Conversación con Luis Yuseff
De los millennials y hasta los post millennials, esa generación nacida junto con Internet y los smartphones, se dice que leen de manera diferente. Dicen que no tienen prejuicios a la hora de elegir dispositivo o estrategia lectora; optan por la digitalización o por comportarse como ermitaños vintages rodeados de papel. Pero si hay una característica que los distingue sobre las demás es su simbiosis con la tecnología y la red de redes.
En medio de todo este entramado digital, donde prevalece una generación hiperconectada, las editoriales luchan cada día por posicionarse o no dejarse morir en una batalla cruenta por elevar el gusto literario sin perder de vista sus seguidores en redes sociales, likes, hashtags, comentarios, pues de ello también dependen sus lecturas y ventas. En Cuba, a pasos lentos, el sistema editorial ha tratado de insertarse en estas rutinas, sin embargo los recursos, muchas veces, limitan el quehacer en las redes; otras tantas, la desidia por lo aparentemente “nuevo”.
Un proyecto que sobresale por su acertada estructuración en las plataformas digitales, insertando una estantería para todo tipo de públicos y otros materiales, es Claustrofobias Promociones Literarias, en Santiago de Cuba, liderado por los escritores Yunier Riquenes y Naskicet Domínguez, y que ha dado frutos más allá de las fronteras cubanas.
En Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz en Holguín, se ha concebido desde hace algún tiempo un equipo bastante “creativo”, liderados por el ingenio y la sensibilidad de Luis Yuseff, que trabaja incansablemente desde las redes para lograr la promoción de la literatura, enfocada especialmente en estos nuevos públicos, sin descuidar otros tipos de seguidores asiduos a sus creaciones desde lo impreso, que abarca ya más de 200 títulos, así como los espacios físicos (peñas, lecturas).
La Luz tuvo sus primeros pasos hacia lo digital con las campañas de promoción de la lectura lanzadas hace aproximadamente ocho años atrás cuando presentó por primera vez Todos buscan la luz.
«Desde el inicio estas campañas estuvieron diseñadas con la idea de que los títulos que iban saliendo por el catálogo alcanzaran un espacio de promoción desde varios medios de comunicación, en otros espacios y plataformas”, comenta apasionadamente el poeta Luis Yuseff, editor jefe del sello. “Y se mantuvieron, a pesar de que en estos años no existía la experiencia para mantener un trabajo estable y continúo en las redes y no existían las condiciones técnicas mínimas como para acceder a esas plataformas que ya en nuestro país tienen un uso bastante frecuente, como es el caso de Facebook, una de las redes sociales más visitadas por los cubanos.»
Este fue un camino de adelantos, pudiera decirse, sobre muchísimas otras editoriales en el país que permanecen aún anquilosadas en términos de informatización, y esos pasos, a ratos inseguros, contribuyeron a posicionar La Luz hasta hoy, con una campaña pensada también para los internautas y un trabajo de amplia proyección para sus seguidores en cada red social, que “esperan ansiosamente las actualizaciones en las plataformas donde tiene presencia la editorial”.
La actual campaña A la luz se lee mejor, que tuvo un antecedente en Leer seduce, ambas galardonadas con el Premio de la Ciudad en el apartado de Comunicación Promocional, no se queda en la parte gráfica, que incluye poster, almanaques, postales, sino que hábilmente es una acción de promoción con la publicación de una antología que reúne a jóvenes poetas de la sección de literatura de la AHS en Holguín.
«La selección La joven luz. Entrada de emergencias, compilada por Norge Luis Labrada, jefe de la sección de Literatura, y editada por Liset Prego y Elizabeth Soto, tuvo la suerte de ser, dentro del catálogo de Ediciones La Luz, el primer ebook. Con la idea de alcanzar un público mayor, se edita esta antología en formato digital, y a la vez genera un audiolibro homónimo que se incluye en la colección Quemapalabras, diseñada para este género, que ha acompañado a la editorial a lo largo de sus 23 años. La joven luz contiene la voz de estos miembros de la Asociación, bajo la dirección del joven realizador Héctor Ochoa, dando continuidad al trabajo del poeta y director audiovisual Pablo Guerra, y con el acompañamiento de Radio Holguín La Nueva. Este audiolibro también ha sido compartido en diferentes plataformas audibles, como es el caso de iVoox.»
Esta campaña, que se extenderá dos años más hasta llegar al aniversario 25 de la editorial, ha escogido la poesía como género por lo que tendrá presencia el lirismo en todas la peñas que están diseñadas para el 2020, posibilitando espacios como Oda a la joven luz, propia de la sección que se desarrolla todos los miércoles y que escoge a autores poetas del catálogo universal para dialogar sobre su vida y obra, desde Alejandra Pizarnik, Anne Sexton, Julio Cortázar, Edgar Allan Poe, Eliseo Diego hasta Luis Rogelio Nogueras. Dichos autores también se vinculan a la peña Entrada de Emergencias, un espacio reciente de la sección que se desarrolla en el Gabinete Caligary.
