de los géneros musicales, haciendo también la canción bailable. Los temas sociales son tratados de forma renovadora, hasta mÃstica, colocando el dardo en la diana.
La conformación del CD ofrece una unidad temática que se presupone bien pensada. No es trabajo de unos dÃas, pesa sobre este disco un discurso profundo, coherente, un quehacer a fondo para no dejar fuera detalles sin pulir, tanto de los que tienen que ver con las melodÃas, como con las palabras. Quien lo escuche por primera vez, advertirá esa sensación; otros, los que lo hacen por enésima ocasión, redescubrirán la dimensión profunda de este creador.
Adentrándonos en cada una de las canciones advertiremos que La inundación, además de llevar intrÃnseco un homenaje a nuestras raÃces africanas y ser (en el fondo) una denuncia social, es, junto con Maleza, pieza fundamental de la perfección sonora de la que hablaba anteriormente. Son canciones que transitan por un prisma inesperado, en el que finamente crecen los ramajes melódicos más altos, y a la vez, más hondos.
La Roja y la green, Mosquito no da bisté y El mundo entero, caminan con el pie derecho en la armonÃa, asà como en los tópicos, ofreciendo una manera portentosa de tratar algunos males comunes del cubano de hoy. Cerro-20-Miramar es una composición excelentemente lograda, y como él mismo dijera, de un modo medio surrealista, cuenta lo que significa viajar en esa guagua.
En Yambú de partida, Ãrbol y Esos amantes balcones, el amor es tratado de manera fina, aparente, intentando salvarse del lugar común, de extraer el zumo necesario, y asà mismo lo transmite.
Y la trilogÃa que conforman Son oculto, Cubanos y Mundo Paripé, sobre el significado que para el cubano tiene en la vida hacer un “paripé†con todo lo serio, resultan el hilo conductor que ofrece un cierre de lujo al CD y al concierto. Destacan el arreglo de Son oculto y la idea original de Mundo Paripé, donde Inti le da voz al propio paripé para que se defienda de la tirantez con que lo ha tratado a lo largo del disco.
Inti y su mundo pueden perfectamente diseminarse en todas las realidades: es su música detonante y reflexión, goce y complacencia al buen oÃdo.
 Fotos: CortesÃa de la autora
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Inti es sin duda alguna de lo mejor de la trova en Cuba.