Transcripción del espacio Dialogar, dialogar, con el tema El rol de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy. ¿Vigencia de los hermanos Saíz?, 16 de octubre de 2019
Yasel Toledo Garnache, moderador:
Estamos otra vez en Dialogar, dialogar, espacio de la Asociación Hermanos Saíz para el debate y la crítica valiente y responsable. Apenas faltan dos días para celebrar el aniversario 33 de nuestra organización, un buen motivo para intercambiar sobre el rol de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy.
Nos acompañan en el panel la joven periodista Yanetsys León González; el investigador y Doctor en Ciencias Históricas Elier Ramírez Cañedo, fundador de Dialogar; y Luis Morlote Rivas, Presidente de la UNEAC, quien durante varios años estuvo al frente también de la AHS y siempre será parte de esta familia grande a la cual aportó mucho y lo sigue haciendo.
Están junto a nosotros también miembros del Consejo Nacional de la AHS y artistas de todas las provincias. Este día es inevitable pensar en Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, dos hermanos, asesinados el 13 de agosto de 1957, dos muchachos repletos de ímpetu, inteligencia y voluntad para ser útiles a su nación. Uno imagina aquel día en San Juan y Martínez, un pequeño poblado en la actual provincia de Pinar del Río: la despedida de la madre, los pasos en la calle, los disparos que apagaron sus vidas, la tristeza de muchos…
Cuando uno lee sus textos percibe que eran entusiastas, enamorados, bromistas, pero también sentían una profunda preocupación por los problemas sociales y políticos de su época, por la realidad dolorosa que sufría el pueblo, y trataban de contribuir al necesario cambio.
En textos como Juventudes; Las razas: el problema racial en Cuba; ¿Por qué no vamos a clases?; La Generación del Centenario; y ¿Por qué luchamos? se percibe la profundidad del pensamiento de ambos, a pesar de la juventud.
No podemos asegurar que la obra literaria de ellos tiene gran calidad, pero es innegable el talento, la inquietud, la capacidad para crear que estaba en crecimiento, pues apenas tenían 17 y 18 años de edad.
Al leer los testimonios de amigos, compañeros de estudios y otras personas que los conocieron, uno descubre también sus cualidades como seres humanos valientes, arriesgados y muy sensibles, lo cual se refleja también en sus poemas.
¿Cuánto de ellos debe permanecer o no en los jóvenes creadores de hoy? ¿Cómo debemos ser los escritores, investigadores y artistas en la actualidad? ¿Cómo deben ser nuestras relaciones con las instituciones?
¿Acaso no estamos para exigirles y criticarlas con sinceridad, pero también para hacer propuestas y realizar acciones desde la voluntad de ayudar a fin de contribuir a que cumplan cabalmente con sus funciones? ¿Qué nos debe guiar?
Luis Morlote Rivas:
No sé si se dieron cuenta del matiz leve en la presentación. Yasel dijo la palabra joven, pero cuando llegó a mí no la utilizó (Risas). Lo bueno que tiene este espacio es que podemos conversar entre todos, como amigos. Aunque parezca melodramático –yo vengo de la Radio-, debo confesar que todavía hoy la mejor experiencia de mi vida ha sido el paso por la AHS, no la he superado, porque la Asociación brinda la posibilidad –como decía Yasel- de trabajar desde la responsabilidad, pero siempre proponiendo, innovando, criticando. Rafa-presidente actual de la AHS-, me pedía que hablara un poco de Esther, madre de los hermanos Saíz. Tuvimos la posibilidad de compartir durante varios años con ella.
Recuerdo incluso que íbamos al Comité Nacional de la UJC, y hablábamos de la importancia de ir a visitarla a San Juan y Martínez, porque nos parecía que le quedaba poco tiempo de vida, así era cada año, pero ella estuvo hasta que quiso y con una lucidez extraordinaria, por suerte para nosotros. Y eso nos permitió comprender por qué los hermanos Saíz eran así y por qué es tan apropiado que esta asociación se llame de esa manera, lo cual implica un altísimo compromiso.
Recuerdo que en el 2008, hicimos una entrega especial de Maestra de Juventudes a ella, a Esther, en un acto que efectuamos en el Memorial José Martí. Lo merecía no solo por ser la madre de ellos, sino por su trayectoria como maestra y metodóloga de Educación.