«Ambos espacios dialogan entre sí, pues están pensados desde la creación joven, y asume su presencia también en las redes sociales a través de carteles que se realizan especialmente para cada ocasión, con el diseño sugerente de Roberto Ráez, donde se busca un diálogo con la imagen de estos autores universales y con algún poema que se pretenda destacar dentro de su amplísima obra.»
Quince postales a tamaño de cartel con la obra de estos jóvenes poetas, exhibidas como exposición en el salón Abrirse las constelaciones, así como los vistosos carteles de cada espacio, pueden ser disfrutados también por los seguidores de La Luz desde sus perfiles en redes sociales con tan solo un desliz táctil o al alcance de un click, a partir del trabajo esmerado de su generadora de contenido en las redes, la estudiante de periodismo Lilian De la Caridad Sarmiento, junto al trabajo del equipo creativo y amigos de la casa.
Estas campañas se han modificado, lanzándose en nuevos espacios con el mismo objetivo.
«A estas acciones se suman iniciativas como llevar nuestros libros hasta las universidades, escuelas primarias, a un público general, con gran potencial, que no siempre se desplaza hasta los salones de presentaciones habituales que convoca la editorial, incluso hasta en eventos tradicionales como las mismas ferias del libro. Como gestor de estos encuentros siempre recibimos un público más agradecido, más ávido y que asimila con más efectividad la información y la literatura que estás llevando. Alrededor de todos estos años hemos acumulado un amplio compendio de informaciones gráficas que está contenida en los archivos de nuestra casa editora, y que no se habían dado a conocer hasta ahora en las plataformas digitales, pues no había una sistematicidad para socializar todo ese contenido.»
Como melómanos irreductibles también han escogido el camino de las sonoridades acompañadas de literatura, otra forma de atraer “nuevos públicos”, además de que en su catálogo se incluyen proyectos investigativos y cancioneros de exponentes de la música en Cuba.
«La música ha tenido una presencia importante, no solo con ensayos que trabajan este tema, como es el caso de Nadie se va del todo. Músicos de Cuba y del mundo, de Joaquín Borges-Triana; Hierba Mala: una historia del rock en Cuba, de Humberto Manduley, y Escaleras al cielo. El rock en Holguín, de José Raúl Cardona y Zenovio Hernández, sino que además se han creado cancioneros que van desde la antología Quiero una canción, que marcó un punto de giro importante en el catálogo, y que le da nombre a esta colección, hasta Luna del 64, de Liuba María Hevia, Como una luna en pie, de Fernando Cabreja; y Del aire soy, de Manuel Leandro Sánchez.
«Las campañas han tenido la suerte de trabajar con los jóvenes trovadores de la ciudad, quienes han creado temas para la editorial como “Con tu luz”, de Manuel Leandro, que también sirvió de banda sonora del documental Así comenzó esta historia, de Rubén Ricardo Infante y Yaité Luque; y “Hay una luz”, de Lainier Verdecia, regalo por el aniversario 20 de la editorial y que se ha extendido a la campaña de promoción A la luz se lee mejor.»
Recientemente también han vinculado a la peña Entrada de Emergencias al joven productor DjArte, quien fusiona lo electrónico con temas musicales de todos los tiempos y versiona nuevas pistas, acorde al momento poético de este espacio. “El público que asiste a los encuentros de socialización de la literatura no es el mismo de hace veinte años, entonces hemos tratado de acortar distancias con las propuestas, logrando ciertos hermanamientos entre los lectores, como el proyecto de música electrónica que se ha logrado con DjArte, con gran aceptación entre los invitados”. Además integran un interesante proyecto con la Orquesta de Cámara, a cargo del maestro Oreste Saavedra, un recital poético integrado por estos autores de la compilación Entrada de Emergencias…, el cual se realizó en el Teatro Eddy Suñol de Holguín.
Con un diseño sugerente y distinguible en el sistema editorial cubano, La Luz va más allá de la literatura, pues también hermana en su creación a otras manifestaciones artísticas.
«Al poseer un catálogo abierto a diversos géneros literarios, vinculamos varias manifestaciones artísticas. Hemos tratado, sobre todo en los últimos años, de acercar a los fotógrafos, especialmente a los que realizan un trabajo artístico, a ilustradores, pintores que han aportado su obra para embellecer las cubiertas de la editorial.»
A la par, va sucediendo otro trabajo vinculado a la literatura infanto juvenil, con las antologías que ha publicado Ediciones La Luz en los últimos 10 años, y tres títulos fundamentales Retoños de almendros, Mi patio guarda un secreto, y Dice el musgo que brota, esta última, una selección de poesía para niños que recibió en el año 2018 el Premio de la Crítica Literaria, y en 2019 el Premio a la Mejor Edición.
«Estas antologías tienen en común que están bellamente ilustradas por jóvenes artistas de la plástica, creadores que en estos momentos tienen un trabajo bastante atractivo y reconocido dentro del libro infantojuvenil en la isla, con lauros importantes como La Rosa Blanca, que reconoce también el diseño de los libros, y el Premio Raúl Martínez, galardón más importante del diseño en Cuba. Estos títulos tienen la característica de ser dobles muestrarios, pues ponen al alcance del lector o investigador, el panorama más fidedigno de lo que está ocurriendo en Cuba en estos años de la literatura para niños.»
