Pareciera que en 2022 la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Ciego de Ávila ha hecho magia para traer a las carteleras alrededor de 14 eventos, reinventar jornadas, crecer en membresía, mantener espacios fijos, transformar la Casa del Joven Creador en área colateral de muchísimos otros certámenes y hacer del trabajo comunitario disfrute y no comodín.
Esta es solo una enumeración apurada que se me antoja al filo de un año complejo en el que se exprimieron presupuestos, se convocó hasta el cansancio y se presentaron, la mayoría de las veces, sin que mediara remuneración alguna, pero, sin dudas, hay muchísimo más detrás del empuje de la vanguardia artística de la provincia.
De algún modo, ya nos hemos acostumbrado a que esta tropa ponga el arte y la satisfacción de hacer primero que la economía doméstica, por eso, Santa Massiel Rueda, presidenta de la AHS en el territorio, insiste en que el apoyo, el acompañamiento y la sensibilidad deben nacer aquí y no llegar desde la capital, donde está enclavada la sede de la organización.
Sin dudas, 2022 nos devolvió una Casa del Joven Creador vital que abrió sus puertas siempre y sin excusas, con luz eléctrica o sin ella, con más o menos público, con lluvia o con frío. Apenas arrancaba enero y ya Estrofa Nueva traía el sabor de la poesía y la buena música para homenajear a José Martí y, en marzo las propuestas fueron un deleite y en un ejercicio casi de malabarismo sucedieron dos grandes certámenes: Trovándote y Somos Abril.
De Trovándote habrá que decir que continúa reinventándose y siendo puerto seguro para la canción de autor. Contra cualquier pronóstico los trovadores llegan, transforman la ciudad en una fiesta e irradian la tradición desde el centro del país en un espacio de aprendizaje y común disfrute. Asimismo, Somos Abril, en su primera edición, fue un digno regalo a la memoria de Yosvany Abril, ese incansable artista que puso el teatro de títeres avileño en el mapa nacional y dedicó sus últimos esfuerzos a llenar las lunetas de la sala Abdala con público adolescente.
En abril fueron Expo-tatoo 2022 y la Jornada por el Día Internacional de la Danza los certámenes que acapararon la atención. El primero, logró reunir a 10 tatuadores y la piel fue lienzo para seguir deconstruyendo estereotipos, mientras que el segundo trajo danza al espacio público de la ciudad y logró una conjunción armoniosa con los estudiantes de la Escuela Elemental de Arte Ñola Sahíg Saínz.
Cuando el ritmo parecía descender, lo espacios fijos mantuvieron en alza la cartelera, siendo Décima Cuerda una sorpresa que cada mes unió modernidad y tradición para hacer del verso improvisado cosa de muchachos y no patrimonio exclusivo de quienes peinan canas.
En un pestañazo llegó el verano y fue detonante para la vida cultural de la ciudad. La AHS abrió con la jornada La casa por la venta y, con un ajetreo como de hormigas, labró un camino dorado en el que sus asociados asumieron un rol pedagógico.
Teatro, cerámica, literatura, música y artes plásticas encontraron seguidores, creándose un movimiento inquieto alrededor de la Casa del Joven Creador que trastrocó la rutina, justo lo necesario para la continuidad y la renovación. El cierre de estos dos meses intensos fue Caleidoscopio, que convidó a resumir en dos días todo lo hecho en julio y agosto.
La jornada ¿Por qué luchamos?, dedicada al aniversario 65 de la muerte de Luis y Sergio Saíz y las celebraciones por el natalicio de Fidel Castro Ruz removieron sentimientos en agosto, mientras que el Simposio Música y Juventud, del Festival de Música Fusión Piña Colada, encontró cobija bajo el techo de la Casa del Joven Creador.
Diferentes centros educacionales y comunidades del territorio fueron destinos trazados en el cronograma del cantautor Raúl Torres en suelo avileño, al que se le unió una guerrilla cultural que fue in crescendo con la batuta de la vanguardia artística.
