Más allá de establecer la hoja de ruta de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) para el futuro inmediato, el 4to. Congreso deviene espacio propicio para conocer y consensuar las distintas miradas de los miembros de la vanguardia artística juvenil a lo largo y ancho del archipiélago cubano; debates que, con seguridad, serán arduos y estimulantes, como suele ocurrir con todo aquello que inquieta y motiva la creación.
Los delegados, conscientes de que el escenario económico y social de la Cuba de hoy es muy diferente al del cónclave anterior, efectuado en 2018, llegan con preocupaciones diversas que emanan de su labor creativa, en permanente contacto con la realidad social que viven.
Propuestas culturales diferentes, nuevas formas de creación, plataformas, y gestión cultural resaltan entre las inquietudes de sus delegados, que buscan siempre preservar las raíces de nuestra cultura, en cada una de sus producciones.
Rompiendo barreras
Buscar y lograr que la AHS se parezca más a su tiempo, sus miembros y las nuevas formas del arte, es una consideración común a muchos de los que participan en el cónclave para representar a sus colegas. Por eso, la cantante Annie Garcés, quien también asistió al encuentro de 2018, considera que esta cita llega en un momento complejo para la sociedad cubana.
«La AHS, que reúne a tantos jóvenes, tiene que parecerse más a la juventud que vive en Cuba y ha decidido tener su vida y hacer su carrera artística en este país. De eso es de lo que más debemos conversar, lograr esa representatividad de la juventud y la realidad que estamos viviendo», dijo.
A propósito, Danaysi Brito Hernández, presidenta de la AHS en Cienfuegos, señaló el golpe que ha representado la emigración para sus afiliados. Actualmente han sufrido más bajas por ese motivo, que por edad.
La música electrónica hecha por jóvenes ha ganado mucha aceptación en los últimos tiempos. Foto: Lednoy Borrell
No obstante, quienes todavía permanecen dentro de la organización, en nuestras salas, galerías y escenarios, constituyen una vanguardia artística que «tiene la responsabilidad de cultivar y potenciar nuestras raíces culturales, ya que no se puede concebir un arte auténtico e identitario si en su creación no es netamente cubano», consideró Rafael Alejandro Cruz Pérez, delegado villaclareño.
La doctora y rapera cienfueguera Xiomis Lidia Navarro Collado se considera suertuda porque la AHS la acogió en su seno. Asegura que dentro de la organización halló gremio, apoyo y espacios para cultivar su arte, que no es de factura netamente nacional, pero que se alimenta de conflictos y entornos sociales con los que se identifica cualquier cubano.
La música electrónica resulta uno de los géneros que parece sacado de otra geografía para entrar en Cuba como invasor. Nada más alejado de la realidad, según opina el cienfueguero Álvaro Daniel Calzada López, Álvaro Dj, quien acota que es probable que en los últimos años haya sido el género que más se esté produciendo en el país.
«Lo digo sin ningún tipo de reserva porque hay muchísimos jóvenes productores y creo que las instituciones de la música cubana le deben más espacios a la música electrónica. Y es música cubana. Que nadie crea que ellos llevan a los festivales internacionales música de Europa. Lo más atractivo está en el background de la rítmica cubana, que siempre se hace notar», señaló.
Para Cruz Pérez, mezclar y fusionar también constituye una fortaleza, porque difícilmente un joven creador no se mueva y deje influenciar por las nuevas tendencias, «pero el producto artístico final tiene un sabor cubano indiscutible. Esa manera de crear desde nuestro pedacito, esforzándonos por darle esa identidad determina en gran medida que la generación de nuestro tiempo y las futuras no se distancien de nuestras raíces culturales».
Para Elizabeth Casanova Castillo, otra delegada del centro del país al 4to. Congreso de la AHS hoy, la frontera entre las manifestaciones artísticas se diluye, por eso el arte debe pensarse rompiendo barreras. «Necesitamos que sea más dinámico como lo son los tiempos. Debemos incluir todo lo que tenga valor despojándonos de prejuicios y repeticiones de formas ya enquistadas.
«Un papel muy importante corresponde a las instituciones culturales, que también deben repensar su funcionamiento a tono con la realidad y en función de rescatar sectores de la población para el consumo de un arte y una cultura propios, pero también actual», consideró.
Crear con lo que tenemos a mano
Las actuales circunstancias económicas y sociales también impactan en el desarrollo del arte joven, que apuesta por nuevos soportes y plataformas para hacer entregas de calidad a toda costa. La experiencia de Cienfuegos con la producción de libros y discos digitales de jóvenes creadores es una de las alternativas que Brito Hernández lleva al Congreso.
Si bien no han tenido todo el avance que desean, ambas se presentan como alternativas atenuadas a los tiempos y que permiten una mayor socialización de las obras. Tales propuestas, más que opciones, deben marcar la nueva ruta de creaciones que a veces quedan engavetadas por falta de recursos para completar su producción.
En tal sentido, Dj Álvaro pregunta por las nuevas formas de gestión de la música, consciente de la disminución de los presupuestos, contexto en el que afianzar la autosustentabilidad de la AHS resulta fundamental, «porque lo que sí no se puede acabar es la música, el arte, y tenemos muchos muchachos con deseos de aprender a hacerlo bien. Eso requiere un despliegue de recursos, pero sobre todo organización».
Para Cruz Pérez «detener la creación ni siquiera es una idea. Aunque carecemos de muchas de las cosas con que contábamos antes, vamos a tratar de hacer más con menos, como cuando hemos estado en zonas de desastre o en poblados rurales de difícil acceso. La cultura no se puede paralizar porque es el mejor alimento del alma y el espíritu».
No podía faltar en esta conversación la nueva generación de artistas cubanos la referencia al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien los bautizó como creadores en el sentido más amplio de la palabra y dijo que la cultura es lo primero que hay que salvar.
Por eso, como expresó Annie Garcés, «en este momento la Asociación tiene que ocuparse de seguir salvando la cultura y unir a muchos más jóvenes, convocar para que todos aquellos que tienen inquietudes artísticas se sumen a esta gran familia de transformación que es la AHS. Estoy segura de que el año próximo será bueno para la organización, en la que estaremos más presentes y más cerca de nuestra gente».
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