Uno de los escollos con el que a diario tropiezan los jóvenes —y no tan jóvenes— realizadores cubanos es con el de la financiación de sus proyectos, a tal punto que sería imposible determinar cuántas ideas permanecen hoy engavetadas por limitaciones en la producción.
En un intento por contrarrestar esta situación, la Asociación Hermanos Saíz en conjunto con la organización italiana Grupo de Voluntariado Civil (GVC Onlus), el Grupo de los Estados de África, Caribe, Pacífico (ACP) y la Unión Europea llevan a cabo el proyecto Sparring Partners.
“La iniciativa, que incluye además a República Dominicana y Haití, tiene como objetivo la promoción y producción audiovisual de los jóvenes realizadores para potenciar temáticas relacionadas con la población en ámbitos sociales, culturales, medioambientales, cambio climático, género, grupos marginales, minorías y migración”, declaró Erduy Varela Cruz, director del departamento de Relaciones Internacionales de la AHS.
Por el contrario, quedan descartados aquellos contenidos que discriminen a personas o grupos de personas por razones de género, orientación sexual, religión, etnia, discapacidades físicas o mentales; que incluyan contenido y/o lenguaje de pornografía, y que apoyen partidos políticos y acciones proselitistas.
Los seis ganadores del financiamiento recibieron una suma para nada despreciable (hasta tres mil CUC) que les permitió hacer realidad lo que creían imposible de financiar por sus propios medios. Luis Raúl Izquierdo, estudiante de la Facultad de Medios Audiovisuales en Camagüey, pudo concretar así un proyecto un tanto ambicioso.
“Mi documental “Desarraigo” (22 minutos) intentó reflejar las vivencias de varias comunidades descendientes de coreanos en nuestro país y cómo han mantenido sus tradiciones a pesar del tiempo y la distancia. Para ello tuve que trasladarme por varias provincias lo que implicó un gasto de recursos que me hubiese sido imposible costear”, explica Luis Raúl.
Muchos jóvenes se quejan de que en Cuba existen muchas limitaciones en la producción ¿qué crees tú?
“Quizás soy bastante optimista, pero creo que oportunidades hay. Ahora bien, deben luchar para que sus proyectos salgan adelante y por tanto deben ser lo más entendibles posible, pues muchas veces a los productores no les queda bien claro qué es lo que queremos decir y allí puede venir la negativa”, dice Luis Raúl.
“Contar con un respaldo de este tipo resulta muy provechoso ya que, una vez terminada la obra, tendrá la oportunidad de participar en varios talleres y festivales tanto nacionales e internacionales”, agrega Luis Raúl.
El estreno de los documentales de esta primera edición del Sparring Partners se efectuó en el Almacén de la Imagen de Camagüey, y tendrán espacio además en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano; la Muestra Joven; el Festival de Cine Pobre en Gibara y las Romerías de Mayo de Holguín.
“Esa es otra de las ventajas de contar con un patrocinio de este tipo: de antemano sabes que el material va a moverse en distintas direcciones y va a llegar a distintos tipos de públicos. El reto mayor es cuando proyectan tu trabajo y se genera un debate sobre lo que estuvo bien y lo que pudo mejorarse. Eso es lo más importante para ganar en experiencia”, concluye Luis Raúl.
Al parecer existe la intención de que este sea solo el comienzo del Sparring Partners en la isla. Según confirmó Varela Cruz ya se realizan gestiones para que en los años venideros otro cúmulo de amantes del audiovisual pueda convertir, mediante este proyecto, sus ideas en imágenes.
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