Con este espíritu recibieron octubre y con él a Todo por el Arte, que aunó a trovadores de la talla de Leonardo García, Ariel Barreiros, Michel Portela y Nelsón Valdés. La literatura, el diálogo y el trabajo comunitario fueron otros aderezos que cumplieron con la expectativa hacer coincidir la mayor cantidad posible de manifestaciones. Reprogramar las actividades por la falta de energía eléctrica fue parte del día a día, pero no excusa para suspender.
Un punto de inflexión fue la desaparición física este año de dos de sus Miembros de Honor. Hablamos del escritor Arlen Regueiro Mas y de José Rolando Rivero, también escritor y artista visual, quienes con su empuje y talento protagonizaban muchas de las peñas y espacios en cartelera. Es imposible el olvido y concordemos en que el mejor homenaje es continuar su obra, por eso, el taller de escritura creativa Brisa Nueva camina seguro, ahora, liderado por Lioneski Buquet.
Los últimos meses fueron más dinámicos y la etiqueta #NoPodemosParar no ha sido solo válida para el algoritmo de las redes sociales y para desplegar toda una campaña comunicacional alrededor del trabajo de la AHS, sino lema y perspectiva para esta organización que hace rato marcó su mayoría de edad. Con esta certeza y compromiso, Títeres al Centro y la Cruzada Cultural Siguiendo la Trocha subieron la parada.
En noviembre regresaron los títeres y no importaron los teatros cerrados para materializar un ambicioso cronograma de actividades, que fue desde las principales plazas de la ciudad hasta sitios de difícil acceso. Seis días de marionetas quedaron reducidos a tres, pero esto no opacó la magia de la cita, que se confirma como imprescindible y aplaudida.
Las comunidades que a lo largo de la Trocha de Júcaro a Morón disfrutaron de los títeres volvieron a atestiguar arte del bueno con la Cruzada Cultural Siguiendo La Trocha, uno de los proyectos más ambiciosos de la asociación. En siete días la Brigada Luis y Sergio Saíz fue de La Caoba, en Venezuela, a Tuero, en Morón, para comprobar que hay comunidades a donde no llegan ni los instructores de arte ni los promotores.
Es en esta línea donde Santa Massiel Rueda reflexiona: cuando terminábamos una actividad los aplausos eran en ristre y hasta los adultos querían llevarse a casa un libro, aunque fuera infantil. Hay mucho por hacer, el trabajo comunitario no puede ser palabra vacía, deber ser acción y compromiso. Me siento satisfecha de que los jóvenes asociados lo comprendan y lo asuman.
Pero si todo esto parece poco, recordemos que los avileños brillaron nacional e internacionalmente con su participación, por ejemplo, en la Primavera Teatral, en Granma; en el Festival de la Canción Política, en Guantánamo; en el Mejunje Teatral, en Villa Clara, y en el Primer Congreso Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado o, incluso, pensemos en los muchos premios y reconocimientos que llenaron sus vitrinas, entre ellos, los de Santa Massiel y los de los escritores Leonel Daimel García y Lioneski Buquet .
En sus filas hay muchachos que ostentan hoy una doble membresía, al haberse aprobado recientemente su paso a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, lo cual, si bien no es un hecho inédito, marca un hito en los últimos tiempos.
Al final del 2022 llegan con la insatisfacción de no haber visitado las comunidades fuera de la línea de la Trocha de Júcaro a Morón y con la certeza de que el poco presupuesto disponible para programar, que es lo mismo que soñar, limita y acorta horizontes; no obstante, lo dicho aquí demuestra superación, luz larga y ensalza la creación como el principio y el fin de todos los esfuerzos. Probablemente, también, un anuncio de lo que viene porque 2023 será un año de congreso y ya sabemos que AHS es acción y presente.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.