El Café Literario La Comarca, de la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz, que el pasado 20 de octubre cumplió su décimo aniversario, fue el espacio escogido para culminar la XXV edición del Premio Nacional y Evento de Literatura Emilio Ballagas.
Con este certamen se honró al poeta, ensayista y periodista Emilio Ballagas, quien fuera uno de los hombres más destacados del siglo XX por su quehacer intelectual, proyección ética y condición de cubano.
Conferencia sobre la décima y la poesía.
Una vez más, Ballagas recorre con su impronta y su legado a esta suave comarca de pastores y sombreros –como la describiera nuestro Poeta Nacional Nicolás Guillén–, donde su obra se inmortaliza, revive y se renueva.
Camagüey, cuna del poeta y de la literatura cubana, se convirtió en escenario de un evento que rememoró no solo al arte de las letras que salva nuestra cultura y memoria, sino que celebró las más genuinas tradiciones campesinas a través de la décima y el repentismo, porque la literatura y la poesía oral improvisada han estado unidas, desde siempre, a las necesidades estéticas del hombre y sus orígenes.
Como ya se ha hecho costumbre la edición 25, dedicada en esta ocasión a la poesía, llegó a la Facultad de Humanidades de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz, a la casa de altos estudios del MININT, a la Facultad Tecnológica de la Salud y a la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, donde se efectuaron encuentros, paneles, conferencias, recitales de rima y prosa, conciertos de trova, presentaciones de libros y revistas.
Por estos días no pocos futuros profesionales y sus educadores fueron testigos de la profunda poesía escrita por aquellos que lucen con orgullo en sus currículos, el premio conquistado en el “Emilio Ballagas” que, sin dudas, contribuyó a realzar sus obras.
Pensado desde el Camagüey, pensado como país, “el ʻEmilio Ballagasʼ volvió a evidenciar su pertinencia, lo mucho que nos alimenta el alma y nos eleva”, así expresó el autor Domingo Peña González, quien obtuviera una mención especial por su obra La torcida raíz, gracias al manejo eficaz de las estrofas clásicas y esa mirada personal y ocurrente sobre el imaginario insular.
El Gran Premio fue para la autora santiaguera Lizeth Portuondo Vega con su obra Notas Léctivas, un conjunto de prosas con marcada unidad estilística, poder de síntesis, uso del cinismo, humor y subversión del discurso poético, resultado final de su cosmovisión como mujer creadora.
De esta forma finalizó un concurso que acompañado de conciertos estelares de la agrupación camagüeyana Rumbatá, en la Terraza Arte Joven de la AHS, y del Quinteto de Cuerdas Santa María Excorde, dejó abierta la convocatoria para la próxima edición del Premio y Evento Nacional Emilio Ballagas 2020, que desde el 3 al 7 de noviembre del venidero calendario le hará honores al ensayo, para transmitir y reconocer lo bello de la palabra hecho por noveles y consagrados de la literatura cubana.
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