Vi por primera vez a Alfredo Guevara en el a帽o 2011, cuando cursaba el segundo a帽o de la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Oriente. Hab铆a sido invitado a la segunda edici贸n del Foro Social Universitario, un evento organizado por un grupo de estudiantes que, guiados por el joven profesor de filosof铆a Oscar P茅rez Portales, aspiraban a crear espacios de intercambio y reflexi贸n sobre la sociedad y la cultura cubanas.
Asist铆 a sus dos conferencias, una en el Teatro Universitario de la sede Antonio Maceo y otra en uno de los anfiteatros de la sede Julio Antonio Mella. Escuch茅, atentamente, cada una de sus observaciones, y aunque no recuerdo con exactitud las ideas expuestas, s铆 tengo memoria de mi profunda emoci贸n al escucharlo hablar de la importancia de la libertad, de la autenticidad, de la preparaci贸n, del rigor.
Abierta la posibilidad de preguntar, levant茅 la mano t铆midamente, con un miedo terrible a formular una interrogante estulta. Para bien o para mal, la memoria tambi茅n se llev贸 mi interpelaci贸n. No obstante, no olvido la esencia de su respuesta: amor. La clave est谩 en el amor que lo pongamos a las cosas, en el amor que nos anime a crear, a hacer, a crecer, a vivir en definitiva. Para 茅l, el amor y la militancia estaban muy conectados. Aseveraba que la militancia no era m谩s que la pasi贸n y la entrega en defensa de un ideal, de un pensamiento, de un proyecto.
Fueron d铆as memorables, no solo por haber tenido la oportunidad de escuchar a un hombre excepcional; sino tambi茅n, porque estos encuentros marcaron un giro en mi vida como estudiante de Humanidades. Aquella interrogante me permiti贸 conectar con el grupo de j贸venes que coordinaba el Foro y, muy pronto, comenc茅 a ser parte de su comit茅 organizador.
Aunque Alfredo Guevara no repiti贸 la visita a la Universidad de Oriente, se mantuvo al tanto de nuestro trabajo y nos invit贸 en dos ocasiones al Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. En diciembre de 2011 partimos hacia La Habana un grupo de cerca de 10 muchachos, encantados y agradecidos por la invitaci贸n.
Para m铆, el viaje ser铆a extraordinario. En primer lugar, porque nunca hab铆a estado en La Habana (una ciudad que ya me fascinaba antes de conocer). Y en segundo lugar, porque podr铆a disfrutar de lo mejor de la cinematograf铆a latinoamericana contempor谩nea.
Tuvimos la oportunidad de volver a escuchar a Guevara, esta vez en el Aula Magna de la Universidad. Estar铆a en un panel en el que tambi茅n participar铆a Ignacio Ramonet. Y aunque mi memoria sigue haciendo mellas en esta narraci贸n, s铆 recuerdo, n铆tidamente, el intercambio entre ambos intelectuales.
En un momento, dialogaban sobre el soporte de los libros y la importancia de la lectura. Guevara insist铆a en el hecho de que, m谩s all谩 de los debates sobre los nuevos soportes para la publicaci贸n de textos, era preciso insistir en la lectura como eslab贸n fundamental de la formaci贸n. Lo esencial es no parar de leer, bajo ninguna circunstancia.
En diciembre del 2012 volvimos al Festival: un grupo mayor, de estudiantes y profesores. Tambi茅n escuchamos a Guevara, en el Pabell贸n Cuba. Recuerdo su agudeza, su facultad para comunicar y su notable capacidad para conectar con los j贸venes.
Han pasado ocho a帽os desde aquellas experiencias y sigo sintiendo la misma admiraci贸n y la misma gratitud por aquel hombre, consecuente y aut茅ntico. Ahora leo y releo sus cartas, sus conferencias, las entrevistas y solo encuentro coherencia, convicci贸n y lucidez, una encomiable lucidez.
