Fue como levantar el tapete y descubrir que todos estaban ahÃ, esperando el primer acorde, la primera vocalización para juntos cantar:
- Imagine there’s no countries
- It isn’t hard to do
- Nothing to kill or die for
- And no religion too
- Imagine all the people
- Living life in peace
Fue como reencontrar ese John Lennon que cada cubano se guarda para sÃ, y compartirlo en el goce de una música que no conoce de fronteras temporales ni espaciales. Eso fue 40x30x20 por Lennon, un espectáculo desde los más profundos seguidores de este eterno pacifista y dirigido por Carlos Alfonso y Guille Vilar.
Los pretextos para que tanta gente se juntara a escuchar buena, muy buena música, fueron los 40 años del asesinato de Lennon; los 30 del primer concierto que se sucedió en el parque que lleva su nombre y los 20 de la inauguración de su escultura, realizada por el escultor cubano José Villa Soberón. Pero vuelvo a aclarar: fueron solo pretextos para cantar, para ser felices todos juntos.
Quién mejor podÃa llevarnos de la mano para recorrer los caminos de Lennon que Juanito Camacho, un melómano e incansable escudriñador de cuanto detalle despunta de este universo creativo. Eso fue su conducción, un caminar con pies profundos sobre la inmensidad de la obra musical de Jonh, sin descuidar ningún detalle, ninguna piedra del camino.
Cada obra interpretada se redimensionó en la voz de los artistas. Hubo una fusión de estilos, cada quien combinó de manera espectacular ese Lennon que lleva en su interior con su propio estilo. Destacándose Dagoberto Pedraja, los hermanos Ernesto y David Blanco, Wiliam Vivanco, Gerardo Alfonso, Pablo Menéndez, SÃntesis, La vieja escuela… en fin, que todos los que participaron pusieron ese granito de arena para lograr un espectáculo armónico y de muy buena factura musical.
Se destacan momentos dedicados a homenajear a figuras importantes del arte relacionadas con la obra de John Lennon como José Villa Soberón y Leo Brouwer, además de los mensajes en video enviados por destacados músicos cubanos e internacionales, asà como las fotografÃas y pequeños clips de este gran músico.
PodrÃa decirse que en la noche de este 8 de diciembre caminó cada uno de los camerinos del Teatro Nacional, que su voz se escuchó en cada uno de los artistas que interpretó sus canciones, que sus ojos brillaron ante cada aplauso de un público enardecido, que otra vez podrÃa estar listo para componer una de esas espectaculares canciones difÃciles de olvidar.
Pero lo mejor fue que nosotros también pudimos caminar a su lado, como quien es guiado por alguien superior, como quien te muestra el camino que ya sobradamente conoce, como quien con paso firme te llama y te abraza en la inmensidad de una obra toda de la cual no puedes, no quieres escapar. Asà es John Lennon, un hombre del que nadie quiere escapar.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.