Tenía una vocación por el magisterio y el servicio social. Luego de la actividad, la entrevistó un periodista, y ella expresó que estaba muy alegre de ser Maestra de Juventudes, porque la AHS es la organización a la cual sin dudas hubiesen querido pertenecer sus hijos, según sus propias palabras.
Le decían La Montes de Oca. Hay una anécdota: Un día se montó en un taxi, en el cual iba una muchacha, que expresó: “chofer, apúrese que hoy nos visitará La Montes de Oca, y esa mujer no entiende”, porque también era exigente.
El padre de ellos también tenía una conducta intachable. Eso explica un poco las cualidades de Luis y Sergio, quienes conocían la obra de José Martí. En el momento de la muerte, Luis era coordinador del Movimiento 26 de Julio en San Juan, y Sergio se desempeñaba como jefe de Acción y sabotaje. Se dice fácil, pero con solo 17 y 18 años tenían que ser muy valientes y audaces, tenían que ser líderes también, para que confiaran esas responsabilidades en ellos.
Hay que leer el texto de ellos sobre Abraham Lincoln, quien fue presidente de Estados Unidos, para percibir también la profundidad de sus análisis. La familia les dio una formación política y humanista muy completa. Sorprende el conocimiento y la formación de ellos tan completa, con esas edades y en un lugar apartado como San Juan y Martínez.
Armando Hart me dijo una vez que existen muchas coincidencias entre el documento ¿Por qué luchamos?, de ellos, y La Historia me absolverá, alegato de autodefensa de Fidel en el juicio después del asalto al Cuartel Moncada, que se convirtió en programa de lucha de la nueva etapa revolucionaria.
Esther nos narraba que aquel 13 de agosto ella estaba fregando en la cocina, cuando los hijos le dijeron: “mamá, vamos al cine”, y ella les dijo que no fueran, pero ellos dijeron que sí. Un rato después escuchó los disparos, y pensó: “me mataron a los muchachos”, y salió corriendo al portal. La gente pasaba, y ella escuchó cuando uno dijo: “mira, no sabe que le mataron a los hijos”.
Esa escena y todo lo relacionado con ellos dan para una película que emocione. Esther siempre dejó las camas tendidas, todo como ellos lo dejaron cuando salieron. Eso la ayudó a seguir con vida, era como si Luis y Sergio estuvieran ahí.
A la AHS le corresponde divulgar más la obra de ellos. Tal vez una multimedia y que la gente pueda visitar la casa de manera virtual.
Dicen que Fidel cuando visitaba la casa solo llegaba hasta el portal.
El sepelio de los hermanos Saíz conmovió a muchas personas.
Es importante estudiar sus obras y ejemplos, porque aportan un pensamiento revolucionario, antimperialista, creativo -muy creativo-, innovador, profundamente descolonizador…
La Asociación nunca puede acomodarse, tiene que criticarse en el interior de ella misma y no asumir nunca la burocracia institucional. Hay que aprovechar esas oportunidades únicas que tienen la AHS y la UNEAC de pensar críticamente la cultura. Las Casas del Joven Creador -sedes de la AHS en las diferentes provincias- son espacios alternativos y abiertos, donde confluyen todas las manifestaciones artísticas, y eso debemos defenderlo siempre.
La idea de que la sede nacional de la AHS sea el Pabellón Cuba fue de Fidel. Él tuvo dos encuentros con la AHS, en 1988 y en el 2001. Fidel reconoció siempre la importancia de esta organización. En una ocasión manifestó:
“No se puede decir que el papel de la AHS sea solo promover la cultura, puede ser lo más importante, pero la Asociación tiene también que recoger todas las cuestiones, preocupaciones y problemas a resolver, tiene que trabajar y luchar por los intereses de aquella gente a la que representa. Esta organización se justifica ahora y siempre, ahora y siempre”.
Hace poco participé con Rafael –actual presidente nacional- en una reunión, y en verdad él se faja y defiende la AHS, eso habla muy bien de su responsabilidad.
Yasel Toledo Garnache:
Indudablemente, el nombre de esta organización significa un compromiso adicional, con Luis y Sergio, sus esencias y la capacidad para enfrentar cualquier reto. Cuando escuchábamos a Morlote, una pensaba otra vez en la fidelidad de aquellos jóvenes a sus principios, incluso en momentos de mucho peligro.
