Autor: Félix A. Correa Álvarez
De la radio a la pequeña pantalla llegó Leyber Gómez, un joven locutor y conductor de programas radiales y televisivos, poseedor de una voz clara y excelente dicción que, unido a la seguridad que muestra en el escenario, ha despertado la simpatía, el cariño y el reconocimiento de su público, el cual admite que su naturalidad es también una de sus grandes virtudes.
En su natal Gibara, provincia de Holguín, Leyber dio sus primeros pasos en el mundo del arte en un grupo de aficionados al teatro, pasión que alternaba con la declamación, donde también se destacó desde pequeño.
Pero no fue en las tablas donde encontró su verdadera vocación, la radio estaba hecha para él a su justa medida. Fue así que, después de varios cursos y talleres de actuación y locución, se inició en el medio en la emisora Radio Gibara “La Voz del Atlántico” y, poco tiempo después, comenzó a alternar en la televisión como conductor del canal territorial Gibaravisión.
Háblame de tu experiencia en el canal territorial Gibaravisión. ¿La consideras tu primera escuela en materia de televisión?
“Mi paso por Gibaravisión fue una de las cosas más bonitas que me ha sucedido en la vida. Llegué sin tener ninguna experiencia profesional en el medio, por lo que me tocó aprender mucho y en poco tiempo; además, fue como tocar con las manos un sueño que había idealizado desde pequeño, pero que jamás imaginé que podría hacer realidad. Sin dudas, fue una gran experiencia y una verdadera escuela.
“En Gibaravisión tuve la oportunidad de hacer prácticamente todos los programas del canal, desde un juvenil hasta un histórico, una revista variada, pasando incluso por el informativo, a tal punto que algunos amigos cercanos, en modo de broma, me decían que el canal debía llamarse “Leybervisión” -se ríe-.
“Recuerdo con mucho cariño los espacios Dejando Huellas y 100% Natural, los que, a mi consideración, marcaron para bien mis comienzos en la televisión”.
Después de brillar en los medios de comunicación de su ciudad natal, Leyber emprendió un nuevo camino. En las emisoras capitalinas Radio Cadena Habana, inicialmente, y Radio Rebelde, después, continuó su carrera en populares espacios radiales en los que, además de cautivar a los oyentes con su voz, impregnó su estilo de versátil comunicador. Fue precisamente esa versatilidad lo que lo llevó una vez más a estar frente a las cámaras de la televisión.
¿Cómo llegas a la televisión nacional?
“A la televisión nacional llego en 2019 a través del Canal Educativo con un espacio llamado Tres Veces Más, que salió solo para el verano de ese año. Fue mi primera experiencia para los medios nacionales y allí tuve la oportunidad de trabajar con el gran director Rafael González, a quien el día de hoy agradezco muchísimo por la valentía de darme una oportunidad siendo prácticamente un desconocido, ciertamente no todos los directores se arriesgan y él se atrevió a hacerlo conmigo.
“Fueron solo ocho programas, pero es una experiencia linda que guardo con recelo. No obstante, estoy convencido de que el programa que me llevó de lleno al reconocimiento del público televidente, de una forma más general, ha sido Conexión Cuba, en donde ya llevo dos años y en el que he vivido las experiencias más bonitas de mi carrera”.
Hablando de Conexión Cuba, ¿cómo asumes este trabajo, donde a la par de la locución, debes asumir una preparación extra por la complejidad de las temáticas que se abordan?
“Conexión Cuba es un espacio que tiene sus particularidades. Los locutores principales están en el estudio virtual y mi parte se realiza cada semana desde una empresa u organismo distinto, por lo que ese intercambio con los especialistas requiere de una preparación constante en relación al tema del que estaremos hablando. Es un programa que me exige mucho, pero que a la vez me hace muy feliz”.
¿Te apasiona este medio o prefieres la radio?
“Cada medio tiene sus particularidades y, sinceramente, no podría elegir uno por encima de otro, pero la radio es una gran escuela y donde todo el tiempo estoy aprendiendo, le debo todo, sin ella no creo que podría estar haciendo televisión hoy. A pesar de que en la actualidad tengo varios proyectos en la televisión, espero estar toda mi vida en una cabina de radio, porque sin este medio no sé vivir, tiene una magia increíble que es imposible de explicar”.
