El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado, a causa de la covid -19. Casi desde que arrancó este 2020 nos entristecen las noticias de numerosas pérdidas humanas, la preocupación por el bienestar de nuestros seres queridos atrapados en algún lejano paraje, lejos de casa y, entre otras consecuencias de la pandemia, nos agobian los largos períodos de encierro.
Es en medio de este contexto que veces nos volteamos hacia quienes representan el futuro, en busca de límpida alegría. De pronto, ellos, los que saben querer, oponen a todo el horror la pureza de su edad. Tal como lo demuestra la exposición “Los Niños y la Covid”, que ofrece la Casa de Cultura de un municipio de Yaguajay, en la central provincia de Sancti Spíritus.
Inocencia, creatividad y aprendizaje técnico proponen este salón con cerca de una veintena de obras en que niños y niñas de Yaguajay exponen sus habilidades en el aprendizaje de las Artes Plásticas. Las técnicas más empleadas por ellos son el lápiz de color sobre papel, crayola de color sobre papel, y mixta impresión con betún. Esta última una alternativa de gran originalidad para la gestión de recursos que a veces se hace difícil en esas zonas apartadas de la geografía nacional
La expo capta impresiones de infantes de diversas edades a cerca de la pandemia, y también nos habla de cómo los niños se ven a sí mismos y a sus amigos a la altura de una nueva forma de vida. Por lo que algunos de los creadores titularon sus obras o conjuntos como: Tríptico, Cuidemos al planeta, Me cuido, Covid en el barco, La cara triste de una pandemia; Porque siempre brille el Sol y Aplauso para mis batas blancas.
Así, la infancia nos habla en el idioma de los colores, con trazos que recrean el mundo desde una perspectiva menos desoladora que la contingencia sanitaria a que asistimos hoy todos y cada uno de los seres humanos. Nos regalan una antítesis que representa al mismo tiempo el camino hacia la esperanza.
“Los Niños y la Covid” es una exposición necesaria y que agradece mucho su público yaguayajense, o quienes pasamos por la Casa de Cultura municipal, uno de estos últimos días del difícil 2020.Cierre que, desde ese rinconcito de Cuba, instructores y pequeños artistas nos ofrecen para este año, como hálito de ilusiones y ¿por qué no?, de buena vibra.
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