Del tres al seis de noviembre los muñecos volvieron a Ciego de Ávila y se tejió la magia en la ciudad con Títeres al Centro, evento que celebró los aniversarios 36 de la fundación de la Asociación Hermanos Saíz y los 60 de Polichinela, anfitrión absoluto de esta cita, que año tras año trae hasta aquí a los mejores cultores del género.
En la nómina de invitados se incluyeron el Guiñol de Guantánamo, el Pequeño Príncipe, la compañía teatral Mejunje de Santa Clara, la Guerrilla de Teatreros y el Guiñol de Remedios, los cuales hicieron de cada presentación un lujo sobre el escenario, que los más pequeños agradecieron con aplausos y caras de asombro ante cada descubrimiento.
La hornada de titiriteros llegó, también, a escuelas y comunidades del territorio con la intención de seguir abriendo el espectro de la jornada teatral y llevar el arte allí donde fuera más necesario.
El sábado pasadas las 12:00 de la noche cerró el telón, luego de que La noche más larga del títere hubiese desvelado a la ciudad. Cada una de las plazas se quedó corta frente a la afluencia de espectadores y quedó claro que el teatro de muñecos encuentra aquí un recodo feliz para distenderse.
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