La Luz ha compartido la obra de estos artistas con dos exposiciones, una de ellas con Retoños…, que sigue siendo dentro del catálogo de Ediciones La Luz el título que marcó un antes y un después en el trabajo de promoción de la editorial, y con Dice el musgo que brota, que estos momentos ambienta la sala Exilia Saldaña, de la casa editora.
«Existen otras muestras que, de cierta manera, son retrospectivas con el trabajo de diseño de la casa editora, es el caso de Pensar a La Luz, una gran exhibición en la sala principal del Centro Provincial de Artes Plásticas de Holguín, que abarca todo el trabajo impreso en gigantografías de portadas de varios títulos publicados durante los veinte años de la editorial, las gráficas de diferentes momentos del Premio Celestino de Cuento y diversos materiales de las campañas de promoción. También destaca la exposición personal CMYK, del diseñador y poeta Frank Alejandro Cuesta, quien tuvo un papel definitivo en el cambio de imagen de Ediciones La Luz y también en la consolidación de cada campaña que se lanzó.»
Del mismo modo han insertado las artes escénicas con la presencia permanente en el catálogo de obras teatrales. Han incluido a jóvenes autores que dentro de la dramaturgia cubana hoy son considerados de referencia con una obra importante y que han sido reconocidos con varios premios, entre ellos el Virgilio Piñera, como Yunior García, Roberto Viña, Yerandy Fleites, Margarita Borges, Freddy Núñez, Fabián Suárez y Abel González Melo. Además de incluir en sus audiolibros infantiles a la Compañía de Narración Oral Palabras al Viento, quienes poseen un repertorio distinguible en la isla, a partir de un estilo propio que incorpora las manifestaciones artísticas.
Este sello ya cuenta con otras proyecciones en las redes que los internautas agradecen…
«Sobresale en este sentido el trabajo del joven realizador audiovisual Gerardo Perdomo, estudiante del ISA, quien ha producido para el sello cerca de 15 spots televisivos, surgidos a partir de la promoción en las redes del XXI Premio Celestino de Cuento, que tributan directamente a la campaña actual de promoción vinculada a la antología La Joven luz. Entrada de Emergencias, dichos materiales tienen presencia fundamentalmente en el canal de YouTube de la editorial y son socializados en los diferentes perfiles. Del mismo modo, la sección de Literatura ha trabajado directamente con nosotros, siendo determinante nuestra labor en las redes, dado por el carácter de nucleación de la sección en estos momentos, que se ha enriquecido cuantitativa y cualitativamente, pues tiene una membresía mayor, con autores muy jóvenes, quienes se han involucrado en los mismos procesos de divulgación en las redes, compartiendo y publicando nuestros contenidos.»
«No se ha logrado todo lo que hemos querido, pues para eso se necesita un apoyo tecnológico mayor del que tenemos a mano, que debe incluir una mejor accesibilidad al ancho de banda para lograr mayor cantidad de actualizaciones, que facilite, además, las transmisiones en vivo de las actividades y presentaciones de las peñas que se realizan cada semana, y otras tantas cuestiones técnicas que apoyarían mucho mejor el trabajo.»
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En las redes sociales no importa tanto sumar seguidores como trabajar junto a un grupo de personas comprometidas que finalmente son las que te ayudan a socializar la información; en este sentido el equipo creativo de Ediciones La Luz, integrado por Luis Yuseff, Liset Prego, Elizabeth Soto, Lilian De la Caridad Sarmiento, Roberto Ráez, Norge Luis Labrada y Gerardo Perdomo, han logrado fomentar una marca institucional en las plataformas digitales con un trabajo consolidado, en la búsqueda de nuevas alternativas para compartir y comercializar la literatura, pensando en todos los públicos que consumen sus contenidos.
Con más de 2 452 seguidores en Facebook, la plataforma más utilizada y en la que se puede crear una comunidad, seguida de Twitter, Instagram, Pinterest y YouTube, buscan introducir nuevas maneras de lectura y distribución del libro electrónico, enfrentándose al reto de la visibilidad en Internet, pues ellos lo saben bien, uno de las metas de la era digital ya no es que te publiquen, sino que te lean. Así pues, la visibilidad de los ebooks es un factor necesario para su compra/lectura.
«Considero que el sistema editorial cubano está todavía en un proceso larval en materia de socializar la literatura que se genera desde nuestro país, pues aun se comparte en el formato tradicional, que es el libro impreso. Debían considerarse plataformas donde pueda hospedarse todos los ebook que producen las editoriales del país y que podrían en lo adelante aportar una gran cantidad de libros e insertarse a plataformas que sean mucho más visibles, competitivas y seguras y que esto se traduzca en un logro en el orden cuantitativo para que los autores también reciban el beneficio de sus libros vendidos, y en lo cualitativo serían títulos que alcanzarían a un público mayor fuera del territorio nacional.»
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