La mayor parte de su vida Alfredo Guevara emprendi贸 los caminos del pensamiento y la acci贸n, con el prop贸sito de contribuir a la formaci贸n y conservaci贸n de un proyecto revolucionario, leg铆timamente, cubano. Sus aciertos como intelectual lo llevaron, junto a otros creadores, a la gestaci贸n de una industria cinematogr谩fica que part铆a de la siguiente premisa: el cine es un arte.
No obstante, creo necesario superar esa mirada de Alfredo Guevara en tanto exclusivo protagonista de los tiempos de fundaci贸n. Sus textos son una revelaci贸n de sabidur铆a y virtuosismo, que mucho pueden aportar a nuestras valoraciones sobre la pol铆tica cultural cubana en Revoluci贸n.
Si bien es cierto que una panor谩mica sobre la obra de Guevara exige de un espacio mayor del que disponemos y, por supuesto,聽 de una mayor preparaci贸n; me gustar铆a hacer algunas observaciones sobre un texto que considero esencial: Revoluci贸n es lucidez (1998). Este libro fue compilado por Camilo P茅rez Casal y recoge una buena parte de las entrevistas, intervenciones y conferencias concedidas por el intelectual cubano entre los a帽os 1959 y 1998.
Aunque resulte dif铆cil determinar cu谩les ser铆an los mejores trabajos de esta magn铆fica selecci贸n, me atrevo a recomendar las entrevistas Las revoluciones no son paseos de riviera (1992), La haza帽a cubana de empezar de nuevo (1992), La miseria es una tara, y hay que combatirla en la vida y en el lenguaje (1992), Ser hereje es ser revolucionario (1997), El azar concurrente me situ贸 de nuevo en un hito de la historia (1997) y M谩s que ser insular鈥 ser isla (1998), realizadas por Wilfredo Cancio Isla, Mario Benedetti, Jos茅 Carlos Avellar y Geraldo Sarno, Rufo Caballero, Amir Labaki y Argel Calcines, respectivamente.
De igual manera, resulta esencial la lectura de los textos Para alcanzar la lucidez suficiente (1961), Creemos un deber ser modernos (1962), No es f谩cil la herej铆a (1963), No es posible esperar que los prejuicios se conviertan en consignas (1965), Notas sobre la pol铆tica cultural del Partido (1974) y La vocaci贸n de ser (1978).
Obviamente, estas recomendaciones no desestiman el resto de los materiales, que, en este caso, incluyen palabras de apertura y clausura de varias ediciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, conferencias en escenarios nacionales e internacionales, o informes dirigidos a instituciones culturales.
El encuentro con el pensamiento y la 茅tica de Alfredo Guevara puede ser crucial para consolidar un esp铆ritu cr铆tico. Leerlo es interpretar la vida desde las premisas de la libertad y la autenticidad. Sus l铆neas son una constante evocaci贸n al amor, en tanto catalizador de la acci贸n transformadora, comprometida, militante.
Pero sus textos son, igualmente, referentes para entender la formaci贸n de la cultura y el pensamiento cubanos. Defend铆a, constantemente, la idea de estudiar a profundidad la historia de nuestra naci贸n. Insist铆a en resaltar que la Revoluci贸n, que el proyecto revolucionario cubano era la continuidad de un legado socio-hist贸rico, pol铆tico, art铆stico que deb铆a ser estudiado y justipreciado.
