Tuve el placer de dialogar artÃsticamente con Yasser Curbelo Rego, por primera vez, gracias a la coincidencia que nos ofreció mi libro Dime, bruja que destellas; el cual, en su segunda edición, será publicado en Panamá en fechas cercanas. Fue mÃo el privilegio: las ilustraciones de Yasser llegaron para acompañar mi viaje literario. A través de diversos emails comencé a (re)conocer más del trabajo de este increÃble artista visual, quien conjuga una obra donde arte, fantasÃa y vida tienen la primera —y última— palabra.
¿Cómo llegas al mundo de la ilustración y qué te parece es lo más atractivo de él?
Llego a ese mundo cuando todavÃa era estudiante en la Escuela Profesional de Artes Plásticas Carlos Hidalgo DÃaz de Pinar del RÃo, que comprende la etapa del 2003-2006. En un taller de creación, el profesor que impartÃa la clase en ese momento introdujo un ejercicio, a modo de juego, relacionado con seleccionar un texto al azar de un libro de poemas e ilustrar el fragmento que te tocara. A partir de ahà comencé a dibujar imágenes vinculadas con la literatura y me sentà atraÃdo por ese universo que era totalmente nuevo para mÃ.
Luego por mediación de un amigo visité la Editorial CAUCE de Pinar del RÃo y comencé a trabajar con ilustraciones para adultos que posteriormente salieron publicadas en varias ediciones de su revista cultural. Al poco tiempo recibà mi primer texto infantil y comencé a ilustrar para la colección Rehilete y FililÃ, también colaboraba para el Suplemento Infantil “Chinchilaâ€, todos propios de CAUCE.
Lo más atractivo de este campo es poder dar vida, mediante las imágenes, a un juego de palabras o de pensamientos que tuvo el escritor(a) en su momento de creación y tratar de acercarme lo más posible a cómo quisieran que se vieran reflejadas sus ideas.
¿Un buen ilustrador tiene que ser, por necesidad, también un buen lector?
Primero tiene que ser un buen dibujante, luego por necesidad debe ser un buen lector. En mi caso particular, debo admitir con sinceridad que no soy un lector excelente. Y no por falta de interés, porque sà he leÃdo; en mi época de Servicio Militar, por ejemplo, me interesaba mucho la literatura rusa y otros libros clásicos de diversos géneros.
Sin embargo, desde niño me sentÃa mucho más atraÃdo por los dibujos interiores, al punto de pedirle casi llorando a mi mamá que me comprara el libro AmadÃs de Gaula —aún recuerdo el tÃtulo— solo por ver las ilustraciones de dragones y caballeros.
Con el tiempo sà he tenido que leer bastantes textos y en mi caso siento la necesidad y el cuidado de ser responsable con lo que voy a ilustrar. Siempre investigo para que las imágenes se correspondan con el contexto de la historia, los lugares, la cultura, trato de llevar una coherencia para que no se desligue una cosa de la otra.
¿Cuáles son los autores y libros que te interesan?
No quiero citar a ningún autor en especÃfico porque el trabajo que hago es por encargo, es decir, la editorial me contacta y me comenta quién va a ser el escritor a ilustrar. En algunos de los casos no conozco su obra; sin embargo, al leerlos me siento identificado y las ilustraciones fluyen con mayor facilidad porque me gusta lo que va surgiendo.
Claro, no siempre me sucede asÃ, no todas las historias suelen cautivarme pero igual debo hacer el trabajo con la calidad que requiere. De manera general me gustan los libros que me hagan saltar la imaginación, que me brinden y me sugieran imágenes interesantes, que sean textos ingeniosos, que me motiven a trabajar en ellos sin llegar al tedio.
El mundo de la fantasÃa tiene un inmenso valor en tu trayectoria, ¿de qué maneras piensas que lo fantástico es capaz de dialogar con lo real a través de la imagen?
En mi obra siempre ha existido un marcado interés por lo fantástico. Será que en mi mente siempre he vivido una fantasÃa llena de sueños desde el punto de vista de la creación, pero esa fantasÃa la he tratado muy apegada a la realidad.
Me caracterizo por ser observador, me fijo mucho en los detalles. Salgo a la calle y las situaciones cotidianas me brindan ideas. A la hora de crear una obra hago mis apuntes y en el proceso de trabajo voy cambiando cosas, voy centralizándolas más en lo que quiero.
