La ventaja de vivir en el centro de la ciudad -y de una pequeña, por cierto- es que se logra conocer e identificar a quienes realizan parte de historia cultural en la región.
El teatro Abdala, ubicado en la ciudad de Ciego de Ávila, durante mucho tiempo permaneció detenido en el tiempo debido a un prolongado proceso de reparación. Después de tanto esfuerzo, desde hace muy poco constituye la casa oficial del grupo de teatro infantil Polichinela, el cual el próximo 24 de noviembre llegará a su cumpleaños 51.
Los muchachos y muchachas de este grupo (jóvenes todos, según ellos, porque el trabajo para niños los mantiene así) hoy poseen un espacio para recibir a quienes deseosos buscan un rato de diversión con sus conocidos títeres y puestas en escena.
Yosbany Abril resulta la cabeza de este colectivo, casi una familia. Es un hombre simpático y afanoso, siempre ocupado de una sala teatral a otra. Él comenta sobre sus inicios en el teatro y brinda algunas declaraciones sobre la agrupación que en la actualidad dirige.
Entrevistarlo resulta un placer. Con el diálogo se confirma la hipótesis: constituye, ciertamente, un titiritero agradable, modesto…
«Me gradué de la Escuela Profesional de Arte de Bayamo y comencé a trabajar como actor en 1997. Mis primeros trabajos fueron en el teatro para adultos, pero el mundo de los muñecos me apasionó más.
No fue hasta el 9 de junio de 2003 cuando empecé a dirigir la tropa de Polichinela. La mayoría de los actores del grupo tienen una formación empírica. Por ello, reciben preparación, pues funcionamos como una especie de academia y le otorgamos a este aspecto una valor primordial.»
Con más de 15 espectáculos presentados en el territorio y fuera de él, Polichinela ha ganado importante reconocimiento. Así lo demuestra la excelente participación en la recién concluida V Jornada de Títeres al Centro, celebrada en la provincia.
«Tener una sede exclusiva para nuestra compañía es un reto, porque nos obliga a producir muchas más obras, reponerlas y no descansar. Los premios de nuestros actores en varios festivales y las presentaciones en otras provincias devienen una forma de llevar nuestro quehacer al resto de los niños del país.»
Yosbany asevera que lo más significativo de su agrupación no son los éxitos alcanzados por el colectivo, sino el placer experimentado cada fin de semana cuando el público regresa a la sala de Abdala para una nueva presentación. Para Abril y su pandilla de Polichinela, «los aplausos son el mejor regalo para un hacedor de sonrisas y todos sus amigos.»
Foto: Tomada de www.invasor.cu (José Aurelio Paz)
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