Recientemente en las redes sociales circula el más reciente video clip del reguetonero Bad Bunny, con el tÃtulo «Yo perreo sola». Han sido tantas las opiniones que me dediqué a observarlo por varios minutos para poder tener criterios para su análisis. Muchos lo catalogan de sorprendente y transgresor, cuestión de la cual mantengo algunas reservas en dichas adjetivaciones. Antes, hay que aclarar que el perreo es una forma muy particular de baile que proviene de la música urbana pero con énfasis en el reguetón. Este baile es propio de las mujeres que vemos en muchos de estos videos clip moviéndose de una forma erótica y lasciva.
Lo primero que hice fue asesorarme con Lazara Laura Yllarramendiz Alfonso, musicóloga cubana y devenida en una investigadora en estos temas de la música urbana al centrar su tesis de graduación sobre dicho género musical.
Yllarramendiz Alfonso aclaraba que tras la figura de este músico (como de tantos otros) existe una gran industria que piensa cada detalle de las cuestiones que se realizan desde el audiovisual. Por ejemplo, muchos miembros de la comunidad LGTBIQ, a partir de este video, han tomado a Bad Bunny como un elemento de identidad por la simple cuestión de verlo travestido en dicho material.
Bad Bunny se caracteriza de mujer en su último video, Yo Perreo Sola, y suma 2,5 millones de visitas en Youtube en cuatro horas
Apuntar que travestirse de mujer no es ningún elemento de trascendencia en la música como muchos plantean. Hace aproximadamente más de 30 años que Freddie Mercury habÃa realizado en un video clip titulado I want to break free. En esta canción sà habÃa un genuino reclamo y protesta por las cuestiones asociadas a la condición sexual. Este video sà fue trasgresor y sorprendente en su momento donde generó muchas polémicas en una época donde era tabú abordar las cuestiones por condiciones de sexo, género e identidad. Además de la existencia de la propagación y desconocimiento sobre el virus del VIH-SIDA.
Detrás de Bad Bunny hay todo un mecanismo y “tanques†pensantes de la industria musical que mueven a los artistas a tendencias y actitudes según los estudios de públicos. Los mismos deben cumplir estos reclamos de dicha industria, sino la misma le da la espalda, hecho que demuestra que no es muchas veces el talento, lo que promueven las transacciones del la música y el entretenimiento. Agregando que los estudios de públicos en estos momentos son muy buenos, por toda la información que les brindamos voluntariamente a través de las redes sociales, plataformas para los estudios de tendencias y gustos.
Aun asà este video, donde se puede ver a Bad Bunny perreando, sigue estructurando cuestiones de la violencia simbólica, donde el cuerpo femenino no es sujeto, sino objeto. Por lo tanto, no existen cambios de paradigma, ya que se reproducen los mismos valores de consumo y sexualización de la imagen. Amén de la excelencia en la fotografÃa, dirección de arte, producción, edición y posproducción.
Por estas cuestiones son importante los estudios que realiza la musicóloga Lazara Laura Yllarramendiz Alfonso dentro de la música urbana. Asà como la divulgación de sus análisis, porque son una importante herramienta para crÃticos, periodistas y público en general en ras de contribuir a un juicio crÃtico de la realidad social. Además, el abordaje de temas referentes al consumo cultural constituye un elemento fundamental en la educación musical de las futuras generaciones.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.
M epare e una opinión superficial y repetitiva del reguetón, un fenómeno que ya es hora de que se mire desde otras perspectivas.
No soy seguidora de esta música, y es obvio que Bad Bunny no es el primer hombre en la historia de la música en vestirse de mujer, pero no olvidemos que la rebeldÃa y el anarquismo han sido los «valores» por antonomasia del rock. Dentro del contexto del reguetón, repito, creo merece una lectura más profunda…