El mundo acontece ya por dos años como un crepúsculo interminable, que cuando pareciera continuar hasta devenir en noche y proseguir hacia la luz del alba, no lo hace. Sin embargo, los seres humanos en esa lógica de especie que se adapta para la supervivencia seguimos creando soluciones ante la pandemia que acecha; y no solo para curar el cuerpo sino además en ese mimo tan necesario al espÃritu.
Asà precisamente llegó este noviembre el Festival de Música Canto Adentro en la urbe camagüeyana, como un mimo imprescindible y oportuno para el alma. Una suerte de viaje donde el destino es llegar allÃ, donde laten los sentimientos y las ideas, en el espacio exacto donde la especie humana encuentra su motivo y su calma.
Todo aconteció del 19 al 21 en el mes once de un año que será recordado (reflexionado) en Cuba y el mundo, un perÃodo que ha demostrado cuán frágil podemos ser, cuán efÃmera puede tornarse la vida y cuán necesario es el valor humano para con los otros y con la madre natura.
Entonces llega esta música cubana donde el propósito es precisamente el mismo, salvarnos. Pensar, sentir, contar, liberar, aunar, crecer, son algunos de los significados en verbo que definieron este Canto Adentro. Como expresara el fundador de los y artÃfice en estos nueve años ya transcurridos del evento:
“El motivo es la música como un camino para encontrarnos, definirnos, y asà a lo que nos rodea. Un evento surgido para reivindicar la trova agramontina, llevarla a todas partes, incluso a quienes no conocÃan o disfrutaban de este género musical pero que pudieran sentir en su lÃrica un canto a la libertad, a la belleza de la vida, las emociones y, por supuesto, una expresión de pensamiento crÃtico sobre nuestro contextoâ€.
Fueron tres dÃas y tres noches de conferencias al estilo de BarberÃa, con la canción por delante y el buen consejo a la par: “la música es la meta y la gran pasión, lo demás es simplemente la consecuencia. Informarse, estudiar, ser constante, enfocarse en el propósito. Entonces necesariamente seremos buenos músicos, de hecho, solo asà logramos el arte y el artista auténtico e inolvidable que trasciende.
Conciertos e intercambios en el Conservatorio de música José White, la Academia de Arte Vicentina de la Torre, la Casa del Joven Creador y el Café La Comarca de la AHS en la provincia, el Alberto’s Café, el Casino Campestre y el emblemático Parque Ignacio Agramonte, fueron las actividades y paradas necesarias durante estas “trovesÃas para crecerâ€.
El cantautor Luis Alberto BarberÃa, integrante de Habana Abierta, arreglista, compositor y percursionista vocal, compartió su rumba, funky y guaguancó, asà como conocimientos de arreglo y producción musical.
Ronaldo RodrÃguez y su agrupación Ronkalunga de siete artistas del bajo, la guitarra, el saxofón, la baterÃa y percusión menor, trajeron a la ciudad de los tinajones su música alternativa impregnada de identidad con el género nengón y sus temas nominados a los Lucas y al Cubadisco.
Desde la AHS de Ciego de Ãvila, Con Motivos Personales, nos conquistó Santa Massiel y sus tres chicas trovadoras, diestras en disÃmiles instrumentos de cuerda y percusión, y una poesÃa cantada para pensar, bailar y amar.
Entonces no podrÃa definirse de otra forma, este Canto Adentro en Camagüey ha sido un mimo necesario para el alma, una trovesÃa para continuar la vida.
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