Por estos días repaso los libros que me han llegado de Ediciones Áncoras de la Isla de la Juventud. Sus coordinadores, Daniel Zayas y Ailín García, han abierto un camino sin pensar en las distancias mar por medio. Así se les ve, con uno y otro título, empeñados siempre en hacer visibles a los autores desde la Feria Internacional del Libro, o participando en algún evento literario cubano.
Caminan por aquí, allá y acullá para encontrar los autores que formen parte de su catálogo e incluyen noveles y voces autorizadas en nuestro panorama literario. Afirman que todavía se encuentran en un período de crecimiento, consultando bibliografías, recibiendo talleres, formando el equipo de trabajo, pero haciendo un libro y luego otro.
La Asociación Hermanos Saíz, a la que pertenece este sello, apoya el quehacer de estos jóvenes, pero también es visible el Gobierno Municipal, la Dirección Municipal de Cultura, y la Uneac. El reto mayor, sostienen, fue sensibilizar para rescatar el trabajo perdido, y luego convencer e implicar, pero los libros, año tras año, han demostrado lo que puede lograrse con esfuerzo.
Afirman también que ni siquiera han llegado a la mitad de la meta, pretenden hacer una editorial que aunque pasen los años no pueda cerrarse por el impacto de sus resultados y pretenden lograr una entidad sólida donde autores cubanos y extranjeros coincidan, y aprovechar Internet para promover los libros en las redes sociales y sus diferentes espacios.
Los volúmenes se agrupan hasta el momento en tres colecciones: Brizna, para publicar autores jóvenes; Regiones de luz, ya legitimados; y Hojas clínicas, obras de pocas páginas. Hoy día Áncoras no puede verse como un proyecto editorial de la Isla, ni de la AHS. Es un proyecto cultural para los cubanos. Entre las mayores aspiraciones de sus realizadores está la difusión de sus libros y que los escritores más nuevos de nuestro país la conozcan y quieran publicar en ella.
Los libros que me han llegado de Áncoras tienen una hermosa factura, y entre las firmas que los prestigian se encuentran Francisco Mir, Luis Yuseff y Nelton Pérez, además de autores que publican por vez primera.
Para el año siguiente, Áncoras realizará la antología de los premios Calendario de ciencia ficción, en saludo al aniversario 30 de la Asociación Hermanos Saíz, y reeditará En busca de un tiempo perdido, de Ariel Ribeaux, un escritor que hay que descubrir.
Tomado de: Juventud Rebelde
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