Un libro es capaz de contener tanta libertad como la conciencia misma del hombre que lo lee.
¿Por qué leemos un libro?, seguro nos hemos preguntado algunas veces como quien espera encontrar una respuesta de consolación para el alma insaciable de conocimiento y dudas. El escritor Sergio Pitol dijo: “El libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres”. A partir de esta frase debemos encontrar voces que nos expliquen cuál es la emancipación que nos provoca escudriñar letra por letra, palabra por palabra, párrafo por párrafo, la magia de fecundar el mundo vivido por otros y que viene a enriquecer nuestra creación y combatir la ignorancia, el aburrimiento.
Es importante reconocer que los libros tienen una existencia vital que no solo se basa en su contenido por sí solo, sino en la sinergia que se crea entre lector-autor, pensando en una retroalimentación enriquecedora plasmada en papel para que los lectores puedan descubrirse en un libro.
En su obra La República, Platón criticó a los poetas porque los textos se enfocan en las musas y no en una intención educativa. En ese sentido, valdría la pena preguntarse también para qué leemos y qué leemos. Leemos por placer o por el aporte educativo que nos recuerda que el conocimiento es poder, recordándonos esa frase de Sócrates, “El conocimiento es la virtud y solo si se sabe se puede divisar el bien”. En el placer de leer también hay conocimiento. Y en el conocimiento puede existir placer. Descubrimos, aprendemos. Leemos porque vivimos.
Leer es vivir vidas pasadas, presentes, futuras, desde una base de progreso permitiendo el acceso a la cultura general integral, al desarrollo científico técnico, además fortalece los cimientos de la visión histórica del mundo así como los valores sociales que se dinamizan en su entorno.
Este febrero es un mes simbólico para homenajear esos libros y autores que vendrán a enriquecer la Feria Internacional del Libro de Cuba, feria que se basa en la alegría de un pueblo culto, preparado que reconoce que los libros forman parte de la idiosincrasia del cubano.
Como dijera nuestro Héroe Nacional José Martí: “Saber leer es saber andar”. Andemos entonces por el camino de la lectura que nos hace progresar y ser libres como pueblo. Un libro es capaz de contener tanta libertad como la conciencia misma del hombre que lo lee.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.