“Ustedes cantan y lo que hacen es recital de ideasâ€, dijo la investigadora Ãngela BenÃtez Quevedo casi al cierre del coloquio del décimo festival Canto adentro, que del 24 al 26 de noviembre hizo de la ciudad epicentro de la trova cubana.
Para un programa que ha movido la canción de autor por espacios de negocios privados, sin dejar de pernoctar en la Casa del Joven Creador, fue clave el intercambio en el Centro de Convenciones Santa Cecilia.
Reflexionaron en torno a la figura del cantor popular, la herencia y la permanencia de la trova durante más de un siglo, y el señalamiento a la intención de resaltar sólo un fragmento cercano en el tiempo de esa larga historia.
A propósito del aniversario 50 del Movimiento de la Nueva Trova, BenÃtez Quevedo se refirió a los representantes de Camagüey, sus vÃnculos con las figuras de Silvio RodrÃguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, entre otros.
Para que sea movimiento, insistió, no pueden faltar todas las geografÃas en ese mapa, y lamentablemente hay muchos nombres invisibles u obviados que, ya con setenta años de edad, llevan la condición de cantautor como actitud de vida.
La investigadora compiló alrededor de 200 temas con pentagramas, de autores como Miguel Escalona, el coordinador del Movimiento de la Nueva Trova en Camagüey: “Estoy muy interesada en que los chicos las lean y las cantenâ€.
Tanto en La Habana como en otros territorios, este proceso cultural surgió como voz de muchas contradicciones sociales que salieron de manera cantada, de ahà la asignatura pendiente desde la musicologÃa de ampliar la muestra de estudio.
Entre los hallazgos, BenÃtez Quevedo identificó el primer manifiesto de cantores, redactado en Camagüey, asà como muchas de las canciones de ruptura, confirmadas por el propio Silvio RodrÃguez y por Leo Brouwer.
La investigadora exhortó a no perder la tradición en Cuba de escuchar al trovador, a hacer estudios de público, a salirse de los espacios estereotipados, a dejar registro de su microhistoria, de sus narrativas.
La nueva trova siempre estuvo mirando a ver qué se podÃan prestar, cómo ellos pudieron encontrar sus puntos de unión; a fin de cuentas, recalcó, los cantautores se buscan y se encuentran.
El festival Canto adentro ofrece esa oportunidad de mirar a los ojos y de reconocerte/reencontrarte/salvarte en el asidero de los cantautores incluso en las letras que desgarran, en la música que duele.
Hoy culminará el evento de la Asociación Hermanos SaÃz que traza nuevas rutas para la circulación de ideas y emociones en la ciudad, pues, evidentemente, donde hay voz y canción, hay poesÃa, sentimiento y vocación cultural.
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