Recordaba fragmentos del artículo de Sergio, ¿Por qué no vamos a clases?, que leyó en el Instituto de San Juan, como parte de una huelga. Ese texto denunciaba problemáticas sociales poco después del asalto al Palacio Presidencial en La Habana, donde hubo disparos y sangre. No tenían miedo. En verdad, debemos divulgar mucho más el pensamiento y la obra de ellos.
Elier seguramente nos comentará sobre eso. Te pedimos, además, hermano, algunas opiniones sobre la relación de los creadores y las realidades, los contextos. En ocasiones, se debate sobre qué es lo más importante: ¿solamente la obra o también lo demás? ¿Cuándo estamos en un proceso creativo es posible meternos en una burbuja de cristal o torre de marfil por encima de todo y desprendernos de la política, las preocupaciones sociales? ¿Intentarlo sería lo más justo con nosotros mismos?
Elier Ramírez Cañedo:
Estar aquí nos satisface y emociona. Este es un espacio que llegó para quedarse. Antes de hablar sobre el rol de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy, quisiera comenzar refiriéndome a Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, cuyos nombres prestigian a la organización que agrupa a los jóvenes de la vanguardia artística e intelectual cubana. Al ingresar en la AHS nada conocía de estos jóvenes, que al ser asesinados por esbirros de la dictadura de Fulgencio Batista el 13 de agosto de 1957 apenas contaban con 18 y 17 años de edad. El hecho de pertenecer a la AHS y al propio tiempo ser graduado de licenciatura en historia, me obligaba por una cuestión moral de saber quiénes fueron realmente esos muchachos cuyos rostros podía ver reflejados en las paredes de las oficinas del Pabellón Cuba y en pulóveres distribuidos por la dirección de la AHS.
Lo primero que descubrí es que no es mucho lo que se ha escrito sobre su corta pero destacada vida revolucionaria, así como de la radicalidad y hondura de su pensamiento político. Solo cuatro libros –al menos que conozca- hacen referencia a su historia y compilan gran parte de sus textos literarios y políticos:
- Brisa Nueva. Selección de la obra de los hermanos Saiz, de Luis Beiro Alvarez, Sergio Suárez López, Luis A. Figueroa Pagé y Reinaldo López Medina, Editora Política, La Habana, 1981.
- Luis y Sergio. Los Hermanos Saíz, de Luis Beiro Álvarez, Editorial Gente Nueva, 1983.
- Cuerpos que Yacen dormidos, del profesor Luis A. Figueroa Pagés, Editorial Abril, con ediciones en 1997, 2007 y 2012.
- Sobre la vida que surge, de Luis A. Figueroa Pagés, Ediciones Loynaz, 2016.
También pude luego acceder y disfrutar del documental ¿Por qué luchamos?, dedicado a Luis y Sergio, realizado por el periodista Danny González Lucena en el 25 aniversario de la organización.
Pero si poco es lo que se ha publicado, mucho menos se ha logrado un trabajo sistemático y efectivo por hacer llegar a las nuevas generaciones el legado de los Hermanos Saíz, de ahí que aun exista una inmensa deuda que saldar. Sin duda, estamos hablando de dos bisoños patriotas que debieran constituir también referentes y paradigmas de toda la juventud cubana. Por supuesto, esa labor va más allá de la responsabilidad de la AHS, pero la AHS por el honor y el compromiso que representa llevar el nombre de esos hermanos tiene que inevitablemente estar a la vanguardia en esa misión.
Para mí fue una gran revelación encontrarme con la vida y obra de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, quedé realmente fascinado con su impronta. Estremece y conmueve su ejemplar actitud revolucionaria y antiimperialista, el calado y originalidad de sus ideas político-sociales, su humanismo, solidaridad hacia los oprimidos, sus sentimientos internacionalistas y su profunda sensibilidad artística. Gran simbolismo adquiere además para el presente su caída, al producirse un 13 de agosto, cuando se disponían a realizar una acción para celebrar el cumpleaños de Fidel. Encoleriza el hecho de pensar cuánto más hubieran podido aportar a la patria de no haberse producido su vil asesinato.
