Termina el calendario y qué mejor festejo que recordar algunas de sus páginas más significativas. Atrás quedaron los tiempos de la pandemia que moldearon realidades, y la cultura, al igual que otros sectores, bebió de la fuente del renacimiento. Eso no quita que queden muchos desafíos porque, ya lo dijo Martí, «el arte, como la sal a los alimentos, preserva a las naciones».
Las artes visuales, en general, mostraron una resurrección con el rescate de eventos que desde hace años no se realizaban como Confluencia, La Plástica en Abril y el Salón José Antonio Díaz Peláez. También nacieron los proyectos Zona Creativa y Selfie, para juntar a los artistas de la plástica e incentivar la creación a través de varias acciones. Las exposiciones vislumbraron un florecimiento en calidad y variedad, alentadas, en alguna medida, por la crítica especializada. Además, reabrió la galería Fayad Jamís, de las más confortables de su tipo en la provincia, y se apreció un renacer de la instalación, una expresión poco trabajada aquí en los últimos años.
En el apartado de las letras, numerosos lauros en concursos nacionales reafirmaron el potencial literario existente en nuestra tierra, destacando los premios Nicolás Guillén (poesía) e Ítalo Calvino (novela), obtenidos por Carlos Esquivel Guerra. Varios jóvenes integrantes de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) obtuvieron, igualmente, guirnaldas en certámenes nacionales, nombres como Raúl Leyva, Eduardo Rosell, Tomás Escobar, Sandro Leyva y Armando López Carralero.
La Feria del Libro en la provincia mostró más calidad y variedad que en otros años, y especialmente resaltaron sus espacios teóricos. El taller literario Cucalambé festejó medio siglo de existencia como cantera de exponentes que hoy poseen un prestigio nacional e internacional. Asimismo, nacieron espacios literarios para homenajear a escritores que ya no están físicamente como el concurso nacional Renael González y La eternidad no basta para todos. Nos sobrecogió el fallecimiento de Antonio Gutiérrez, escritor, editor, crítico e investigador que, además de legarnos varios libros, se preocupó por formar editores, promover la cultura y capacitar a nuevos talentos.
En el mundo del pentagrama, se celebró la presencia centenaria del órgano oriental en la provincia y la comparsa Estampas Tuneras (Zabala) arribó a sus siete décadas en defensa de la tradición. Por su parte, el fonograma Mujer que sueña guitarras obtuvo una nominación al Cubadisco, en la categoría instrumental, y la XL Jornada de Concierto regaló melodías dedicadas a aniversarios de notorios colectivos, entre ellos el coro Euterpe, en su cumpleaños 30. Además, el Festival Entre Música, de la AHS, propició la confluencia artística, con presencia de prestigiosas figuras como Anabell López, Tony Ávila e Inti Santana.
En cuanto al arte de las tablas, la obra Clowncierto, de Teatro Tuyo, obtuvo el Gran Premio Aquelarre y Mejor Espectáculo Teatral en el Festival Nacional del Humor. Sin embargo, la partida hacia la capital de la compañía nos dejó un halo de tristeza, por perder -también- una Escuela Nacional de Clown y mucho más. En cambio, nos alientan el arreglo de las salas teatrales Blanca Becerra y Raúl Gómez García, así como que se continúa trabajando en el teatro Tunas, con vistas a que reabra con mayor confort y carácter polivalente.
Otra alegría fue el rescate de la jornada de performance e intervenciones públicas La Pupila Archivada, gracias al empeño de la filial provincial de la AHS. Asimismo, el Festival Nacional de Magia Ánfora retomó su carácter competitivo, con la participación de prestidigitadores de varias provincias cubanas e invitados mexicanos y -además- la compañía tunera Huracán Mágico se alzó con el Gran Premio.
Esta vez la Jornada Cucalambeana amplió su diapasón al llegar hasta La Villa Azul y comunidades intrincadas; mostró nuevos certámenes y espacios como el Concurso Vestido de guayabera y el primer Salón Fotográfico Esencias de Mujer.
También festejamos con varias actividades el cumpleaños 45 del Sistema de casas de Cultura y se reconoció la labor del Movimiento de Artistas Aficionados, responsable de más del 90 por ciento de la programación cultural de la provincia y acreedor de resultados en festivales nacionales y otras citas. La Brigada de Instructores de Arte José Martí, por su parte, eligió nueva presidencia, encabezada por el instructor de teatro Héctor Luis Bolmey Ochoa.
En cuanto al patrimonio, aunque algunas instituciones museables continúan cerradas, otras han dado pasos como encaminar una sala egipcia en el museo provincial Mayor General Vicente García y el desarrollo de eventos con la presencia de diplomáticos al estilo de los excelentísimos señores Maher El-Adawy y Hirata Kenji, embajadores de Egipto y Japón en Cuba, respectivamente.
En la escuela profesional de arte El Cucalambé se trabajó en cuatro objetos de obra y, a pesar de las vicisitudes, este centro obtuvo resultados como ser la provincia más premiada en el tercer concurso de piano Amado Touza, desarrollado en Santa Clara.
Con varias iniciativas a lo largo de todo el año, Radio Victoria y la Casa de la Décima celebraron sus aniversarios 70 y 30, respectivamente. Asimismo, el Festival Guarachando Compay Gallo y la Peña Prodigiosa festejaron sus 15 primaveras.
La gira Una Mejor Juventud despertó varias emociones y, específicamente el concierto de Karamba, Buena Fe y el dúo Iris, desarrollado en la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García, tuvo récord de público, en comparación con los cuatro sucedidos anteriormente en el oriente.
A pesar de la difícil situación socioeconómica del país, instituciones como las filiales de la AHS, la Fundación Nicolás Guillén y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) defendieron un arte de vanguardia. Esta última, por ejemplo, realizó la asamblea de balance correspondiente al período 2019-2022 y creó la comisión organizadora de su X Congreso.
En general, el sector no dejó de defender buena parte de lo mejor de nuestras expresiones artístico literarias. Sin embargo, siempre quedan retos y proyecciones. Entre las directrices enunciadas por Darlenis Urquiola, directora provincial de Cultura, en diálogo con el periodista Gianny López Brito, figuran: la implementación adecuada de la política cultural cubana, el diálogo constante con escritores y artistas, así como una mejor atención a instructores de arte y público, en general.
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