Relatos de un tiempo: Una catarsis desde el arte

La situación de confinamiento social que tuvimos que experimentar todos a causa de la pandemia de la COVID-19, incidió en todos los niveles de la dinámica social y personal del mundo entero. Desde el plano individual, colectivo, social, económico, cultural, político, cada región geográfica tuvo que reconducir su devenir y quehacer en función de enfrentar una situación no solo compleja, sino totalmente nueva y atípica. Fue en esa coyuntura que los artistas a nivel mundial tuvieron que redirigir sus concepciones y procesos de trabajo con el objetivo de mantener la creatividad, de generar nuevos proyectos y reformular visualidades diversas que, en su mayoría, estaban vinculadas directamente a esa nueva realidad, interpretada y construida de acuerdo a los horizontes personales y contextuales de cada sujeto. Durante todo este tiempo, el mundo se volcó hacia el arte y la cultura como alicientes al final de un camino espinoso y difícil.  

Miriannys Montes de Oca

Sin lugar a dudas, el arte devino en un exquisito antídoto en tiempos de caos y preocupaciones desmedidas; en una fuerza de resistencia donde plantear nuevos lenguajes, nuevas imágenes, nuevas realidades, nuevas metas. Mucho se ha dicho, escrito y creado a raíz de la experimentación de esos días raros, de temporadas largas de confinamiento social, de soledades abrumadoras. Y, el arte, se erigió como esa hoja de ruta que ofrece mayor claridad, que nos entrega perspectiva, que nos muestra zonas de permanencia posibles donde habitar en medio de crisis sanitaria, social, psicológica, individual, económica… Esa frase popular que circuló mucho durante ese lapso de aislamiento más fuerte, que versa “El arte nos salvará”, no es una gratuidad del momento o un hashtag de moda. El arte sí tiene esa capacidad de salvación, de curar en nosotros las angustias del presente y las incertidumbres del futuro.

En medio de ese ciclo obligatorio de confinamiento social, muchos artistas se vieron imbuidos en el proceso de creación; en narrar desde sus experiencias las circunstancias y consecuencias que la COVID-19 generó, así como el impasse que dominó la realidad de la Humanidad toda. Desde el momento justo en que esta pandemia forzó a un cambio radical en la vida de todos, comenzaron a surgir imágenes y procesos creativos como resultados de los comportamientos, de la situación de cada región y de estados de ánimo que fluctúan entre lo esperanzador y lo fatídico: historias que comportan una carga visual y discursiva en las que se conjugan lo social y lo humanitario.

Fue durante este tiempo que la artista cubana Miriannys Montes de Oca (La Habana, 1993) encontró en los predios del arte la vacuna para resistir y sobrevivir en tiempos tan densos y convulsos como los de aislamiento social. Fue un período productivo de trabajo, de experimentación y creación para ella en tanto el arte fue el nicho de confort desde donde reflexionar, poner en cuestión y sopesar las angustias e incertidumbres que durante un buen tiempo sobrevolaron el espacio doméstico de todas las personas. Al interior de su casa-estudio-taller, Miriannys no paró de crear. Las ideas emergieron a flor de piel, matizadas por una experiencia singular sin antecedentes, aderezadas con la sensación de soledad, zozobra, inquietud, hastío, esperanza… Surgieron así las obras que dan cuerpo a una serie concebida, producida y cerrada bajo el velo de la cuarentena.

Camino por Paseo, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

Mirando al cielo, 40×40 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

Relatos de un tiempo no solo deviene en el título de la última muestra personal de Miriannys Montes de Oca, sino también en el rótulo que comprende más de una quincena de piezas generadas al calor de una crisis mundial, específicamente durante el período de tiempo transcurrido entre marzo de 2020 y marzo de 2021. Lo que comenzó como una avalancha de ideas materializadas en lienzos, acumulados unos al lado de otros en su estudio, tomó forma de proyecto expositivo virtual con el objetivo supremo de mostrar tantas ideas, ansiedades y cuestionamientos de la artista en ese lapso de tiempo y “encierro”. Fue así como Relatos de un tiempo tomó cuerpo expositivo y curatorial, cuyo discurso se ancla en revelar a través de los canales estéticos y el matiz expresivo característico de la obra de Miriannys los disímiles momentos de intensidad emocional, de ebullición de sentimientos, de arrebatos psicológicos que afloraron en ella como sujeto social perturbado por las consecuencias del confinamiento impuesto durante un tiempo dilatado y difícil.  