Estos dos hermanos de San Juan y Martínez, Pinar del Río, cultivaron en su corta vida los más preciados valores revolucionarios, forjados en gran medida por sus padres, el juez Luis Saíz y la maestra de instrucción pública Esther Montes de Oca, quienes lograron sembrar en sus pequeños el amor y el conocimiento del pensamiento y la vida de José Martí, así como un alto compromiso con la justicia social.
Despertaron además en ellos el interés por el arte y la literatura, de ahí que ya en el momento de su caída, dejaban a la posteridad testimonio de su vocación y talento artístico. A su edad ya habían leído además de a José Martí, a Casal, Bolívar, Juárez, García Lorca, Ingenieros, Rodó, Haya de la Torre, Marx y Lenin. El alegato de autodefensa de Fidel Castro, La Historia me absolverá, fue un texto que evidentemente ejerció mucha influencia en ellos.
En el momento de su muerte ya Luis había estado entre los fundadores del Directorio Revolucionario pues había ingresado en la Universidad de La Habana en la carrera de Derecho, donde se destacó en las luchas estudiantiles, aunque durante un corto tiempo pues la universidad sería clausurada en 1956. Al volver a San Juan y Martínez, Luis se incorpora al Movimiento 26 de Julio y participa en numerosas actividades clandestinas. Por los méritos alcanzados llegaría a ser su coordinador, mientras que su hermano Sergio fungiría como jefe de Acción y Sabotaje, siendo fichado por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) como “el joven del jaket verde”.
Su obra literaria y política debiera hoy ser estudiada y conocida por toda nuestra juventud. De la poesía de Luis que, igual a la de Sergio está marcada por la denuncia de los males sociales en que vivía el país y por su compromiso revolucionario, mencionaría: Presencia, Partida, Llanto por José Antonio Echeverría y Brisa Nueva. De sus textos políticos: La Generación del Centenario, Las razas: el problema racial en Cuba, Juventudes y ¿Por qué luchamos?, considerado este último el testamento político de ambos hermanos donde se observa cierto paralelismo con La historia me absolverá.
En el caso de la obra poética de Sergio: Un verso me piden, Canto a la muerte, Desalojo, A un burgués, Déjame llevarte en ansias y Elegía a Karl Marx. De su pensamiento político destacaría: ¿Por qué no vamos a clases?
Pero hay mucho más para sorprenderse con la obra de los Hermanos Saiz, por ejemplo el conocer que ambos realizaron apuntes para la redacción de una futura Constitución o el hecho de que Sergio diseñara todo un programa de cinco años para una Cátedra Martiana donde debía estudiarse la obra del Apóstol.
En su testamento político: ¿Por qué luchamos?, ambos hermanos defienden una revolución martiana y socialista, alejada tanto del “tío Sam” como del “oso ruso”, una revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y para nada debe sorprendernos el distanciamiento de Luis y Sergio del “llamado socialismo real” infestado ya en esos momentos por el Estalinismo, y es que ellos forman parte de la originalísima tradición marxista cubana de profunda raíz martiana, al igual que lo fue Mella, Villena, Guiteras, Pablo, Roa, Fidel y otras destacadas figuras de la lucha revolucionaria del siglo XX. Luis y Sergio aspiraban a una revolución que naciera de las propias entrañas cubanas, tomando en cuenta la idiosincrasia de la Isla y su inserción dentro del contexto latinoamericano y caribeño, a un socialismo muy propio, que tuviera como basamento esencial el pensamiento del Apóstol.
Ahora bien, ¿cómo lograr desde la AHS, dar a conocer este magnífico legado de los Hermanos Saiz a las nuevas generaciones de cubanos?
Creo debiéramos comenzar desde casa: en todos los consejos y direcciones nacionales de la AHS presentar y distribuir algún texto de los hermanos Saiz; publicar nuevamente la compilación de su obra por alguna editorial de la AHS en una tirada más amplia y organizar presentaciones de estos libros en todas las casas del joven creador en el país.
Pienso que si los miembros de las AHS conocieran y se apropiaran -en buen sentido- de la obra de los hermanos Saiz, esto serviría para inspirar canciones, poemas, ensayos, obras de teatros, pinturas, audiovisuales y otras creaciones artísticas. ¿Acaso no se ha demostrado ya la capacidad del arte para inmortalizar figuras e ideas y para calar en lo más profundo de los sentimientos humanos?
