Aquella tarde noche de 2019, más de 500 personas -casi todas jóvenes-, vitoreaban eufóricas frente al escenario. Las luces, los flashes de los celulares, el ir y venir mientras se buscaba espacio para un mejor ángulo visual; todo ese conjunto y esa energía simbolizaban a la multitud que disfrutaba las décimas, las controversias, las redondillas o las improvisaciones del más auténtico repentismo nacional.
Y eso, gracias al primer encuentro de Improvisación Poética Oralitura Habana: proyecto que posee el mérito de difundir esta manifestación artística con los códigos y a través de los canales que mejor conectan con las nuevas generaciones; al tiempo que funciona como plataforma para mostrar el talento de los repentistas que casi nunca vemos en televisión, y cuyo trabajo es vitrina del tiempo y el contexto que les ha tocado vivir. Fue el 2019, un año de fuerza vital para esa “forma de poesía oral y popular”.
Llegó el 2020 y hubo que reinventarlo casi todo. Las casas y las pantallas se transformaron en tablas para mantener vivos los sueños y los proyectos ya iniciados. De ahí que Oralitura se trasladara al escenario virtual y que crecieran otras iniciativas vinculadas, pero con objetivos, búsquedas y modos de hacer bien diferentes: la serie Decimalex, cuya primera temporada se estrenó en 2018 por el canal de YouTube del mismo nombre, fue una de ellas.
“Yo llegué al repentismo a través de Alex, y por supuesto, venía con la visión estereotipada que muchos asumen».
Leidys Hernández Lima
Soñadores, emprendedores y atrevidos, los jóvenes Leidys Hernández y Álex Díaz, directores de Oralitura y Decimalex, han logrado lo que parecía imposible: reubicar el género en la televisión nacional, desde una perspectiva fresca y atractiva no solo para quienes lo conocen.
“Decimalex surge por una necesidad. En la actualidad existe un vacío audiovisual sobre la realidad del repentismo cubano, así que partimos de esa premisa para mostrar lo que es la décima oral improvisada en Cuba, con su colorido, su folklore y sus fanáticos”, cuenta Alex a través de la comunicación a distancia que permite WhatsApp.
“El espacio tuvo una primera temporada en 2018 bajo el eslogan: Un viaje por Cuba en verso. Aunque la realización fue completamente amateur y con recursos mínimos, “nos fuimos para los guateques, a los lugares donde hubiese una canturía, estuvimos en Matanzas, en Pinar del Río, en Mayabeque, y a la gente vinculada al género les gustó bastante la propuesta final. Sin embargo, nos dolía no poder llegar a otro público, en parte porque los materiales los difundíamos solo a través de Internet”
Para bien de la televisión y de la cultura cubana, el proyecto, presentado a los decisores del Instituto Cubano de Radio y Televisión fue aprobado, y hoy exhibe una “segunda temporada con todas las condiciones tecnológicas y productivas de un programa de primer nivel”, comenta Alex sin poder disimular la felicidad que esto le provoca.
A través de Cubavisión, Cubavisión HD, y el canal de Youtube, se transmitieron 3 emisiones de alrededor de doce minutos de duración, en las cuales participarán más de 30 invitados, pues, como explica el artista, “aunque es un programa donde la Décima Oral Improvisada es eje fundamental, pretendimos mostrar también su vínculo con otras manifestaciones como la escritura, la actuación, la música, etc.”.
Decir que a Alex el repentismo le corre por las venas es afirmar una verdad de Perogrullo. No obstante, para Leidys Hernández Lima, periodista de formación, el amor por el repentismo entró de a poco, en la medida en que fue adentrándose en ese mundo y descubriendo sus encantos y sus secretos (o al menos algunos de ellos). De hecho, la “dramaturgia” del programa se centra en las lecciones que ella recibe para aprender a improvisar.
“Yo llegué al repentismo a través de Alex, y por supuesto, venía con la visión estereotipada que muchos asumen, sobre todo si tenemos en cuenta la manera en la que hasta ahora se ha difundido”. Sin embargo, esa imagen se transformó por completo en la medida en que pudo apreciar el universo tan rico que rodea al género. Y ha sido esa su mayor motivación para crear espacios que lo promuevan de una manera más actualizada.
Luego de tres meses en pantalla, en el canal más popular de la televisión cubana, los realizadores de este espacio, dedicado al público juvenil, se sienten orgullosos, y ya están en espera de poder realizar otras temporadas.
Decimalex, con diálogos breves y directos, apenas deja espacio para el aburrimiento. El vestuario y los códigos comunicativos que manejan ambos presentadores, rompe, para bien, con el esquema “tradicional” que hasta ahora había mostrado la televisión en otros productos dedicados al tema. Y, los nuevos rostros de los artistas invitados son el complemento para dar forma a lo que se podría definir como el programa del repentismo joven.
Aun así, resulta evidente que las limitaciones provocadas por la pandemia marcaron la realización del espacio. De lograrse otra temporada (ojalá que sí) habrá que mejorar detalles de edición, locución, escenografía. No obstante, Decimalex ha demostrado que en el repentismo nacional, los jóvenes también son protagonistas.
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