Sigue la fiesta de la poesía en Ciego de Ávila

Con la votación popular a través de los aplausos, después de una ronda de lectura poética de seis concursantes, la corona de flores cayó en manos de la joven escritora Yaíma Hernández en esta primera Noche Floral de los 30 Juegos Florales de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

Lo primero que se celebró en esa noche, fue la majestuosidad de un escenario muy bien elaborado y con motivos florales. Las luces parpadeantes le dieron un toque de fiesta, y los girasoles rodeándolo todo eran como los guardianes sempiternos de la poesía.

Solo se echaba de menos el aroma del agradecido café y la presencia de imprescindibles como Arlen Regueiro Mas y José Rolando Rivero. Pero, de alguna manera, ellos también estaban ahí.

Y se reconoció los altos vuelos poéticos del escritor Eduardo Pino González, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), nacido en Morón en 1970, y que mereciera importantes lauros literarios como el Premio de la Ciudad 2024 en Ciego de Ávila, el Eliseo Diego, y tantos otros. Fue el coronado de la noche y quien, a su vez, coronó a la ganadora de esta primera velada poética.

Realmente, no se echó de menos el fluido eléctrico, y la poesía de Reineris Betancourt, Yasmani Rodríguez Alfaro, Masiel Mateos, Tomás Eugenio Escobar y Yaíma Hernández, se hizo sentir en el café Barquito, y fue degustada como ocurrió, tantas veces, con otros poetas, en el pasado.

A la velada nocturna asistieron, además de los poetas invitados, el trovador Alain Poveda y Lien Piloto, un dúo hermoso que motivó a todos y lograron que la noche tuviera toda la lucidez, el carisma, para ser recordable.

Este dúo moronense, que ya se va haciendo cada vez más habitual en las tertulias y espacios literarios tanto de la AHS como de la UNEAC avileñas, cantan las propias canciones de Alain y las de otros trovadores del país. Sus voces empastan con una naturalidad que los vuelve únicos, y transmiten candidez desde la sinceridad más genuina, el buen gusto, y un respeto total hacia la canción y el público.

La escritura colectiva de un cadáver exquisito poético quedó pospuesta para la siguiente jornada, debido a la insuficiencia de luz. Más la poesía quedó prendida en el aire.

Como el eco de los aplausos y los vitores por el estreno del desfile de G’FK y su colección Vergel, realizada exclusivamente para estos Juegos Florales, y que incluyó la presencia de la pequeña Viensay Rodríguez González con un hermoso vestido color oro que causó sensación y abrió la pasarela.

De muchos colores, telas que surcaron los aires y pétalos de rosas que lo llenaron todo, se colmó la sede avileña de la AHS y fue el cierre de lujo para esta primera noche floral, que deja abierta la invitación para las próximas jornadas.

 

Pero el día tuvo un comienzo magistral con la lectura de los poetas Reineris Betancourt, Daniuska Viera Azcuy, Yasmani Rodríguez Alfaro y este servidor, en la Escuela Secundaria Pablo Elvio Pérez, de la capital avileña. Los estudiantes de dos aulas pudieron conocer, de primera mano, una breve historia de los Juegos Florales y ponerse en sintonía con algunos versos de estos escritores.

Luego, el café Estaciones de la librería avileña fue el escenario ideal para la charla a modo de presentación de un catálogo de narrativa de Ediciones Ávila, moderada por Lázaro Delgado Valencia, jefe de la sección de Literatura y organizador de estos Juegos Florares, y a cargo de quien escribe esta reseña.

Fue el momento propicio para recordar a narradores imprescindibles de nuestra literatura como Félix Sánchez, Ibrahim Doblado del Rosario, Ángel Lázaro Sánchez, Jorge Luis Arzola. Y para que Yasmani Rodríguez Alfaro, quien también labora en el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, discursara sobre la salud de la narrativa que se gesta en esta ciudad, famosa por sus poetas y portales.

La sociedad martiana, en la presencia de la presidenta y vicepresidenta, Odalys Margarita Sánchez Méndez y Mayslett Sánchez Clemente, respectivamente, evocaron a escritores y momentos importantes en la narratología avileña que marcaron un antes y un después, y que fueron el cimiento para lo que hoy se escribe en el terruño. Así se fundamentó la creación del Premio Eliseo Diego y de la revista cultural Videncia.

Se habló de Carmen Hernández Peña con sus libros de cuentos Farola y otros ahorcados y En este pueblo no hay antílopes, ambos por Ediciones Ávila; Lauro Vázquez, con Pasarela; Reynaldo González y Jaime Sarusky; Félix Flores Varona; y de tantos otros.

 

Días de poesía, buena música y algo de narrativa siguen sucediendo en estos 30 Juegos Florales y la entrega del VI Premio de Narrativa La llave pública, aún aguardan a esta ciudad. Centros de trabajo, escuelas, universidades, están siendo privilegiadas con la lectura de poemas contemporáneos en voz de sus autores. Todo por la salvaguarda de una tradición que se remonta a siglos pasados y que fuera tan familiar.

Junto a la AHS, este evento, que es el segundo más longevo de esta organización, cuenta con el apoyo de la UNEAC y el auspicio del Centro Provincial del Libro, Ediciones Ávila, el Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, y todo el sistema de la Cultura en el territorio.

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