Cúmulos es el libro de cuentos ganador del Premio Calendario en la categoría de Ciencia Ficción del año 2020, escrito por G. Rei y publicado por la Casa Editora Abril. No creo que hubiera un libro mejor, y más acorde en cuanto a contenido, para tal nefasto año, ya que Cúmulos es un cuaderno con nueve relatos de terror fantástico, ambientados dentro de un universo de ciencia ficción, donde lo fantástico y el thriller sicológico se entrelazan y toman protagonismo en la historia.
Con este libro, Rei nos narra la historia (o un fragmento de ella) del reino homónimo al título del libro: Cúmulos. Un reino gobernado por los Primeros Rayos; una sociedad bastante oscura, donde conviven las altas tecnologías con clases más atrasadas (cyberpunk y steampunk), quizás como único elemento de ciencia ficción del libro. En este reino, aparece una “cosa” que comienza a devorar a todo el que se encuentre adelante, excepto a una niña. Paralelamente, un grupo de rebeldes llamados los Rayos Rojos, se levantan contra el sistema monárquico de los Primeros Rayos.
Lo más interesante del libro es su estructura. Al comenzar a leer el primer relato Conocidos de la oscuridad, no te imaginas que su final abierto, se debe a que el resto de los nueve cuentos narran sucesos posteriores y anteriores a la aparición de “la cosa”. Rei creó y organizó el orden de su libro, de forma tal que el lector se obliga a continuar la lectura para conocer el porqué de lo sucedido y el posible desenlace.
Todos los cuentos dejan una puerta abierta, una pregunta que solo se solucionarán si continúas la lectura. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una novela y cada cuento un capítulo. En Cúmulos cada historia funciona a la perfección de manera independiente; a pesar, de que, en forma individual no tuvieran ese impacto, esa fuerza que ganan en su conjunto. Esta cualidad individual permite que el orden de los relatos pueda ser cambiado, o puedas comenzar la lectura por el cuento que prefieras. De cualquier modo, el efecto del libro seguirá siendo el mismo. No obstante, a mi entender, Rei ha conseguido darle la forma que obtiene el mejor resultado en general. Quizás ese sea uno de sus valores agregados más preciados.
Otro de los logros en Cúmulos fue la descripción de un worldbuilding y una sociedad bastante atractivos y contrastantes entre sí. En el reino, además de “la cosa”, hay criadores de nubes, ferias, concursos literarios, vodka, obispos de la Iglesia de los Caballeros Celestiales, excéntricos inspectores con sombreros adornados con penachos de plumas cual diminutos cirros, experimentos científicos en Nimbus, filigranas de alba, Cadillacs de segunda generación y hasta cuatro nuevos jinetes del apocalipsis, entre mucho más. Todos ellos envueltos en una oscura atmósfera de tensión, asesinatos, ansias, hambre, traiciones, sexo, desesperación, epidemias y revoluciones.
En fin, el día a día en el reino de Cúmulos no difiere mucho del nuestro. Quizás debido a la introducción de elementos cotidianos de nuestro mundo al de este universo imaginario, Rei logre que el lector sienta muy real aquel reino, y a sus habitantes. Tal vez sea porque el mayor énfasis descriptivo de los personajes fue hacia sus sentimientos y sensaciones; y no tanto hacia el físico, que se logra tal empatía hacia ellos; incluso, hacia “la cosa”. Lo que sí es seguro, es que todo esto es debido a la honestidad a la hora de crear de G. Rei.
Los elementos del worldbuilding y de la sociedad no están forzados, no hay cargas frontales explicando nada. Todos los detalles imprescindibles para la concepción del universo, por parte del lector, están colocados magistralmente, como estratos, a lo largo de cada cuento. Cada historia te muestra un fotograma del reino de Cúmulos, de su gente y su cotidianeidad. Quizás a eso se deba el nombre de Cúmulos del libro y reino, ya que, por acumulación (del latín cumulus) de datos, personajes, cuentos, se va formando ese maravilloso paisaje creado por G. Rei, como el experto cultivador de nubes y letras que es.
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