¿El periodismo narrativo en peligro de extincion?

Omada de Internet “En ninguna profesión es más importante el arte de escribir que en el periodismo, que diariamente está produciendo literatura—efímera, es cierto, y en gran parte mala, pero sin embargo, la literatura de millones”.
Joseph Pulitzer.

La narración es un acto fundamental para el surgimiento de la civilización humana. Desde los tiempos ancestrales seguimos narrando en muchos de los ámbitos de nuestra vida.
Cuando hablamos de periodismo narrativo, pienso en la emoción que me provoca al leer un buen reportaje o una crónica, esa misma emoción que experimentó el autor cuando escribió esas líneas. Y es que el buen periodista es un hacedor de sentimientos, aunque todavía hoy carecemos mucho de esa pasión que le da vida propia a un género que describe y narra de forma coherente desde la humildad y el acompañamiento del lector.

Tomada de internet

Para muchos nos encontramos en marcha reversa donde el periodista perdió u olvidó su habilidad de contar historias y dejó su lugar como mediador en una sociedad a la que le han dejado de interesar los hechos contados a la manera del periodismo narrativo. Y es que el periodismo está tratando de encontrar su camino en medio de una situación cultural, histórica, social, política, económica compleja donde es necesario que los profesionales del gremio tengan sentimientos, ideas políticas, ideologías, impresiones sociológicas, filosóficas y un estilo propio.
Desde el punto de vista del receptor, el periodismo narrativo se presenta como un nuevo abordaje de la información. Recordemos que la narración periodística es una forma de transmisión de conocimientos y que va desde la selección del tema para narrar, su enfoque, la selección de fuentes y las preguntas a esas fuentes basadas en el qué, cuándo, por qué, dónde, cómo y quién
Enriquecer el periodismo desde la investigación es el eslabón principal para que se enriquezca la narrativa, porque “mientras más información se recopile, mejor se escribe”. Pero aún así, el periodismo es también una actividad interpretativa, la visión y la relación del reportero con los hechos es incuestionable por definición. No se trata de contactar a la fuente, pedir sus declaraciones y transcribirlas sin confrontación o contexto, sino de compartir con ellas. Un buen periodista no prescinde de su público y narra los hechos guiado por la necesidad de que sus lectores lo entiendan.
La narración es también la herramienta que orienta, transforma conciencias e ideas a nivel social, ya sea con un lenguaje poético o literario pero que denota, sobre todo, la personalidad del escritor y el cómo realiza una valoración propia de los hechos. Y es precisamente ese carácter interpretativo lo que le otorga al periodismo su potencial narrativo y lo lleva a abordar nuevas dimensiones de la realidad de una forma novedosa, con elementos que pueden embellecer un texto demostrando que es también un género literario.
Todavía hoy, la calificación de periodismo como literario o narrativo puede suscitar algunas controversias. Esa polémica es tan antigua como gastada y, por suerte, ya se ha superado, considerándose al periodismo como “el hijo moderno de la literatura”.
Hoy más que nunca, en el estado actual del periodismo, necesitamos recurrir a nuevos paradigmas teóricos y a nuevos conceptos para describir, analizar, narrar y crear textos periodísticos que abran las puertas hacia la narrativa. Lo cual demuestra que a veces nos encasillamos en poner etiquetas o clasificaciones, cuando es más importante narrar los hechos y romper con los clichés tradicionales que etiquetan al periodismo.
La narrativa caracterizada por una amplia información recopilada, detalles, personajes, hechos relatados fieles a la realidad circundante y unido al compromiso profundo con el tema a tratar, con sus impresiones sobre los acontecimientos y con sus lectores y audiencias es, en sí mismo, un requisito de la labor ética, el estilo, identidad e individualidad del periodista que narra historias, describe, informa y sobre todo interpreta y reflexiona.
Con la era de Internet y su hipermedialidad, el periodista ha encontrado herramientas más asequibles y económicas para publicar sus trabajos, con la creación de nuevos medios digitales que sirven de plataforma para la difusión de los textos narrativos. A nuestro entender, el periodismo narrativo incorpora hoy enfoques y perspectivas nuevas que amplían el campo de visión y de análisis de los hechos, situaciones y acontecimientos de naturaleza periodística. En la opinión del Miembro de Honor de la AHS, Maestro de Juventudes y Premio Nacional de Literatura, Luis Álvarez Álvarez, en su conferencia “Narrar es una cuestión humana”, impartida como una de las actividades del IV Coloquio Nacional de Periodismo, “sin subjetividad, sin la voz personal del periodista no existirá jamás una verdadera narración periodística, porque faltará lo esencial de la técnica personal, que es el motivo libre, el motivo introducido por las perspectiva personal de quien lo escribe”
Sin dudas, es necesario valorar e interpretar la realidad desde puntos de vistas diferentes, matizando las posibilidades expresivas del periodismo y de la información con profundidad, coherencia, con una interpretación creativa que no desplaza u obvia el hecho informativo, sino que lo complementa. Pero es labor de los periodistas encontrar ese equilibrio, para que no desaparezca la esencia del periodismo narrativo.

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