Apuntes sobre el libro Arte arcaico, del poeta cubano Alex Pausides
Según Wallace Stevens, entre las características del arte moderno sobresalen la intransigencia —por la naturaleza misma de las cosas y con respecto a los límites—, la plausibilidad, o sea, que tiene razones para todo, aun la falta de razón se convierte en razón; y que es fanático; por ello mismo incapaz, por momentos, para el compromiso.
No veo en el arte arcaico lo contrario, sino la brecha iniciática para llegar al presente o al futuro, al arte moderno. Este es precisamente el propósito fundamental del libro Arte arcaico (ed. Letras Cubanas, 2017), del poeta Alex Pausides: revelar un arte arcaico que muestra los derroteros de su lírica y crecimiento personal, cual fragmentos de noches, infancias y resquicios imperturbables de su memoria.
Para ello acude, en primer lugar, a la noche (su elogio en la antesala es indicio de su presencia inexorable a lo largo del poemario). Asidos a la larga tradición que tiene la relación noche-espíritu en la lírica cubana y universal, las miradas oblicuas de sus sujetos líricos envuelven en este espacio/tiempo los instantes más significativos de un pasado que si bien pudo ser feliz, por momentos escapa de esa felicidad con el discurso de la contramemoria y los juegos con el desorden formal y el sarcasmo.
El libro se inicia con una primera parte (“Noche feraz”) en la que la mirada impertérrita hacia el pasado ostenta, además, la nostalgia, la lejanía. En el poema homónimo no existe escamoteo ni desorden ni contradiscurso: la noche cubre todo y llega a ser identidad en los versos finales, cuando simula penetrar el cuerpo y mutilarle incluso hasta el silencio: “Ahora la madrugada parece un tren que atraviesa el poema por la espalda/ lo sangra con la grieta que le abre/ que da grima verle la palabra y el doloroso diptongo/ doliéndole de ternura y de pájaros” (Pausides, 2017, p. 16).
A este poema inaugural le siguen otros como “Roma de bolsillo” y “Formas de cruzar” donde lo lírico se quebranta a partir de experiencias significativas en todo ser humano (vida, muerte, dolor, amistad), marcadas por sinestesias o diversos recursos expresivos como la personificación:
ROMA DE BOLSILLO
[…]
El poema es tan largo
se me instala con fusiles en la sorpresa de la mano
y huele a tanta vida
que no quisiera abandonarlo
pero eso sí
a pesar de la amenaza que deja al penetrarme
les digo: cada vez que abran un libro…
[…]
(Pausides, 2017: 20)
FORMAS DE CRUZAR
[…]
Si llamas siempre a alguna puerta
y brindas un sol joven al invierno
te irás contento o tal vez nunca se cierre y no te vayas
el aire tarda en derrumbarla.
Si llamas y preguntas azul por la salud de alguien
sentirás la pregunta riéndose.
Y allí donde estaba la puerta
un rectángulo de silencio
que echa a andar sin detenerse. (Ibídem, p. 24)
A partir de la segunda parte, “Dones”, se va gestando en el poemario un posicionamiento contracultural, una transformación discursiva que confronta y desautoriza paradigmas del canon tradicional o cultura dominante, desde el stablishment de cada región o locación. Tal posicionamiento, incluso desde el tíulo (“Bucólica”, “Utópica”), abre, mediante sus contenidos, oquedades complejamente significativas en la memoria, el pasado, la infancia. Emerge, así, lo que hemos denominado en otros libros poética de la contramemoria.[1]
BUCÓLICA
[…]
Cómo pensar en la ri
sa
des
truida
en la pirámide del canto desolado en Hiroshima
en la víscera
colgad a
a
los
bambúes de luz
sobre un pan de pólvoras
locas
terebrantes danzantes hilarantes
crúor que se derrama
inútil
trágico.
[…]
(Pausides, 2017, pp. 36-37)
La contramemoria, en su afán por señalar oquedades complejamente significativas en la memoria como la duda, el deseo —causantes, además, del cuestionamiento de la tradición: ojo sibilante de lo que debe silenciado—, propone una dinámica discursiva desde la estructura anafórica cómo+infinitvos referentes a actitudes idenficatorias humanas (pensar, leer, escuchar, creer), a través de cuya negación advertimos ironía, sarcasmo, crítica:
BUCÓLICA
[…]
Cómo pensar en la leche que decapita las gargantas
en el niño que no despertará.
