Aunque con aires de aislamiento social, necesario por el contexto epidémico actual en el orbe, la edición 42 del Concurso Nacional de Literatura y Artes Plásticas Regino E. Boti se desarrolló ampliamente y con éxito en la plataforma digital, dejando un sabor dulce tras una veintena de actividades diversas y la develación de sus anhelados premios literarios.
Al coronarse con los respectivos lauros de literatura infanto-juvenil y poesía, la narradora capitalina Malena Salazar Maciá y el poeta santiaguero Yansy Sánchez Fernández agradecieron el dictamen del jurado, y al comité organizador por la persistencia de este premio que, además de honrar al insigne bardo de la Villa del Guaso, visibiliza anualmente parte de lo mejor de la literatura cubana.
La habanera Ámbar Carralero Díaz, merecedora del galardón que otorga durante el evento la Asociación Hermanos Saíz (AHS), a un escritor menor de 35 años, expresó igual su alegría, y lo hizo a través de mensaje audiovisual en los perfiles de Facebook de la AHS y el Centro Provincial del Libro en Guantánamo, dos de los sitios virtuales donde se desarrolló esta vez el programa del certamen, el de mayor prestigio en esta ciudad y uno de los más antiguos del país.
Las obras de los tres premiados sobresalieron entre 77 inéditas enviadas por autores de todo el país a este capítulo del concurso, que al decir de sus coordinadores y especialistas destacó por la calidad y diversidad temática y estilística de las creaciones en competencia, lo cual habla a favor –dijeron- de la joven poesía insular.
Este viernes, los dictámenes del jurado para cada categoría elogiaron, del cuaderno de literatura infantil ganador, su escritura limpia cercana a lo poético; de la entrega del bardo el lenguaje reposado y fino erotismo e ironía, y de la propuesta laureada por la AHS su elevado lirismo que mueve –señaló el acta- el pensamiento y las emociones del lector.
El tribunal tuvo, por vez primera en la historia “del Boti”, deliberación online y composición internacional, con notables figuras cubanas como el Premio Casa de las Américas Reynaldo García Blanco, los también poetas Mireya Piñeiro y Sergio García, los destacados narradores Eldys Baratute y Enrique Pérez Díaz, y el invitado italo-español Carlos Frabetti.
Por la compleja crisis sanitaria global, que impidió la celebración presencial del evento, el apartado de las artes visuales no tuvo ahora carácter competitivo, pero se activaron en su lugar atractivas galerías y salones virtuales, con muestras de noveles y consagrados, como es el caso del guantanamero José Ángel Toirac, en 2018 Premio Nacional de la Plástica.
Durante los cuatro días del encuentro el programa en la red de redes fue amplio, seguido y compartido por miles de usuarios, e incluyó entre otras actividades recitales de poesía y narrativa, presentaciones de libros y cápsulas promocionales, conversatorios y cinco conferencias de reconocidos intelectuales, como Virgilio López Lemus y Cira Romero, acerca de la valiosa impronta de Regino E. Boti en la literatura cubana.
La cita instituida en 1978 en el centenario del natalicio de ese insigne guantanamero, poeta, ensayista, jurisconsulto y acuarelista, se celebró ahora próximo a cumplirse un siglo de su obra El Mar y la Montaña, considerado su poemario más monolítico y unitario en cuanto a asunto, tema y estilo, y que al decir de Roberto Fernández Retamar es uno de los mejores y más perdurables aportes de Boti a la poesía en la Isla.
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