Debiéramos jerarquizar aun más la jornada nacional del 13 de agosto y que sea un acontecimiento no solo en Pinar del Río, sino en todo el territorio nacional, uniendo como hacemos en el Pico Turquino en un solo haz a Martí, Fidel y los hermanos Saíz. Pero no debiéramos pasar por alto tampoco la fecha de nacimiento de Sergio el 8 de enero y de Luis el 4 de noviembre. Por otro lado, la obra de los Hermanos Saíz debiera estar más accesible para todos, empezando desde la página Web de la organización. Otras ideas que se me ocurren: realizar un producto de multimedia que incluya una visita virtual a la casa de los hermanos Saiz, producir aplicaciones para celulares y tabletas donde se compilen sus textos y hasta el encargo de la elaboración de un guión para una futura película sobre los Hermanos Saíz.
Creo además que para honrar la memoria de Luis y Sergio desde el papel de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy, pudiéramos intentar darle respuesta desde el debate y, más que todo, desde la acción, a las siguientes preguntas:
¿Cómo hacer que a la sensibilidad artística en nuestros jóvenes creadores le acompañe la sensibilidad revolucionaria, que a las preocupaciones estéticas le acompañen las preocupaciones éticas? Recordar que Lenin decía que “la ética sería la estética del futuro”, haciendo ver la belleza que también se desprende de las actitudes y comportamientos de los seres humanos. ¿Acaso habrá estética más perfecta a la lucha por alcanzar la mayor suma de justicia social posible? “Ese sol del mundo moral”, al decir de Cintio Vitier.
Pero en la coyuntura actual de Cuba, nuestro socialismo necesita tanto de la belleza en los actos como de la belleza en la transformación de nuestro entorno, de la belleza de todas nuestras realizaciones en el mundo material. Y ahí los jóvenes creadores pueden desempeñar un rol fundamental.
¿Cómo lograr que la AHS también contribuya a materializar la idea en la que tanto insistía Alfredo Guevara en sus intercambios con los jóvenes de “un socialismo neo renacentista cultor de la belleza”?
¿Cómo lograr que la vanguardia artística joven de Cuba se proyecte hacia toda la sociedad para contribuir al nacimiento de una nueva hegemonía, liberadora, antiimperialista, anticapitalista y anticolonial?
¿Cómo hacer que la AHS participe en la tan necesaria trasformación espiritual de los seres humanos, en la generación de valores y conductas socialistas, que tanto necesita nuestra sociedad hoy en día junto al crecimiento económico?
¿Cómo puede contribuir la AHS a mantener viva la herejía de la Revolución Cubana desde el pensamiento martiano, marxista y fidelista, en su esencia anti dogmática, creativa y autóctona?
Los jóvenes creadores en nuestro país estamos llamados no solo a desatar las fuerzas productivas, sino también las fuerzas espirituales de la nación. En ese sentido el papel de la AHS es fundamental. También para acabar de volar en pedazos visiones estrechas en la manera de entender la cultura, como aquella que solo la concibe desde el arte y la literatura.
En ese sentido hemos insistido en la importancia de las Ciencias Sociales, en medio de las batallas culturales que enfrentamos. ¿O es que acaso los aportes de la historia, la sociología, la antropología, la filosofía y otros saberes humanísticos, no forman parte también de lo más valioso de nuestra cultura? ¿Cuántos eventos de pensamiento hace la AHS? ¿Por qué la sección de Crítica e Investigación sigue siendo la más deprimida? ¿Por qué pensar solo en cruzadas artísticas y no en cruzadas de arte y pensamiento? Son preguntas para debatir.
Considero que la AHS pudiera ser una organización para agrupar y articular a esos núcleos de jóvenes pensadores que hoy andan dispersos a lo largo y ancho de nuestro país. Mucho pudieran aportar unidos al perfeccionamiento de nuestro modelo de socialismo y a la defensa de las ideas humanistas, anticolonialistas y antimperialistas frente a la arremetida del pensamiento neoliberal que también nos amenaza.