Cómo leer poemas humanos
o escuchar al sordo enorme de bonn en la
tormenta.
Cómo creer en la mañana vestida de payaso
vendiendo una sonrisa con el pregón del viento
empujando a la calle un tranvía de saludos
escondiendo en su vientre diez locomotoras de
sollozos.
(Un sinsonte venía a cosechar su canto
y recogió una queja de ojeras escarlatas).
[…]
(Ibídem, p. 37)
En el poema “Poeta en la isla”, el sujeto lírico refuta, desde la negación, la memoria a partir de la contraposición ayer-hoy. Recuperando la tradición lírica de la relación sujeto-isla y la proyección de lo identitario nacional, se acude a la participación del yo en el Otro (tú, los otros, etc.) desde la negación discursiva; y a partir de las tres últimas estrofas el sujeto lírico anuncia esperanza, vida, “fuete jubiloso”, hasta convertir la memoria individual en parte de lo nacional, también personalizado: “Ateje lleno de pájaros/ bandera mía” (Ibídem, p. 42):
POETA EN LA ISLA
[…]
Mi voz mi guamo no te acabes.
Huracán ordéname el latir.
Como brizna en el mundo soy.
y por el pecho del hombre y a degüello
va mi corazón cantando la dicha de las islas. (p. 43)
La contramemoria se agrupa, incluso, en el vaciamiento de las grandes cosas, de la riqueza, fuera siempre de lo grandilocuente, de lo perecedero: “Mi infancia está sin catedrales sin pianos./ Pero mi infancia está colmada de gente alegre […] donde están mis raíces/ de donde están saliendo los frutos dulces…” (p. 56). Aparece signada por una pobreza irradiante que a ratos se vuelca hacia el dolor y el sufrimiento en una tierra “cansada de sufrir/ [que] se echa a andar por todos los caminos” (Ídem).
Y por último, en textos como “Cotidianas”, la contramemoria se torna tránsito de lo común a lo extraordinario, de lo individual a lo colectivo, de la tristeza a la alegría, de la vida a la muerte, de la noche al día y viceversa:
[…]
Pero he aquí que te estremece un sobresalto y dices
y qué si estamos peleados a vida con las cosas
únicamente a muerte con la muerte y hay que amar
y sales a caminar por el pueblo calletriste a ver
qué de nuevo sucede en el parque en el planeta.
Un día saltas de tu cama al mundo
y en medio del salto ves el mundo y cantas.
[…]
(Ibídem, p. 65)
El libro Arte arcaico es un gran paisaje donde la memoria resulta exaltada y superada. El pretérito reaparece constantemente no solo como punto de partida, sino como apoyo para superarlo. Ese ejercicio contradiscursivo apela al extrañamiento, a la creación lexical, a la nominalización constante; también al sarcasmo, a la oblicuidad de la vivencia desde la imago potens que reclamaba Lezama. Se trata, entonces, de un arte verdadero, aun cuando diste de ser intransigente, plausible, fanático, tal cual veía Stevens el arte moderno. Supremo y difícil arte arcaico de re-construir las ruinas de la infancia. Supremo y difícil arte arcaico de colmar los pozos de la memoria, tránsito de lo que han sido el poeta y su permanente mirada sobre el ser.
Nota:
[1] La poética de la contramemoria constituye un ejercicio constante (no privativo en las poetas), una forma de construir imaginarios, contenidos, para denunciar herencias mancas y revertir los moldes de una tradición (ya sea personal o colectiva) impugnando la memoria. Aquí no hay producción de verdades otras, ni desautorización de la tradición o del pretérito; sino un choteo, un acto burlesco, una risotada contra la inmanencia e inalterabilidad del pasado. Para profundizar, véase: Hilando y deshilando la resistencia (pactos no catastróficos entre identidad femenina y poesía), ed. Casa de las Américas, La Habana, p. 145).
Datos de la autora:
Yanetsy Pino Reina
(Sancti Spíritus, 1977). Escritora, profesora universitaria, editora e investigadora. Licenciada en Letras y Doctora en Ciencias Literarias. Entre sus libros más conocidos tanto dentro como fuera de Cuba, está Hilando y deshilando la resistencia (pactos no catastróficos entre identidad femenina y poesía), editorial Casa de las Américas, La Habana, 2018, Premio Casa de las Américas 2018 en Estudios sobre la Mujer. Es miembro de la Uneac y de Honor de la AHS.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.