Quizás esta sea una tendencia incomprendida por muchos, sin embargo para Raylven Friman, joven granmense artista de la plástica, el abstraccionismo constituye (sin temor a errar), más que su obra, su vida.
Y es que para este novel creador miembro de la AHS, esta manera de hacer, que cultiva desde su egreso en la Academia Profesional de Artes Plásticas de Las Tunas, significa todo un reto que guarda un apasionamiento inigualable.
A su decir, optó por esta línea artística «por ser más difícil de lo que muchos piensan, porque hay que mostrar en líneas y trazos que se alejan de lo figurativo la visión propia de la realidad (…)».
Espesuras en texturas unidas a variedades cromáticas denotan los pensamientos, sentimientos, experiencias y frustraciones que este artista plasma en cada una de sus obras, en las que muestra ese carácter inaccesible e incomprensible que le caracteriza.
Al inicio en sus creaciones primó el cuadrado como código de perfección. Estas estructuras resultantes, adosadas a paisajes no convencionales, lo llevaron a la realización de composiciones de inesperado barroquismo. Las mismas, aun gozando de un alto nivel factual, dejaban entrever lo mucho que todavía apelaba a decir y hacer.
Ahora, imágenes que sugieren frialdad y tranquilidad se advierten en chorreados, esfumados, veladuras y driping que dejan ver una madurez significativa en cada lienzo o cartulina.
Es por ello que, a casi 10 años de vida artística, Friman es reconocido en Granma como uno de los más grandes exponentes del arte abstracto. Muestra de ello son las cerca de un centenar de exposiciones personales y colectivas que denotan el indiscutible avance de cada una de sus creaciones.
A ello se une la más reciente exposición colectiva en la que participa, a propósito de la 12 edición de la Bienal de La Habana, Fábulas del Otro, que se inaugura el 4 de junio en la Vitrina de Valonia. En esta ocasión Friman expondrá junto a otros grandes de esta tendencia en Cuba como Rigoberto Mena, Pedro de Oraá, Julia Valdez, Norge Luis Santos, Manuel Coma, Carlos Trillo.
Es este un artista que, a pesar de su joven carrera, piensa lo que crea, y crea todos los días. La dinámica de sus trabajos, sus continuas exploraciones en torno al arte y su afán por documentarse sobre la factibilidad de la producción abstracta contemporánea, sirven de anclaje a las nuevas soluciones que lleva a cada una de sus creaciones.
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