Náthaly Hernández Chávez, periodista y escritora matancera de 28 años, acaba de ganar la XXIV edición del Premio Celestino de Cuento que se convoca desde Ediciones La Luz, sello editorial de la AHS en Holguín. Lo ha hecho con el libro “La figura en el puente”, un conjunto de siete relatos que el jurado seleccionó por unanimidad de entre los 23 cuadernos en concurso.
La joven autora estuvo en la Ciudad de los Parques para la premiación, y desde allí revela algunos detalles del libro ganador y de sus impresiones sobre el premio y el proceso de escritura.
El jurado deja claro desde el acta del premio que este es un libro que aborda la condición humana ¿Qué pueden esperar los lectores de este cuaderno de cuentos?
Lo que pueden esperar, sobre todo, son textos sinceros o que buscan ahondar en la psiquis. Es un intento, no sé si lo logré, pero por lo menos me gusta reflejar lo que veo en mi entorno y también darle una interpretación propia. Algunos de los cuentos no son realistas al ciento por ciento, sino que juegan un poco con el surrealismo, con la subjetividad de quien esté contando la historia, del personaje, de la voz del narrador. Pero son cuentos que, sobre todo, intentan ahondar en esas vivencias, en las cosas con las que tenemos que como seres humanos tenemos que lidiar en algún momento de nuestra vida. Con decisiones, con tragedias, con momentos límites o con momentos que no parecen límites pero que luego van a desencadenar situaciones límites. Es un libro que trata sobre eso, sobre cuestiones que he visto de mi ambiente, otras que he imaginado, pero sobre todo que intenta llegar, desde el punto de vista emotivo, a cómo los personajes viven esas experiencias, qué significan para ellos, cómo los marca como seres humanos, como personas, en qué los convierte o los lleva a ser, a pensar, a comportarse. Es eso, una búsqueda.
Muchos te conocen como autora de ciencia ficción porque tienes premios relacionados con el género. ¿Necesitas de estados de ánimo distintos escribir ciencia ficción o realismo?
Más que estados de ánimo lo que me empuja es la historia, o sea, hay historias que desde que a uno le viene la idea a la cabeza dice “esto tiene que ser contado por ciencia ficción o fantasía”. Porque cada género y cada subgénero tiene sus códigos y hay otras que si no son contadas desde el realismo a lo mejor pierden. Eso depende de dónde la historia me lleve y también de las herramientas que utilizo. Uso mucho la música, entonces, dependiendo también de la que esté escuchando en ese momento me empuja a un género o a otro. También la busco para que se adecue a la historia, creo mis propias bandas sonoras con música que tiene que ver con un género u otro.
Recientemente entraste al Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso ¿Cómo llega esta narradora que ya ha ganado el Premio David, que acaba de ganar el Celestino, a esa fiesta innombrable que es el Taller de Técnicas Narrativas fundado por Eduardo Heras León?
Con muchas expectativas y sobre todo con muchos deseos. El “Onelio” es un curso que llevaba muchos años queriendo pasar, pero siempre me lo impedía una cuestión distinta. Antes estaba más abocada a la poesía, después vino la pandemia. Pienso que se me fue atrasando la posibilidad de presentar hasta que finalmente ahora lo logré y es, como tú dices, una fiesta. Estoy feliz de finalmente poder ir porque es algo que me debía a mí misma y que quería hacer desde hacía mucho tiempo.
Desde Holguín vemos a Alfredo Zaldívar y a su editorial Ediciones Matanzas donde trabajas, como paradigmas. ¿Cómo ve una escritora matancera al Premio Celestino?
Desde mi visión es de los premios más deseados, no solo por lo que representa sino, y lo he dicho anteriormente, precisamente por ser publicado por La Luz, que es una gran editorial que apuesta por los jóvenes, por las narrativas en general, la poesía y todos los géneros, de autores de todas las edades, pero siempre con mucha calidad, con mucho profesionalismo, entonces además de las editoriales de Matanzas, el otro lugar donde uno sueña, al menos yo como autora matancera, donde soñaba publicar, era este y el sueño se cumplió, así que estoy felicísima. Me siento realizada y contenta.
Sé que los libros de La Luz son hermosos y que mi libro va a ser bien promocionado, bien editado, va a terminar como un producto de calidad y va a llegar a los lectores con esa calidad. Eso me llena de tremenda satisfacción.
¿En qué estás trabajando? ¿Qué estás escribiendo?
Ahora mismo estoy escribiendo un poco de todo. Sigo escribiendo poesía, narrativa tanto de ciencia ficción, fantasía como realismo. Me estoy divirtiendo, la estoy pasando bien. Disfruto escribir. Disfruté escribir este libro de Celestino, aunque algunos cuentos tengan una temática un poco más macabra que otros. El proceso fue algo que disfruté mucho. Estoy intentando mantener esa alegría y ese goce de escribir en todos estos géneros. No sé si van a ser buenos, malos, regulares, si serán mejores o peores, pero eso no me va a limitar a la hora de escribirlos y de crear. Estar en constante creación es lo que estoy haciendo.
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