Al final, el resultado es una mezcla de elementos fantásticos que se refieren a los personajes que construyo, los cuales aparecen fusionados con fragmentos de una realidad inmediata. Es decir, construyo mis escenas en ámbitos reales, mi obra refleja las cosas que me son cercanas. Todo ese cúmulo de artilugios los pongo en función de sugerir un pensamiento estético transformado en imagen.
¿Hasta qué punto los libros son capaces de promover la obra de los ilustradores?
Las publicaciones son muy importantes tanto para el autor como para el ilustrador. Esos libros llegan a disÃmiles manos de niños, jóvenes y adultos. Claro, todo depende de la distribución, de la cantidad de ejemplares de impresión —a mayor tirada, más visualización de tus ilustraciones; y esto conlleva a que te conozca mayor cantidad de público y autores que aprecien tu trabajo y te soliciten a la editorial para futuros proyectos—, también influye la magnitud del alcance de esos libros.
¿Quiénes, en el mundo de las artes visuales, constituyen tus principales referentes y por qué?
Pienso que casi todos los artistas que crean dentro del amplio mundo de lo fantástico han tenido que hojear en algún momento de su vida un catálogo de arte surrealista.
Yo lo hice en mis tiempos de estudiante y quedé fascinado con la obra de Salvador DalÃ, de René Magritte y, si me remonto hacia el Renacimiento, tengo que mencionar a Pieter Brueghel llamado el Viejo. En mis comienzos tuve mucha influencia del surrealismo, sobre todo cuando realizaba mis dibujos y pinturas.
Con el paso del tiempo fui desarrollando más las artes gráficas y una manera nueva de adoptar la figuración. Sin abandonar los rasgos surrealistas me fui adentrando más en lo grotesco, en lo expresionista, incluso llegué a tocar lo caricaturesco. También me gusta mucho la obra de Francisco de Goya, sobre todo sus grabados sobre metal; me encantan las ilustraciones del ilustrador francés Gustave Doré, considerado en su paÃs el último de los grandes ilustradores.
Admiro la obra de José Luis Posada, conocido como “El Gallego Posadaâ€, pintor y grabador español exiliado en Cuba. Me retroalimenta en gran manera ver la obra de estos grandes dibujantes con los que me identifico desde el punto de vista estilÃstico; en fin, que soy un amante fiel del dibujo.
¿Con cuáles libros estableces una conexión más hermosa?
La verdad es que establezco una excelente conexión con los libros que no me aburren, con los cuales no paso trabajo para crear un ambiente dentro de la historia que me cuentan. Lo voy a repetir cada vez que tenga oportunidad: es importante la imaginación del escritor, la cual se denota mediante las palabras y provoca una chispa que no se apaga en el proceso de creación de las ilustraciones. Esto me permite disfrutar cada imagen que realizo sin tener que ceñirme solamente a un compromiso editorial.Â
¿Cuál es el valor de la formación académica? ¿Qué puede ofrecer la formación que el talento no, y viceversa?
La formación académica es de mucho valor para un artista. Es la que te moldea y te da las herramientas de aprendizaje para dar tus propios pasos en el camino que decidiste escoger. Pienso que algunos seres humanos vienen al mundo con habilidades especiales; otros las van adquiriendo, y algunos poseen un talento innato o, como decimos a veces, un don.
Ese talento te permite llevar ventaja desde que comienzas como estudiante: haces cosas de manera natural mientras que otros necesitan de una orientación. El talento, vinculado a la academia, da como resultado la formación de un artista más completo, ya que se adquieren conocimientos que luego se pueden utilizar para un mejor enfoque en la carrera artÃstica.
¿Cuál es la mejor forma de dialogar con un público lector a través de la imagen? ¿Hasta qué punto piensas que una ilustración puede enriquecer o desfavorecer al mundo ya contenido en el libro?
Se dialoga al crear imágenes que no pierdan relación con el contenido de la lectura. He visto libros donde el texto no resulta interesante, simplemente porque no todas las obras que se realizan son geniales, hay unas muy buenas y otras no tanto; pero, al final, las ilustraciones le dan vida a ese libro.
