Los procesos de creaci贸n en la danza constituyen un tema poco trabajado. Adem谩s, la mayor铆a de estos espacios o discursos resultan le铆dos, seg煤n cierta exploraci贸n, desde la danza contempor谩nea, la danza cl谩sica, o espacios individuales entorno al cuerpo. Pocas veces nos acercamos o tenemos noci贸n de las habilidades con que cuentan los creadores de danza folcl贸rica cubana en sus procesos de creaci贸n.
Insisto sobre estos 煤ltimos teniendo en cuenta, como se ha dicho por especialistas de estos espacios, que encontramos una crisis en la coreograf铆a de danza folcl贸rica cubana, por la ausencia de referentes, la exploraci贸n sobre las mismas tem谩ticas, la falta de creatividad en el montaje. Pero es importante llamar la atenci贸n sobre el material con que trabajan este tipo de creadores e, incluso, con las posibilidades que ofrece un espacio creativo como este.
Para ello no me resulta interesante ubicar este texto desde dicha crisis, sino que hago referencia a un trance que est谩 sufriendo este espacio. Que obliga a nuevas b煤squedas de herramientas, a exploraci贸n de otros materiales, momentos de crear desde las preguntas y tener en cuenta si estamos dialogando con las fronteras que atribuye el foco folcl贸rico.
Juan Acha en su texto Problemas art铆sticos de Am茅rica Latina nos llama a la lectura de nuestra cultura est茅tica: 鈥淟a ignorancia de la importancia de los procesos, va 铆ntimamente ligada a nuestra idea de identidad colectiva, tanto la nacional como la latinoamericana鈥. (Acha, 2007, p谩g. 5)
No es un secreto que la danza folcl贸rica ya no muestra las mismas condiciones, las realidades que quer铆an verse o estudiarse han cambiado en consecuencia con el transcurso del tiempo. Y justo en este punto me interesa resaltar que el arte tambi茅n se ubica fuera de temporadas anuales, academias, o consumo de fin de semana y otras excepciones. La intromisi贸n del proceso en la minor铆a, que produce bienes espirituales, es un buen paso para una base segura y futura de nuestra creaci贸n.
Para tomar el hilo en esta zona he tenido la posibilidad de intervenir el reciente proceso de creaci贸n de Leiv谩n Garc铆a, primer bailar铆n y core贸grafo del Conjunto Folkl贸rico Nacional de Cuba. Este creador se enfrenta a un proceso de creaci贸n desde finales del pasado a帽o. Donde el recorrido en la construcci贸n de una muestra o pretexto, sin definir fines, ha ido dando en su andar relevantes resultados para la toma de decisiones, en una coreograf铆a de nombre Bara[1].
He decidido citar a este joven creador, ya que result贸 de su inter茅s subvertir los c贸digos referenciales con que se enfrentaba habitualmente al montaje coreogr谩fico, del cual fui testigo desde los primeros apuntes concebidos.
鈥淓ste trabajo se ha basado primero en centrarnos, 驴en qu茅 mensaje vamos a trasmitir? No estamos trabajando una danza folcl贸rica con dise帽os coreogr谩ficos espectaculares. Hemos hecho investigaciones de cantos, ritmos, toques, y eso nos hace sentir sin miedo respecto a que no estamos violando nuestras memorias culturales.
鈥Bara trata de mirar no solo la divinidad o el orisha, sino como concepto, la interpretaci贸n que trae consigo todo este material. Tampoco dialoga desde un patak铆 espec铆fico, que considero es una f谩bula que nos complementa para cierta interpretaci贸n en la vida. Bara dialoga desde la interpretaci贸n del mensaje. Se preocupa, por lo que m谩s all谩 conecta o trasmite un orisha.
Pienso que los core贸grafos de danza folcl贸rica debemos exigirnos m谩s en el ir al fondo, hay mucho que descifrar.鈥[2]
Este creador deposit贸 gran importancia en el material que sus colegas pod铆an aportar en el montaje, rompiendo con el binomio core贸grafo-int茅rprete en sus roles (activo-pasivo), sino en donde cada uno tuvo que jugar un rol activo para la exploraci贸n. Riqueza que para este espacio resulta interesante, pues cada bailar铆n es en su cotidianidad un foco folcl贸rico y lo asume de forma particular.
La exploraci贸n en este proceso se inunda de experiencias, aprendizajes, tanto personales como colectivos. Fundamental para poner en pr谩ctica todo un arsenal creativo.
El encuentro de la 芦forma-contenido禄 que satisfaga la necesidad expresiva del artista, aquel a trav茅s de la cual 茅l sienta que proyecta 芦su verdad禄, es el punto de llegada del proceso de la creaci贸n entendido en sentido estricto, es decir, como camino que inici谩ndose en una idea culmina con su concreci贸n en un objeto sensible. Pero a la vez, desde la perspectiva de la creaci贸n como proceso permanentemente abierto y continuo en la historia de vida y de trabajo del artista, este objeto concretado deviene 芦final禄 solo en tanto signo de una decisi贸n. (Sirkin, 1994, p谩g. 4)
Se ha pretendido un llamado intencional, teniendo en cuenta que la creaci贸n es inacabable, llena de zonas de miras y procesos creativos. Estos inundan el espacio para enriquecer nuestros horizontes de expectativas.
Trabajos citados
Acha, J. (2007). Problemas Art铆sticos en Am茅rica Latin. Centro Te贸rico Cultural CRITERIOS.
Sirkin, P. S.-A. (1994). El proceso de creaci贸n en arte. Alamagesto.
[1] Seg煤n el diccionario Yoruba: un nombre para el mensajero divino (脠s霉), una referencia de la alabanza a la fuerza del mensajero divino.
[2] Entrevista a Leiv谩n Garc铆a el 17 de febrero de 2020
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