La Cruzada y Bis Music invitan a un DVD joven, alegre, musicalmente más bailable que cualquiera de los anteriores de la banda: un velorio donde el único doliente será la banalidad.
La producción del DVD que se filmó totalmente en vivo en la sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht, a cargo de Enrique Carballea y no podía ser de otra manera, al decir de la musicóloga Neris González Bello: «Es un gran ser humano, pero sobre todo un avezado, muy experimentado productor, ha tenido todo un camino recorrido con excelentísimos resultados y todo el proceso ha demostrado que era la persona indicada».
La también manager de la banda destacó además el trabajo de Mildred Ruiz, joven, pero ya experimentada realizadora audiovisual, así como el apoyo del equipo de Escorpio estudio en el sonido.
«La idea es que marque un antes y un después en la historia de la banda, hemos contado con el apoyo de muchas instituciones, por supuesto Bis es la casa que nos acoge, nos abriga, la que nos da el impulso necesario y el sí definitivo, sin eso no hubiéramos podido lograrlo, pero se han sumado, con una fuerte carga de protagonismo, la Asociación Hermanos Saiz, la Dirección Provincial de Cultura, el Ministerio de Cultura, la Unión de Jóvenes Comunistas y el Centro Nacional de Música Popular, al cual pertenecemos”, comentó Neris sobre “El velorio de la bobería».
La manager de La Cruzada significó también el trabajo de Rodney García, Dj fundador de la banda, y que asumió todo el diseño de la campaña que acompañó a esta producción, mientras que Gustavo González, líder de la agrupación destacó que durante el concierto se propusieron romper con las estructuras, acercar al público a los músicos, pero además concibieron una presentación para todas las edades, pues así de diverso es el público que sigue a La Cruzada.
Tomada de la página de Facebook de La Cruzada
Estos jóvenes artistas estuvieron muy bien acompañados en el empeño de despedir para siempre a la bobería de la música cubana, pues contaron con invitados como el maestro Pancho Amat, César Pupy Pedroso, Abdel Rasalps (El Lele), Yasser Eden, Javier Delgado, Carlos Ernesto Varona, Wilmer Ferran y Rumbatá y parte de la Jazz Band del Conservatorio Amadeo Roldán.
La compañía danzaría Paso a paso, llegó también hasta el escenario para enriquecer el espectáculo y ser fieles a una práctica que ha caracterizado a La Cruzada desde sus inicios: involucrar en sus presentaciones diferentes manifestaciones artísticas.
Muerta la bobería ¿qué distingue a La Cruzada?
Mientras trabajan en el que consideran su disco más bailable y en el cual llama la atención la presencia del mejor de nuestros treseros (lo cual habla de son), uno de los cantantes del tren de la música cubana y uno de sus fundadores (que ya es mucho decir) y, por si fuera poco, un formato de jazz, solo para ilustrar la diversidad de flores que, podemos suponer, tendrá el velorio, salta una pregunta ¿cuál es el sello de La Cruzada?
Neris González explica:
«Yo creo que, por sobre todas las cosas, radica en cuáles son esos elementos puntuales, desde el punto de vista genérico, estilístico, que ellos toman en consideración para generar su propuesta, ellos han logrado homologar, de manera muy coherente, el sonido acústico con el sonido electrónico. Trabajan con una secuencia, pero la secuencia es un instrumentista más, es un protagonista más, no es que los instrumentos duplican, doblan, ese contenido que está exponiendo la secuencia, sino todo lo contrario.
«Más allá del rap como hilo hay un fortísimo componente de la música cubana que se ha ido acrecentando cada vez más. Creo que lo verdaderamente aportativo es lograr un trabajo que, desde la fusión, los identifique como esa música de vanguardia, completamente nueva, diferente, dinámica, que logre interpelar a las nuevas generaciones, pero bebiendo de nuestras fuentes, siempre acudiendo a ese lugar del cual venimos y gracias al cual nos hemos construido identitariamente».
Gustavo tiene algo muy claro a la hora de definirse como agrupación: «no puede haber la más mínima concesión en el discurso, yo creo que ahí está el hilo conductor de la pequeña historia que nosotros hemos empezado a narrar con nuestras canciones.
Para explicar la manera en que asumen la fusión, aprovecha sus background como ingeniero industrial: «en estadística y probabilidades cuando hay un suceso que necesita demasiadas variables para describirlo y es muy difícil encontrar un modelo matemático para interpretarlo, se acude a la multicolinealidad, que es cuando gran parte del comportamiento que explica esta variable también está compuesto en la otra. Ese fenómeno te permite llegar a un punto donde tú dices, bueno, son 40 variables, pero estas cinco explican la mayor parte del comportamiento, o sea, si yo me baso en ese grupo de variables, la gente entiende que estoy hablando de lo mismo y en eso es en lo que yo me baso para fusionar la música. Ese pensamiento es el que me ha permitido en la música unir determinados elementos que la gente enseguida entienda qué cosa estamos citando, pero sin llegar a construirlo por completo. Y sobre todo escuchando mucha música a ver en qué punto hay conexión entre la música cubana y esas otras sonoridades.
«Yo siempre les digo a los músicos de la banda que la única forma de mezclar varios elementos y construir una identidad es que la forma de mezclar esos elementos siempre sea coherente. Nuestro sello está también en la fuerza, siempre he querido que nos asocien con un sonido fuerte, cada canción va a pedir lo que necesita y nosotros lo vamos a añadir, hemos trabajado durante mucho tiempo en ver cómo hacemos coherente el tránsito de una cosa a la otra, pero que se entienda y que no sea una amalgama de sonoridades, sino algo nuevo, pero que sabe de dónde está bebiendo».
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