La Pupila…, para que no apague su luz (+ Fotos)

Hace unos años nos entristeció la noticia de que no se haría más la jornada de performance e intervenciones públicas La Pupila Archivada, algo que en ese momento respondía a una decisión nacional. Por eso, que se haya retomado, en primer lugar y sobre todo, por la voluntad de la actual dirección de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el territorio, nos devolvió la alegría, máxime cuando ha sido por tradición una de las citas más releventes de la filial provincial.

Del 27 al 29 de abril, confluyeron aquí artistas de provincias como La Habana, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, con multiplicidad de propuestas que llevaron a calles, instituciones y comunidades alejadas del centro histórico.

pupila7El performance, a tono con la concepción del evento, fue una de las disciplinas privilegiadas, con variados ejemplos, que abrazaron todas las expresiones artísticas. Iniciativas singulares, signadas -más allá de la actuación- por el llamado a reflexionar sobre tópicos como la calidad o no del quehacer cultural que se promueve, las emociones que pueden acompañar a un embarazo y la importancia de la poesía para el crecimiento espiritual. El cuidado del discurso, el lenguaje extraverbal, el «cómo» transmitir de manera profesional el «qué», estuvieron entre los elementos percibidos por el auditorio.

Uno de los que se destacó en el necesario «empuje» que a veces necesitan los artistas para sumarse y salir de su zona de confort fue Andrés Borrero. De hecho, una de las acciones encomiables que realizó la AHS aquí fue buscar asesoría previa en personas con experiencia en el evento como el escritor mencionado y la cantautora Iraida Williams, otrora líderes del gremio.

Leonor Pérez Hinojosa y Yury García Fatela fueron dos de los coterráneos que protagonizaron «escenas citadinas». En diálogo con 26 explicaron cómo la interacción con los públicos, en un entorno marcado por la espontaneidad de las circunstancias y otros factores, motivó a los creadores y resultó «inyección» a su trabajo, pues los «obligó» a superarse, a crecer. Eso es una fortaleza.

Para los espectadores también resultó provechoso, pues el arte se acercó a ellos; los receptores mayormente fueron transeúntes, personas comunes que no siempre asisten a las instituciones culturales. Un vecino del reparto Primero, a raíz de una descarga musical acontecida como parte del programa, me preguntó si tenía «el tipo de música que defendieron unos muchachos en la Plaza de los Recuerdos»; se refería al hiphop. Lo que revela la influencia que pueden tener estos eventos en la población y en la elevación de su gusto estético.pupila4

Obras de teatro, conciertos, grafitis, realización de tatuajes y otros aderezos, complementaron la agenda que, por tres días, dio vida a la ciudad desde el punto de vista cultural, con significativos elencos. Y, en ese impacto sobre la gente, más allá de asociados a la AHS, estuvo el éxito real de La Pupila…

Pero detrás de los resultados siempre hay esfuerzo, inventiva, perseverancia y deseo de «no seguir perdiendo cosas», frase que he escuchado mucho últimamente. Sé que no fue fácil, faltó el apoyo de algunas instituciones que, cuando hay un evento de esa naturaleza, deberían recordar que la cultura es una sola y apoyar en lo que se pueda, amén de presupuestos y otras razones.

También hubo excepciones y entre «ellas» figuró la casa de cultura Tomasa Varona, con su proyecto de estatuas viviencias D´Seos Teatro; el centro cultural Luanda, que abrió sus puertas para una presentación ante un cambio imprevisto a última hora; la Universidad de Las Tunas, con el apoyo de estudiantes de Comunicación Social en la promoción del jolgorio, y la Dirección Municipal de Cultura, que costeó el concierto del trovador habanero Oscar Sánchez.

Sin embargo, la mayoría de las cosas corrió a cuentas de la AHS tunera, que tuvo que ahorrar mucho para lograr su sueño de rescatar La Pupila Archivada, principalmente cuando hoy no dispone, para ese evento en particular, de fondo extra por parte de la dirección nacional de la organización.

pupila6En general, respondieron amigos e inspiradores, dispuestos a dar batalla a pesar de todo. Y lo hicieron desde la creación, el trabajo en equipo, la búsqueda de alternativas y el aporte personal en algunos casos, porque la logística no siempre se lleva bien con las matemáticas y cuando alguien «de afuera» visita tu casa, quieres ofrecer lo mejor.

Claro, hubo que hablar desde la transparencia con los artistas cuando las opciones no fueron idóneas y «estirar el pie hasta donde dio la sábana». Mas, el evento se hizo, y se hizo con una calidad y variedad decorosa; aunque se atrasara un poquito alguna que otra actividad, todo es perfectible.

Voluntad, alianzas, adaptación…, claves que abrazan la frase de que «cuando se quiere, se puede». Pero pensando en futuras ediciones, fuera inteligente dirigir la mirada hacia la cita desde la provincia; vivimos tiempos difíciles y no podemos darnos el lujo de desperdiciar espacios, talentos ni oportunidades.

Bien lo resumió Yuris Eduardo Bueno Yero, líder de D´Seos Teatro, cuando dijo: “Retomar La Pupila Archivada fue sabia decisión. Intercambiamos experiencias, dimos vida a la ciudad, los artistas nos sentimos realizados… Es lo que hay que buscar: no perder los eventos, sino echarles ganas y que las cosas salgan con calidad. Siempre se pueden ingeniar iniciativas para defender nuestra cultura”.

pupila8

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo más Leído

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Suscripción

Para recibir nuestro boletín ingrese su dirección de correo electrónico