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Desafíos urgentes y certezas cotidianas del periodismo cultural 2.0

Como una oportunidad para reflexionar en torno a las dinámicas del periodismo cultural en plataformas digitales calificó Yasel Toledo Garnache, periodista y vicepresidente de la AHS, el foro online “Periodismo cultural 2.0: Entre desafíos y certezasâ€, realizado desde el Portal del Arte Joven Cubano, sitio web de la Asociación, como parte del Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena.

Varias preguntas motivaron el diálogo entre los participantes e invitados, entre ellas: ¿Cómo aprovechar más la gramática hipermedial en función de nuestros contenidos? ¿Cómo nutrirnos mejor de las oportunidades de intercambios constantes? ¿Qué tan pertinente es el ejercicio de la crítica responsable en sitios digitales, redes sociales y otros espacios? ¿Qué elementos son indispensables para considerar el reflejo de sucesos relacionados con el arte y el ejercicio de la opinión como periodismo cultural? ¿Qué tan importante es el periodismo especializado en temática cultural a nivel internacional y particularmente en el contexto cubano?

“Los periodistas en temas culturales tenemos varios retos en cuanto a forma y contenido. Pensar el relato periodístico no solo como un texto o un material sonoro o audiovisual asilados sería un primer paso. Incluir una estrategia coherente en consonancia en las plataformas de redes sociales digitales podría ser otro. Pero no termina ahí. ¿La innovación dónde la dejamos? ¿De qué forma se sustenta ese trabajo innovador y creativo? ¿Qué recursos materiales y humanos se precisan para que los medios de prensa lleguen a audiencias y públicos sometidos a constantes estímulos y que su atención es ahora más difícil de tener?â€, comentó Dailene Dovale, profesora y periodista premiada en la anterior edición del “Martínez Villenaâ€.

“El otro gran reto que no podía faltar –añadió– es el temático. ¿De qué cultura se habla? ¿Ahí caben los podcast, los youtubers, los tiktokers y la cultura del remix en general? ¿No resultaría interesante una crítica profunda hacia estos contenidos que consumen los más jóvenes y que son precisamente los más ausentes en estos análisis? Del otro lado, alejado de las redes y de las polémicas digitales, qué mirada le dedicamos a los proyectos culturales comunitarios, a los proyectos feministas y antirracistas, a los que tienen un mensaje revolucionario y emancipadorâ€.

La necesidad de herramientas para realizar buen periodismo cultural, la estimulación del ejercicio de la crítica cultural fundamentalmente en los espacios televisivos, el análisis coherente de los procesos culturales, el aprovechamiento al máximo de los recursos de la web, pues “se sigue pensando sobre todo en lo tradicional y volcando eso a plataformas digitalesâ€, entre otros temas, generaron las opiniones y estimularon el diálogo en este foro online.

Paquita Armas Fonseca, reconocida periodista, crítica de televisión y miembro del jurado, subrayó: “Lo digital y estar en las redes no es hipermedia. ¿Qué es cultura o no dentro de las nuevas tecnologías? Es una pregunta que me sobrepasa. Francis Fort Coppola dijo hace 20 años que le preocupaba que con efectos especiales, cualquier mediocre podía hacer un cine popular. Ha sucedido, pero él mismo usando esas herramientas armó su espectacular Drácula. Fuera de las redes está la vida real, donde se pinta, se baila y no tiene por qué llegar a las redes. Nunca podemos olvidar esa vida de la que somos deudores y posibilita lo artificialâ€.

Por su parte, el joven periodista Darío Alejandro Escobar de El Caimán Barbudo destacó que “todavía se sigue reseñando poco y muy superficialmente, encontramos muy pocos textos o materiales profundos sobre los temas de cultura urbana (reggaetón, rap, música electrónica, break dance, música experimental) o de las culturas populares, digitales, religiosas o folklóricasâ€.

“El trabajo del crítico como curador de productos culturales es muy poco respetado no solo a nivel monetario, sino también a nivel institucional. Además, el trabajo de un crítico/creador/curador lleva mucho estudio y la relación esfuerzo-beneficios está muy desbalanceada. El problema de no tener en nuestros medios de comunicación a críticos sistemáticos y serios (hay sus excepciones, por supuesto) es que las audiencias pierden la posibilidad de conocer muestras de lo valioso de la cultura local, nacional y a nivel globalâ€, añadió.

En un debate que continuó en el grupo de WhatsApp del propio evento, Darío Alejandro recomendó lo que bien puede ser una premisa cada día en el complejo pero al mismo tiempo edificante ejercicio del periodismo cultural y la crítica: “Hay que romper el cascarón y mirar hacia afuera, no importa si vivimos en Baracoa, La Fe, Nuevitas o Santo Suárez y consumir materiales del paquete, de YouTube, aprovechar los bots de descargas gratis de Telegram y llenarnos de cultura latinoamericana, cubana y mundial. Creo que pasamos demasiado tiempo en redes sociales y sin leer a los clásicos. Hay mucho material ahí listo para crear reseñar y criticar. Es cierto que deberían pagar mucho mejor las críticas, pero el respeto a la crítica, al crítico, al creador, hay que ganárselo con bastante trabajo y bien hecho. Nadie lo va a regalarâ€.

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