En varias ocasiones he sido invitada para conversar sobre mis libros publicados. Acá en Cuba recientemente finalizó la Feria Internacional del Libro, itinerante por todas las provincias del país. Tuve la oportunidad de estar en La Habana para la presentación de mi cuarto volumen publicado, una reedición del primero, Rostros, que esta vez salió en epub por el sello Cubaliteraria con el título Zona inexplorada. Así llamé hace ya nueve años al primer cuento que escribí en mi vida mientras cursaba el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Me hizo feliz que la editora Daína Rodríguez sugiriera publicarlo con ese nombre, así hago honores a ese primer cuento.
La vida y sus azares es realmente asombrosa, pues, justo cuando se conmemoraban los dos años de publicado mi primer libro, sale reeditado en mi país sellando otra primera vez en mi carrera como escritora, siendo también el primer libro que publico en Cuba. Así que ya marcaron esos mismos cuentos dos importantes primicias: primer libro publicado, y luego primer libro publicado en mi terruño. En general, Rostros ha traído un sinfín de alegrías y siento fortuna por ello, pues, conozco a no pocos colegas que reniegan de su primer libro. Ciertamente, a medida que uno va madurando en este oficio, lo que debe ocurrir, si te tomas en serio el trabajo, es que evoluciones creativamente, también en cuanto a estética y vayas perfeccionando tu propio estilo. Si no pasa así, preocúpate, es sano que podamos evidenciar esos cambios, pero no avergonzándonos de nuestro primer hijo/libro, ese al que tanta fe le tuvimos una vez, tanta confianza como para lanzarlo al mundo.
Allá por 2020 comenzaba a ponerse de moda una editorial en EE.UU promocionando el slogan de “libros como puentes” para unir a la Isla con ese extremo norte que tanto lleva de Cuba en sí mismo. Fuimos y somos muchos los escritores cubanos que enviamos manuscritos inéditos y no inéditos a las manos de Eduardo René Casanova Ealo. Ese cubano establecido en Miami hace ya unos cuantos años, escritor, laureado en sus tiempos de juventud acá en la Isla, dio vida a ese sueño editorial que tuvo desde siempre. Así nació Editorial Primigenios. Estuve al tanto desde la apertura de sus puertas, y me lo pensé varias veces para enviar el volumen. Me hubiese gustado mucho que mi primera obra saliera publicada en mi país, pero, eso ya en ese momento era bastante utópico, ahora cada vez más, teniendo en cuenta como siguen las crisis, no solo la del papel. Decidí enviar mi libro, con aquellos quince cuentos realmente primigenios en mi carrera y poco después supe que había sido aceptado. Pasaron unos cuantos meses hasta que estuvo listo y se hizo el lanzamiento por Amazon el 18 de febrero del 2021. Claro, no fue así de simple. Antes estuvo todo el proceso editorial de las propuestas de portadas, las cuales rechacé una detrás de la otra hasta dar con esta que, me atrapó de súbito. Fue amor a primera vista, pero previo ya había rechazado, con tremenda pena, unas cinco portadas, más toda la revisión que hice yo en Internet a la búsqueda de una imagen que resumiera la esencia de Rostros.
(Algunas de las propuestas de portadas de Rostros que rechacé durante su concepción editorial)
Tuve por primera vez el libro en mis manos en junio de 2021. No puedo describir la emoción que sentí. Realmente una sensación poderosa de triunfo. De amor profundo a esas páginas que tanto soñé ver publicadas. Hice hasta una fiesta en casa con mi familia y amigos más cercanos.
No obstante, una vez pasada la emoción, comencé a revisar detalladamente el volumen y noté erratas que nunca antes percibí durante el proceso para la maqueta final del libro. Son cosas que pasan, sobre todo ante la inexperiencia, amén de que nunca es igual revisar un documento en físico que digital. Muchas veces le pasé por encima al PDF creyéndolo listo, luego comprendí que una obra nunca queda lista del todo. Estuve rumiando varios días la idea de la decisión que luego tomé: hablé con el editor y mandé retirar el libro de las plataformas de ventas, pues, luego, en un análisis más a fondo, me convencí de que el libro podía tener mejor edición, merecía una mejor edición. Sin darle más vueltas envié el documento último sobre el cual había trabajado con la editorial (previa consulta con su gerente y tras obtener los permisos) a un amigo editor cubano y pagué por sus servicios. Hicimos un buen trabajo de conjunto y sin alterar el orden de los cuentos, ni las historias, concebimos un mejor Rostros. Coloqué algunos exergos que en la primera maqueta faltaron y la verdad, quedé complacida. Luego envié una vez más el libro ya reditado a la Editorial y volvieron a ponerlo en venta.
Amén del contratiempo con la edición, mi primera obra publicada me ha dado muchísimas alegrías. Estuvo tres días consecutivos en el número uno de literatura erótica en Amazon y en el cincuenta y nueve de obra de ficción, con más de trescientas descargas por día tras una promoción que realizara la Editorial.
El libro estuvo en dos Ferias Internacionales del Libro: en Cartagena de Indias, Colombia y en Miami, en los stands de ventas de la Editorial Primigenios.
Esta gestión editorial ha permitido que mi obra llegue hasta donde no he podido llegar yo. Aunque, de alguna forma, los autores siempre estamos en todos los caminos que recorran nuestras letras.
Pero, sobre todas las cosas, Rostros me ha permitido llegar al público lector, porque este primer libro que publiqué fue la puerta abierta para todo lo demás que se ha desencadenado en mi camino como escritora y merece unas crónicas sobre cómo ha hecho florecer mi carrera. Creo que siempre seré recordada como la autora de Rostros, aunque salgan cien libros míos más, y eso me hace feliz.
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