Una obra que nació aupada por la Asociación Hermanos Saíz llega por fin a la sede nacional crecida y vigorosa. Es la muestra Monstruos de mi Maquinaria, de Yorjander Capetillo, especialista de diseño escénico en el Instituto Superior de Arte (ISA).
Tras conocer la convocatoria a las becas de creación Juan Francisco Elso, en 2014, Capetillo aplicó con un proyecto que defendía construir o sugerir historias ficticias, con ironía, humor o crudeza. «Trabajo con el dolor humano, con la muerte y lo que queda después de ella, con las cosas que nunca sucedieron. Soy un artista que todos los días cuestiona la vida para que nunca pierda sentido», se presenta a sí mismo.
Con el visto bueno de un comité de selección recibió financiamiento durante seis meses para dar forma a estos “Monstruos”, que desde el jueves 29 de enero se exponen en la galería de arte del Pabellón Cuba, en La Habana.
«Lo que podrán ver son escenas de obras de teatro que no existen…», adelanta el joven profesor como para dejar intrigado al público. ¿Obras que no existen?… «sí, son imágenes que pueden sugerir determinadas historias, fragmentos que existen en mi cabeza, pero que parten de mis referentes personales, mi cotidianidad, y también de los intereses de mi generación, no de una obra específica», detalla un poco más.
«Mi generación consume más imagen que texto, y el texto teatral para consumirlo hay que ir a lugares específicos: libros o revistas especializadas. Lo que yo busco es más atraer la atención desde lo visual, interesar a la gente en el teatro pero haciéndola imaginarse su propia obra al contemplar estas escenas que les propongo», continúa.
En la muestra, los espectadores podrán notar la formación plástica de este diseñador escénico, graduado de la Academia de San Alejandro y también del propio ISA, en la materia que le ocupa el tiempo.
«A los participantes no se les va a entregar un catálogo de la exposición, sino unas postales donde se explica de qué va esta propuesta», aunque la sola apreciación de todas estas obras sumergirán al espectador en un mundo indudablemente teatral.
El periplo de Monstruos de mi Maquinaria recién empieza por la sede nacional de la Asociación que le dio vida, pero continuará. Con esta misma selección, Yorjander acaba de ganar una beca en Alemania, a donde llevará sus escenas. A todos los lugares que la lleve estará satisfecho, dice Capetillo, porque esta obra le provoca mucho placer.
«Esta muestra es muy especial para mí porque es como una muestra personal de mi trabajo diario actual. No es una compilación de trabajos viejos con otras pretensiones, es mi trabajo actual, y son mis “monstruos” creativos más urgentes», concluye.
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