Con la pasión que lo caracteriza y su versatilidad casi sobrenatural es Reynaldo Pérez Labrada un pilar clave para el desarrollo de la Vigésima Novena MuestraAaudiovisual El Almacén de la Imagen.
“Llego al Almacén de la Imagen a través de la AHS. Gracias al movimiento audiovisual que existía en Camagüey en esa época se realizó su primera edición. Como éramos un grupo pequeño que amaba el audiovisual empezamos a colaborar en su organización y llevo con esa labor más de 20 años”, comentó.
-¿Qué es para ti El Almacén de la Imagen?
Crecí con el Almacén. Con el paso de los años me ha permitido desarrollar una percepción crítica sobre la realización audiovisual y descubrirme como profesional.
-El pitching surgió por el camino, ¿lo aprovechan creadores de la zona centro –orientales del país?
El Almacén brinda este apoyo, en ocasiones subvalorado, quizás por falta de promoción de nuestra parte o por una especie de apatía de los realizadores. Es una vía para que la zona esté representada a pesar de estar alejada de las grandes casas productoras de la capital.
No concibo que no les interese presentar a un pitching donde pueden ganar financiamiento para contar historias y abrirse determinados caminos.
-El Almacén crece tanto como sus expectativas…
Las expectativas están sujetas a la coyuntura económica y cultural, pero aún así la muestra se legitima como un espacio de guía que promueve lo mejor de la creación juvenil, abierto a las nuevas tendencias creativas y a la amplia temática que reflejan las producciones. El Almacén enfoca lo que puede trascender o no dentro del audiovisual.
Hoy las nuevas tecnologías, supuestamente, abaratan la realización, pero no podemos dejar de preservar los códigos estéticos del arte. Este evento contribuye a orientar no solo el gusto de los que llegan sino del público que ve.
-¿Te imaginas lejos del Almacén de la Imagen?
A veces soy director y fotógrafo pero no hay nada como estar en un set de edición dándole al audiovisual lo que es del audiovisual y sus estructuras de narración porque, en última instancia, quien determina su lenguaje es la edición.
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