Conceb铆a la cultura cubana como eslab贸n de la cultura latinoamericana. Para 茅l, Am茅rica Latina era 鈥渦na patria dividida鈥, era unidad en su diversidad. En franca sinton铆a con el pensamiento martiano, el esp铆ritu de los pueblos que van del R铆o Bravo hasta la Patagonia acompa帽贸 el proceso creativo del fundador, primero, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematogr谩ficos (ICAIC) y, luego, del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Por otro lado, los escritos de Guevara resultan ser muy esclarecedores en cuanto a las pautas 茅ticas y est茅ticas que deben sostener la pol铆tica cultural de la naci贸n. Resalta la importancia de los nexos Arte-Revoluci贸n. Y exhorta a inundar de contenidos la acci贸n pol铆tica. En un momento asevera:
Nos falta permear la cultura pol铆tica de cultura art铆stica; no para que sea m谩s art铆stica sino para que sea m谩s pol铆tica. La revoluci贸n no podr谩 ser perfeccionada al punto que quisi茅ramos hasta que la pol铆tica no se sepa arte, y su sustancia no resulte impregnada por la vocaci贸n armoniosa o de ruptura renovante de que el arte es portadora por definici贸n. Por definici贸n, el artista es un revolucionario. Se propone transformar la realidad enriqueci茅ndola, entreg谩ndole formas que son nuevas o que se entrelazan y colocan de otro modo y mejor para la sociedad que le es contempor谩nea[1].
La renovaci贸n de la realidad exigir谩, siempre, del estudio cr铆tico y riguroso de sus din谩micas; as铆 como de la permanente b煤squeda de preguntas-respuestas a sus problemas. Solo as铆 la renovaci贸n ser谩 una perenne y valiosa transformaci贸n.
Por 煤ltimo (pero no por 煤ltimo menos importante), me gustar铆a dedicarle algunas l铆neas al principio de la herej铆a de Alfredo Guevara. Es bastante citada la frase 鈥淣o hay vida adulta sin herej铆a sistem谩tica鈥︹. No obstante, la esencia de esta aseveraci贸n la explica su autor m谩s adelante:
S贸lo hay una herej铆a digna de ese nombre, la que es hija de la lucidez. Y esa herej铆a no se conforma con el embrujamiento de la intuici贸n, en el inconformismo superficial: ella s贸lo se manifiesta en toda su plenitud en el esp铆ritu revolucionario. S贸lo el esp铆ritu revolucionario, en su m谩xima autenticidad, lejos de temer, promueve la superaci贸n de todos los status establecidos[2].
Lo cita anterior pertenece al texto 鈥淣o es f谩cil la herej铆a鈥, publicado en la revista Cine Cubano en 1963. Treinta y cuatro a帽os despu茅s, en entrevista concedida al cr铆tico de arte Rufo Caballero, Guevara mostrar铆a, una vez m谩s, su consecuencia:
La herej铆a es lo m谩s revolucionario que existe, y creo que la revoluci贸n es una herej铆a en s铆. Todo lo que rompe la norma, destruye lo establecido, o intenta hacerlo, y hace una b煤squeda enriquecedora de la realidad, o tratando de restablecer o de establecer t茅rminos de justicia, en el caso de una revoluci贸n, parece en un instante una herej铆a.
Yo creo por eso, que ser hereje es ser revolucionario, y ser revolucionario es ser hereje. No me refiero a las religiones, me refiero a la actitud ante la vida, a la actitud de b煤squeda, a la voluntad de renovaci贸n, a la voluntad de renovaci贸n a la voluntad de enriquecimiento de la realidad, a la inconformidad con lo que se tiene ante los ojos, a la voluntad de perfeccionamiento o de descubrimiento de otros planos de la vida y del pensamiento[3].
Vuelvo al 2011, al Teatro Universitario, a la Universidad de Oriente, al encuentro con Alfredo Guevara, buscando en mis recuerdos los asideros de mi devoci贸n. Conecto mis lecturas de ahora con mi admiraci贸n de entonces, y entiendo todo. Entiendo porque aquel hombre fue y ser谩, para m铆, un importante referente de lucidez.
[1] Alfredo Guevara: 鈥淢谩s que insular鈥 ser isla鈥 en Revoluci贸n es lucidez, p. 20-21.
[2] Alfredo Guevara: 鈥淣o es f谩cil la herej铆a鈥 en Revoluci贸n es lucidez, p.112.
[3] Alfredo Guevara: 鈥淪er hereje es ser revolucionario鈥 en Revoluci贸n es lucidez, p.123-124.
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