Breve diagnóstico para las Ciencias Sociales en Cuba

Las Ciencias Sociales cubanas gozan hoy de buena salud. Si acudimos a las cifras, hay cientos de especialistas, centros, investigaciones y proyectos que dan fe de ello.

Aún más confiable es el diagnóstico si quienes lo emiten son el Doctor en Ciencias Económicas, el politólogo Esteban Morales; y el historiador, abogado y ensayista  Fernando Martínez Heredia, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2006.

Esta vez, los reconocidos investigadores expusieron sus ideas sobre El reto de las Ciencias Sociales en la Cuba de hoy en el espacio mensual de debate y reflexión Dialogar, dialogar… que organiza la AHS en el Salón de Mayo de su sede nacional, el Pabellón Cuba.

Si bien la prescripción general fue optimista, ninguno de los invitados dejó de señalar malas prácticas que han lacerado y pueden deteriorar aún más la calidad de vida de las Ciencias Sociales en Cuba a mediano y largo plazo.

Martínez Heredia criticó «la poca utilización de los resultados investigativos, la escasa visibilidad y publicación de dichos contenidos, el casi nulo vínculo con la población, la falta de recursos, el deterioro de la infraestructura, un sistema de retribuciones insuficientes y trabas burocráticas para la colaboración e intercambios internacionales».

En su opinión, el país cuenta con fortalezas en el ámbito académico e intelectual, pues durante años ha procurado el crecimiento y calificación especializada del personal y se registran notables avances en las investigaciones. Sin embargo, apuntó que se debe mejorar y transformar el sistema de enseñanza, pilar sobre el que se erige la sociedad, y la divulgación que hacen los medios de comunicación.

Al respecto, Esteban Morales hizo especial énfasis en la necesidad de «textos llamativos, interesantes y críticos en nuestra prensa».

Uno de los aspectos más importantes de las soluciones que busca el pensamiento social, según Martínez Heredia, es la utilización de los conocimientos e información de calidad, pertinencia y diversidad que sean suficientes.

Más adelante lamentó que la exhortación del presidente Raúl Castro en 2014 a estudiar el marxismo y combinarlo con una creativa conceptualización teórica del socialismo no haya encontrado suficiente eco. «Hay que asumir el marxismo, pero no aceptar cualquier cosa que se presente como tal».

Morales también advirtió sobre la tendencia dogmática a absolutizar el marxismo, a negar las ciencias burguesas, negando a Marx a su vez. «La ciencia es ciencia venga del contexto ideológico que venga, lo demás es dogmatismo».

Para Esteban Morales, es una cuestión de vida o muerte que las Ciencias Sociales se adelanten y digan las cosas que no dice la política. «Hay temas que pueden tornarse en contra nuestra, en una diplomacia agresiva», especialmente esos de los que apenas se habla o se dice nada en absoluto, por ejemplo, el racismo.

Según Morales, durante mucho tiempo las Ciencias Sociales han trabajado para explicar, no para buscar o indagar. «Ciencia que no predice no es ciencia», y en el caso cubano se ha concentrado en diagnosticar en lugar de pronosticar.

«Hay que lograr que el pensamiento y las ciencias sociales se pongan a la altura de lo que la sociedad espera de ellos», dijo Martínez Heredia, quien además reconoció el enorme deber que los científicos sociales cubanos tienen ante sí mismos y particularmente, ante los jóvenes: «Es hora de que los más experimentados compartan sin reservas con los más jóvenes, de enseñarlos a pensar y a ser culturalmente adultos, de que los dejemos conducirse por sí mismos y alegrarnos por eso, porque son ellos los que llegarán a conducir este país.

»La riqueza mayor de Cuba está en las personas que ha formado y en las que forma».

Fotos de la autora.