Bailando en La Habana, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

Los amantes, 40×40 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

La muestra se dispuso expositivamente para ser apreciada desde los perfiles de redes sociales de la artista (ArteCubano Mmontes de Oca y @artecubano_mmontes_de_oca, dígase Facebook e Instagram, respectivamente), durante los meses de agosto y septiembre de 2021, en tanto se asumió el leguaje virtual tan explotado en los últimos tiempos como el modo más idóneo para socializar y compartir todo el cúmulo creativo de un año.

En esta quincena de obras se revelan las diversas sensaciones experimentadas durante un ciclo de mucho sentir, de mucha reverberación interior. Fue un período donde los deseos de decir se agolpaban y arremetían contra el lienzo. Son estos los relatos de un tiempo en cuarentena apreciados en clave poética, contrastantes en su despliegue cromático. Las emociones humanas centellean en su máquina de esplendor. De ahí la saturación de rojos y amarillos, de calor y fuego, de explosión y destellos. Pero también, los negros y los grises encuentran en estos soportes su protagonismo. El choque cromático no es una gratuidad estética de la artista; más bien es el efecto de su realidad contrastante, de una experiencia en la que el furor y la pasión (amarillos y rojos) llegaba a veces a bajar su intensidad ante las preocupaciones y la tristeza de la soledad (negros, grises, blancos). No podemos olvidar que, en medio de tantas esperanzas puestas en el horizonte, la realidad que vivimos seguía siendo gris en el mudo entero.  

La gitana, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

El “Yo” de la artista encuentra en estos lienzos diferentes situaciones de vida que se tornan colectivas, además de personales. Se advierte una intensión en ellos de intentar comprender al sujeto y, también, a nosotros mismos.

¿Cómo se comporta la sociedad ante un tiempo como el del confinamiento social? ¿Cómo nos sentimos individualmente? ¿Cuánto ha afectado este cambio radical en las dinámicas de socialización y expresión del ser humano? Intentar dar respuesta a estas y muchísimas otras inquietudes, se convirtió para Miriannys Montes de Oca en un desafío de esa etapa de vida. Cuestionamientos que afloraron en estado artístico, en estructura formal y cromática colmadas de zonas contrastantes y sugestivas, cuyo trasfondo se advierte común en todas las piezas: la soledad. Pero…, entendamos la soledad en tanto vehículo de reencuentro con nosotros mismos, en subterfugio para revisitar y analizar con nuevas miras nuestras carencias, cuestionar nuestra especie y apoyarnos en nuestra fe: esa que nunca podemos perder y que sirve de guía y sostén hasta en los momentos peores de crisis y desvelos.

El grito, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

Desde los propios títulos de las piezas se siente una identificación con momentos experimentados por todos; de ahí que más allá de lo individual, las realidades plasmadas en estos lienzos devienen instantes verídicos de cualquier sujeto: sensaciones y momentos reprimidos en medio del pecho que marcaron el devenir de muchos durante el período de cuarentena. Obras como Cargando la realidad, Mirando al cielo, El aparecido, El grito, Retrato a Manuel. El suceso o Derretidos nos sitúan en un paralelismo circunstancial que lleva a identificarnos con cada una de las escenas recreadas. Sensaciones que marcaron, y aún marcan, muestras concepciones de asumir, comprender y sobrevivir a tiempos tan complejos, donde la vulnerabilidad reinó completamente en los estados anímicos y psicológicos.

El aparecido, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

Asimismo, La gitana, Bailando en La Habana, Camino por Paseo, Los amantes o Autorretrato, revelan una explosión contenida de ilusiones, de anhelos por emprender y compartir, de situaciones por revivir y abrazar de nuevo. Miriannys Montes de Oca relata en sus lienzos la realidad de un tiempo intenso, similar al fuego y al hielo en sus extremos, al amor y a la soledad, al abrazo y al miedo. Busca trasmitir y exponer a través de sus obras la fe en el hombre y en su mejoramiento espiritual, a la vez que la tristeza peculiar de un tiempo sin precedentes. En mi opinión, su arte cura, repara grietas del alma, nos propone encontrar sueños en medio de espesas nieblas.

El arte ha logrado combatir la ansiedad de un tiempo pandémico. Ha sido un método eficiente de curación y expresión; ha sido el camino a través del cual vehiculizar miedos, emociones, sosiegos. Ha sido la mejor y más exquisita catarsis para expresar sentimientos difícilmente verbalizables. Para Miriannys Montes de Oca lo realmente importante está en el ser y en el arte, y ha asumido ambos polos para construir su lenguaje estético y su discurso en tiempos tan espinosos para el planeta.

Derretidos, 100×100 cm. Esmalte sobre lienzo/ autora: Miriannys Montes de Oca

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