También existen textos con historias muy buenas y una excelente edición; sin embargo, las ilustraciones no están a la altura o existe mala calidad de impresión, fallo que nos golpea en muchas ocasiones.
Yo mismo he tenido mis decepciones cuando he realizado ilustraciones de calidad y el resultado final ha sido malo por este motivo. Sé que a veces las condiciones no son óptimas por la escasez de recursos, también reconozco el esfuerzo de las editoriales, pero creo que hay que velar por lo de uno… me refiero a que debe haber un representante de la editorial en el momento de la impresión y no solo enviar el paquete.
En el campo de la promoción, ¿cuáles son las principales herramientas de un artista visual? ¿Cómo se promociona la obra de un ilustrador, más allá del libro como objeto artÃstico?
Es muy importante la promoción en las redes sociales, la creación de un sitio web donde puedas mostrar tu trabajo y asà compartirlo con los demás. Además, también se puede realizar promoción a través de las instituciones que nos respaldan con sus circuitos galerÃsticos, como el Fondo Cubano de Bienes Culturales y el Consejo de las Artes Visuales.
Pienso que las editoriales nacionales deberÃan trazarse nuevas estrategias para la promoción de sus ilustradores porque, en la mayorÃa de los casos, se quedan en la simple presentación y en la distribución de los libros que, en muchas ocasiones, no llegan a cubrir todos los espacios, se quedan en un circuito reducido; sÃ, escuchas hablar de ellos pero no tienes la oportunidad de adquirirlos.
En mi experiencia personal, desde que estoy en este medio he tenido muy pocas oportunidades de conocer personalmente al autor del libro que voy a ilustrar y eso no deberÃa suceder: el trabajo fluirÃa más si el autor y el ilustrador tuvieran un contacto cercano.
No quiero decir que esto es algo que no se hace nunca, pero sà creo que la editorial es la encargada de propiciar esos encuentros y de promocionar con más fuerza la obra de sus ilustradores. Las editoriales no deben conformarse con ver solo una impresión en papel o cumplir con el plan editorial del año; al final, este es un trabajo muy serio al que uno le pone el corazón y le dedica su tiempo.
En cuanto a visualidad, ¿crees que nuestros libros se encuentran actualizados, que sobreviven a una comparación estética con los libros de otras geografÃas? ¿Qué puede ofrecer la ilustración cubana al mundo?
En nuestra geografÃa existen excelentes dibujantes e ilustradores, dotados con suficiente talento para trabajar con cualquier editorial. Lo que nos golpea siempre por cuestiones de recursos es la calidad de impresión de los libros.
Muchos ilustradores se quedan insatisfechos porque los filtros que aplicaron no se ven, las imágenes van descargadas de tinta o aparecen ilustraciones quemadas. Los equipos de imprenta ya no dan para más, aunque también debo destacar el esfuerzo de nuestras editoriales para que estos libros salgan a la luz y se muestren a todo tipo de público en nuestras Ferias del Libro cada año.
TodavÃa en ese sentido no podemos competir con la impresión de editoriales extranjeras. Como ves, no estoy hablando de la calidad de ilustración, pero evidentemente si imprimes una imagen a color en óptimas condiciones materiales, esa ilustración gana mucha visualidad.
Por otro lado, pienso que la ilustración cubana puede ofrecer al mundo rasgos de nuestra cultura que, traducida en imágenes, muestra una manera particular de hacer. Eso sin adoptar completamente las influencias foráneas; es decir, puedes nutrirte de las nuevas tecnologÃas e informarte de lo que se hace en el mundo en cuestiones de arte digital —que es lo que más se está manejando en el campo de la ilustración actual— pero sin dejar a un lado la estética que nos identifica.
En el amplio campo de la ilustración de la isla, ¿qué piensas puede ofrecer tu obra?
La verdad no sé hasta qué punto sea novedosa. Al menos creo que he aportado un granito más en este mundo de la ilustración del cual sigo aprendiendo, en el que me perfecciono dÃa y dÃa y al cual trato de aportar una obra de calidad, que pueda ser del disfrute del público que la consuma. Sà puedo asegurar que mientras esté trabajando en el campo de la ilustración, lo haré con la entrega que me caracteriza y el amor inseparable que tengo hacia la creación.
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