El programa Sorpresa XL, transmitido actualmente como parte de la programación de verano, vincula de una forma muy peculiar ambos medios. ¿Cómo has vivido esta experiencia?
“Realmente ha sido una experiencia increíble. Sorpresa XL, que generalmente tiene otro estilo visual debido a las restricciones que impone la pandemia de la Covid-19, obligó a su equipo de realización a buscar otras alternativas para que el espacio saliera en el verano y se decidió llevarlo a este nuevo formato que, como bien dices, mezcla la radio y la televisión en un gran experimento visual.
“Tuve mucho miedo al inicio porque no sabía cómo iba a ser la reacción del público, sin embargo, puedo decir que nos ha sorprendido todo el alcance que ha tenido y el amor con que ha sido recibido”.
Háblame de tu trabajo como comunicador en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y en la Asociación Hermanos Saiz (AHS):
“En la UNEAC estuve colaborando por un período muy corto hasta que comenzó la pandemia y me vi obligado a elegir entre todas las cosas que hago, fue una oportunidad que agradezco mucho a mi amigo el periodista Eduardo Ernesto Cedeño Milán. Gracias a esta experiencia en la UNEAC tuve la oportunidad de aprender mucho sobre el manejo de las redes sociales que, como podrás imaginar, en una organización tan grande como esa, es un trabajo que requiere mucha dedicación y esfuerzo.
“En la AHS llevo tres años de manera ininterrumpida como comunicador y es una labor maravillosa que me ha permitido disfrutar y apoyar, desde mi posición, a lo más valioso del arte joven en nuestro país. Esta faceta también ha contribuido a mi crecimiento profesional”.
¿Cómo es tu relación con el público? ¿Te consideras un influencer en redes sociales?
“Realmente influencer como tal no me considero, pero tiempo sí le dedico y mucho a mis redes sociales. Creo que, en estos momentos, donde las plataformas digitales se han vuelto tan importantes, es necesario tener ese contacto directo con el público porque es una manera de retroalimentarse.
“Yo, por ejemplo, me nutro mucho de las opiniones de mis seguidores, porque en definitiva es para ellos para quienes trabajo. Felizmente mi canal de YouTube ha crecido muchísimo en estos meses, al igual que mis perfiles en Instagram, Twitter y LinkedIn, y mi página oficial en Facebook acumula ya casi 20 000 seguidores, algo que me llena de mucha satisfacción, aunque representa un reto y una gran responsabilidad que, como mencioné al inicio, requiere de mucha dedicación por mi parte”.
¿Cuáles son las tres cualidades principales que no le puede faltar a un buen comunicador?
“Bueno, es difícil resumir en solo tres cualidades todo aquello que a mi consideración debe tener un buen comunicador, sea de radio, televisión o cualquier otro medio. En mi modesta opinión y según mi corta experiencia, creo que es fundamental la preparación; hay que estar en constante superación pues cada día se aprende algo y todo lo que sea conocimiento siempre suma, nunca resta. En mi casa siempre estoy viendo documentales, leyendo algún libro o sencillamente viendo a los grandes que siempre tienen para aportarnos.
“Otra cualidad que no puede faltar es la naturalidad, es fundamental porque nos crea un sello, es lo que nos distingue del resto. También el carisma y la humildad son esenciales, y tristemente para muchos eso no existe, sobre todo cuando creen llegar a la meta.
“Y si de algo no podemos olvidarnos es de nuestras raíces, de dónde vinimos y a quién nos debemos: el pueblo que nos sigue y que siempre nos ha regalado su cariño”.
Leyber es poseedor de todas esas cualidades, siempre ávido de nuevos proyectos que lo reten como comunicador y que le permitan crecer y reinventarse. De igual manera, a pesar de la popularidad y el reconocimiento alcanzado, no ha perdido su esencia: la de un joven que, con talento, naturalidad y entrega, conquistó el cariño y la admiración del público. De la radio a la pequeña pantalla, llegó para quedarse…
(Tomado del Portal Web de la Televisión Cubana)
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