Cuando este 28 de enero cerró el telón de la XVIII Estrofa Nueva quedó impregnado el sabor de la poesía y la buena música, por más que no haya sido este un programa ambicioso capaz de reunir un gran número de invitados foráneos y trasladarse por algunos municipios de la provincia.
En esta oportunidad la Asociación Hermanos Saíz previó actividades on-line y otras presenciales, que se ajustaran a los posibles escenarios epidemiológicos con tal de que la recordación y el homenaje fuesen luz para el Apóstol.
Los espacios teóricos se redondearon con varias propuestas, entre las que destacó la conferencia del periodista Luis Raúl Vázquez Muñoz, que vino a recordar que en la obra martiana está contenido un periodismo ilustre, ampliamente elogiado por la crítica y con marcas literarias singulares.
Desde El Diablo Cojuelo hasta la fundación del periódico Patria y sus publicaciones en el diario argentino La Nación fueron algunos de los elementos compartidos con el público para resumir en solo una hora el genio creativo de un hombre que en 42 años de vida nos legó una obra inmensa.
Quizás, uno de los momentos más exquisitos fue la mención de materiales referenciales, o sea, aquellas obras que no debiéramos dejar de leer, a sugerencia de Vázquez Muñoz. De este modo hizo referencia a las escenas norteamericanas publicadas en forma de crónica durante casi 10 años en La Nación, al ensayo Nuestra América, y al reportaje El terremoto de Charleston, como pruebas magistrales de la imbricación entre el periodismo y la literatura, terreno todavía de amplia discusión en la actualidad.
Con la conferencia La impronta de José Martí en Ciego de Ávila, a cargo del historiador José Martín Suárez, llegaron detalles interesantes sobre visitas y nexos existentes entre la ciudad y el héroe y el espacio Enfoque, en la Casa del Joven Creador, puso el lente sobre la figura martiana y su representación en el cine.
Bajo la conducción de José Ángel Guevara Tamarit, el realizador Jorge Luis Neyra protagonizó un amplio diálogo centrado fundamentalmente en la película Martí, el ojo del canario, de Fernando Pérez, que nos devolvió la imagen de un ser más terrenal y humano.
Las artes plásticas tuvieron su representación con la exposición El hombre de La Edad de Oro, fruto de los talleres de creación dirigidos por Yasmani Rodríguez Alfaro; mientras que Estación Burbuja tuvo una parada con el escritor avileño Vasily Mendoza.
El programa sumó recitales de poesía a cargo de Iracema Díaz, Lázaro Delgado, Laura Ortega, Lioneski Buquet y Claudette Betancourt, y la música de cámara estuvo representada por Adalys Díaz, Alexey Mursulí y Dayana Espinosa. Además, pudo disfrutarse del trovador Leosdany Castellón y del dúo de jóvenes camagüeyanos Mantra.
A estas alturas ya ha sido norma el entusiasmo de los muchachos de la AHS y el dominio de la red de redes para posicionar sus contenidos, sin embargo, no fue esta edición de Estrofa Nueva una de las más concurridas, como tampoco es el auditorio el que decide el éxito, complacidos de que al final de enero siempre haya arte joven para agasajar al más grande los cubanos.
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