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Capítulo # 3 Ladrillos y parcelas (Primera parte: La bitácora Joven)

¿Qué caminos tiene hoy la creación artística-literaria en Santiago de Cuba?

¿Cómo hacen su obra los jóvenes creadores en Santiago de Cuba?

¿Cómo lidiar con las instituciones/el contexto/las musas/las angustias?

¿Cómo renovar un país?

¿Qué valor tiene el quehacer artístico de los más jóvenes en una ciudad tan mística?

¿Hay una vanguardia significativa en la ciudad?

Empiezo con la duda. Empiezo con las preguntas que me hago como creador. Tal vez esa conexión no me permita responder con frialdad cada una de ellas, pero aun así pregunto y respondo.

Vivo en Santiago de Cuba, una ciudad que intento superar. Aquí hay una parte de la isla que no se mueve igual, que no respira igual.  Famosa por su cultura, su gente, sus artistas; Santiago ha adquirido una mística heroica/adictiva/musical. Para quienes tratamos de definirnos tras el lenguaje que proyecta desde sus sombras y luces,  Santiago es una bitácora y a la ves un paisaje inalcanzable.

Desde aquí se construye un país. En ocasiones no siento que los ladrillos que levanto son iguales que los de mis contemporáneos en otras partes del archipiélago, pero igual los levanto y construyo. Aprender a poner ladrillos es algo que siempre voy agradecer a la ciudad.

Desde algunos años, he visto como el hueco generacional entre los notables creadores del siglo XX y mi generación, ha ahondado a nuestros pies. El éxodo ha roto la cadena y ha facilitado el acomodo de quien no tiene una disputa dialéctica con quien lo sucede. Cuando llegué al arte en la ciudad, las parcelas de la cultura ya estaban repartidas y eran intocables. Así vi como algunos de mis contemporáneos se fueron, no querían profanar ningún espacio, o no pudieron con el contexto.

Miro a mi alrededor y analizo las malditas circunstancias de las parcelas por todas partes, y me pregunto:

¿Tendré que irme también?

¿Si me quedo me convertiré en dueño de una parcela?

¿Quiero una parcela? 

Así habito, con la duda. Mientras cada amanecer me impulsa a crear nuevos lenguajes, a subvertir hasta mis propias imágenes, a encontrar fe, a no detenerme ante un “no se puede”.

¿Puede una ciudad como esta ignorar esa lucha?

¿Cuántos levantamos ladrillos días tras días en la misma lucha?

Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)
Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)

Tengo que admitir que la Asociación Hermanos Saíz ha sido mi único aliado en la hermosa tarea de levantar ladrillos en pos de un país. O al menos, con la dignidad que merecen esos ladrillos.

Tengo que admitir que no solo yo levanto ladrillos con la AHS como único aliado.

El futuro de la creación joven de vanguardia en esta ciudad, depende en gran medida, de la existencia de la AHS. Miro a mi alrededor y mientras pongo ladrillos alguien los quita. Mientras algunos construimos caminos y catedrales otros utilizan nuestros propios argumentos para construir muros. Entonces la ciudad sangra y me siembra la duda, entonces acudo al lenguaje y comunico, entonces vivo.

Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)
Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)

Poner ante la vista del mundo la fuerza de los ladrillos que hemos logrado colocar con nuestras obras, es una tarea hermosa de la AHS. Pero si a esa divulgación y promoción, se le suma la creación de un proyecto colaborativo, capaz de poner en un mismo camino a estos nobles constructores del arte, entonces el barro se convierte en milagro como nos profetizó el apóstol.

Hoy la ciudad es testigo de un acto de fe. La Asociación Hermanos Saiz ha decidido dar un salto, un salto para superar la programación de las Casas del Joven Creador en todas sus estructuras, el sistema de becas y premios, los programas de radio y televisión liderados por miembros de la organización, así como las jornadas y eventos que se articulan como una red decisiva en la promoción y visualización del arte joven.

Ante la escasez de materiales que aglutinen varias manifestaciones artísticas al unísono (como proyecto integrador) y que al mismo tiempo reflejen la época/las angustias y el pensar de los jóvenes; surge el proyecto LaBitácora Joven. Proyecto que aparece en Santiago de Cuba, impulsado por la AHS y el realizador Carlos Alberto Gómez Ramírez líder de la productora Wajiros Films. Santiago fue seleccionada como la ciudad para hacer el piloto, y probar la iniciativa, decisión que también reconoce el trabajo de la filial de la AHS en la provincia durante este periodo de trabajo, iniciado a partir de las proyecciones que nos dejó el Tercer Congreso de la asociación.

La Bitácora Joven, es un proyecto para crear un registro audiovisual del quehacer del arte que realizan los miembros de la AHS en el país y al mismo tiempo dialogar sobre sus realidades locales, y la proyección e impronta de su obra en esa realidad.

Este proyecto permitirá realizar varios materiales que muestren en 40-45 min, una parte del trabajo realizado por los jóvenes en distintas ciudades de Cuba. Cada obra firmada desde la perspectiva de la creación colectiva, con el fin de mostrar los diferentes tópicos creativos sobre los que se dialogan en la actualidad.

Los beneficios en función de los jóvenes creadores y para la AHS en su cometido de promocionar a estos, serán muchos. Al finalizar este material, se tendrá un EPK de música con 6 temas, 7 audiovisuales, y con las entrevistas un gran reportaje sobre el arte en Santiago. Todo el material será filmado en 4K Ultra HD, el estándar para poderlo insertar en cualquier televisora o plataforma streaming del planeta. El EPK servirá para subirlo en los canales de cada artista y los propios de la AHS, además de las plataformas Spotify, ¡Vox, o ¡Tunes. Aunque tal vez lo más importante es, que en el territorio quedará la experiencia y el conocimiento de trabajar con altas tecnologías audiovisuales y nuevas formas para la producción.

Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)
Momentos de la grabación del material sonoro en los estudios Siboney (Fotos: Carlos Alberto Gómez)

Lo antes expuesto es una luz ante la cotidianidad y la insolencia. Allí donde las propias instituciones locales no han visto los ladrillos por estar cuidando parcelas (ya no productivas), la AHS ha visto un sentido/lenguaje/renovación/un país. Hay que encontrar la manera de no llenar de vacíos las palabras y sus significados. El discurso no sirve si no parte de la acción.

¿Por qué nuestras instituciones no son capaces de generar estos proyectos?

¿No debería ser tarea diaria de las instituciones programar/promocionar/y visualizar lo más notable de la creación joven?

¿Cuántos ladrillos equivalen a una parcela?

Habrá que encontrar las fórmulas para que puedan gestarse desde la institución en los territorios proyectos como Tocadiscos o La Bitácora Joven. Habrá que encontrar las fórmulas para que las instituciones funcionen según su misión. Mientras no nos queda más que aprovechar/agradecer/y crecer junto a proyectos como estos que se gestan en la AHS.

Lo demás son los ladrillos, los caminos y las catedrales.

Lo demás son las parcelas.

Lo demás es lenguaje y la innegociable voluntad de creer y crear.

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