«Nada es más importante que la autodeterminación de seguir adelante ante cualquier dificultad aparecida en el difícil y consagrado camino de hacer cine», aseguró en la Ciudad de los tinajones la destacada realizadora cubana Gloria Rolando, una de las figuras claves dentro de la documentalística cubana.
Para la ocasión, fue la intimidad que ofrece el espacio Coffea Arábiga de la XIX Muestra Audiovisual El Almacén de la Imagen, el contexto donde la prolífica creadora compartió una retrospectiva de su labor a partir de sus primeras vivencias profesionales en la década de 1970 como parte del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).
A manera de conversatorio, Gloria Rolando se definió como una persona que constantemente se cuestiona cuán profundo deviene necesario llegar al fondo de cada tema abordado a través de su lente, tal vez uno de los más agudos, expositivos y analíticos de los existentes en la nación antillana.
Así lo demuestran documentales de su factoría como los dedicados a indagar sobre las profundas raíces africanas y caribeñas existentes dentro de la isla, e incluso otros tan puntuales como Voces para un Silencio, acerca de la masacre perpetrada contra negros y mulatos durante la rebelión del Movimiento de los Independiente de Color en 1912, producto de sus reclamos de igualdad política y social a inicios del siglo XX.
«A mí me gusta encontrarme directamente con la historia, urgar lo más posible en ella, aseveró, es necesario vivirla y sentir de cerca la experiencia de sus protagonistas para mostrarla de una forma creativa, y para eso me tengo que auto-superar en todo momento.»
«Es una pena que a veces no se incluyen los matices necesarios dentro de la metodología para la enseñanza de la Historia de Cuba sobre algunos temas», agregó la realizadora durante su intercambio, transcurrido en el Café Literario La Comarca, en la Casa del Joven Creador, sede de la filial lugareña de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) donde se desarrolla el referido evento.
Definida en ese contexto como una pionera dentro del cine independiente en Cuba, según palabras del cineasta Fernando Pérez, Gloria Rolando fue capaz de prevalecer por encima de cada obstáculo con mucho sacrificio y dedicación, y demostró con audacia cuán lejos se puede llegar si es firme la decisión de no dejarse vencer por las adversidades, tal como ella misma lo expresó al concluir.
En El Almacén de la Imagen compiten en esta ocasión más de 90 obras de jóvenes de casi toda la isla en los géneros de ficción, animados, promocionales, documentales y cortos de hasta tres minutos de duración, creaciones que se proyectarán hasta el próximo sábado en la Sala Hitchcock, ubicada en el Café Literario La Comarca.
Entre las principales acciones del programa del certamen destaca la realización de dos talleres, el primero acerca de los aspectos legales aplicados a la creación de materiales cinematográficos, y otro impartido por Aramís Acosta, actual director de los Estudios de Animación del ICAIC.
Como cada año, el plato fuerte deviene la discusión del Pitching o Imagen del Almacén, mediante el cual los creadores exponen competitivamente un guion inédito en lo géneros de ficción y animación, con el propósito de obtener el financiamiento necesario para su posterior producción.
Como resulta habitual, al finalizar el evento se otorgará el Gran Premio Luces de la Ciudad, así como reconocimientos en las especialidades de Dirección Fotografía, Música original, Sonido Dirección de arte, Guión y Edición.
De igual manera el Centro Provincial del Cine, la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, y Televisión Camagüey, entre otras instituciones, otorgarán premios colaterales.
El Almacén de la Imagen es uno de los eventos más antiguos y de mayor prestigio entre los desarrollados por la AHS camagüeyana, y cada año deviene plataforma de exhibición de las muestras de jóvenes realizadores cubanos que radican principalmente en la zona centro oriental del país.
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