Yasel Toledo Garnache:
Escuchar a Elier siempre es interesante. Muchos elementos para pensar y hacer, retos que tenemos y debemos vencer. Yanetsy nos pide abordar algunos elementos de la AHS y su relación con los jóvenes creadores.
Yanetsy León González
Agradezco la oportunidad de compartir lo que pienso y lo que siento por una organización devenida espacio de confabulaciones, aún marcado por el síndrome de la sospecha. Los jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz vivimos entre mirar y ser mirados.
También agradezco estar aquí junto a Luis Morlote, quien es mi primer presidente de la Asociación Hermanos Saíz. Esa condición nadie se la podrá quitar. Cada vez que llegaba a Camagüey insistía en la atención a cada asociado.
Quiero compartir unas palabras de Luis Álvarez Álvarez, el Maestro de Juventudes que tengo en mi ciudad: “Que la Asociación exista estimula el querer ser, pero para poder ser, se necesita una determinada manera de mirar el mundo, una sensibilidad para expresar, no ya lo que se siente a nivel personal”.
La Asociación permite que seamos escuchados, que nuestra obra se haga visible. Es una manera de estimular la creación y el autoexamen; sin embargo, para poder aspirar a esa conciencia de grupo resulta esencial escribir las historias y las memorias de nuestra organización.
Insisto además en la promoción como un derecho del asociado y uno de los objetivos principales de la Asociación Hermanos Saíz. Sigue siendo un Talón de Aquiles porque no se ha logrado con organicidad en toda Cuba. Pienso que no basta con que alguien gane un premio sea una noticia. Falta el seguimiento al premiado, moverlo con su obra en la propia red de espacios y proyectos de la organización en el país.
Como lo cortés no quita lo valiente, quiero elogiar las acciones recientes del Departamento de Comunicación, que ha logrado vitalidad en el ecosistema digital, tanto por la actualización del sitio de la AHS como de sus perfiles en redes sociales, y el estímulo a cápsulas audiovisuales que se están generando desde las provincias, por ejemplo, de Guantánamo, Sancti Spíritus y la sede nacional.
No siempre se tiene conciencia ni se comprenden los procesos comunicativos como procesos culturales en sí mismos. Por eso como periodista me he sentido a gusto en la Asociación. Realmente ha sido mi casa.
Sin mirar para los lados, la Asociación Hermanos Saíz impulsó el proyecto de Coloquio Nacional de Periodismo Cultural, que hacemos en Camagüey desde el 2018, porque la organización valora este ejercicio profesional como otra vía para la promoción de sus miembros, y también como una manera para la gestión del pensamiento, para trazar los mapas de la identidad con ética y honestidad intelectual.
Tenemos el reto de acercarnos con nuestra obra al universo juvenil, más identificado con las culturas orientales que con la propia, y en peligro de convertirse en autistas funcionales. Tenemos la ventaja de la edad para hacerlo cómplice. A diferencia de los adultos que han intentado imponer, nosotros tenemos la capacidad de proponer y convencer.
Muchas gracias.
Yasel Toledo Garnache:
Nos gustaría escuchar algunas opiniones desde el público.
Fragmentos de algunas intervenciones desde el público:
Rafael González Muñoz:
Les agradecemos por las sugerencias. Es importante que siempre nos hagan llamados de atención, nos ayuden y critiquen, que es el mejor abrazo. En la AHS estamos trabajando mucho, y seguiremos así, siendo consecuentes con las esencias de esta organización.
Olga:
Feliz de compartir con ustedes. Espacios como este debemos seguir promoviéndolos. En términos de fuerzas espirituales tenemos la responsabilidad de contribuir a que los jóvenes cubanos conozcan más la obra de Luis y Sergio, para que ellos formen parte de sus referentes.
Profesor de historia:
Vi el spot y la promoción, y decidí venir. Para mí era importante estar aquí, a pesar de las dificultades con el transporte para llegar. Ojalá Dialogar, dialogar salga también del Pabellón Cuba y llegue a las universidades, a los centros educacionales. Lo necesitamos, para bien del conocimiento y la cultura del debate.
Yasel Toledo Garnache:
Agradecemos a todos por participar, y los esperamos el 20 de noviembre para dialogar sobre Resistencia y Creación: La cultura de nuestro tiempo. Buenas tardes.
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