Los auténticos nunca renuncian a enseñar. Cada octubre, mientras reconocemos su trabajo como formadores, nos dejan nuevos mensajes. En eventos como este llegaron las palabras de Helmo Hernández, Corina Mestre, Eduardo Torres Cuevas, Olga Portuondo, entre muchos otros, para certificar (como si fuera necesario) el porqué son llamados Maestros de Juventudes.
Recordamos, por ejemplo, aquella intervención del maestro Fernando MartÃnez Heredia cuando recibÃa de nuestras manos esta distinción, la misma que entregaremos hoy a siete intelectuales y artistas, a siete amigos del arte joven porque irreverente y lozana es también su obra.
Fernando invitaba a trascender a nuestros paradigmas como única forma de serles consecuentes, nos provocaba a fundar una épica basada en los principios del respeto a la historia, del amor a los nuestros. AdvertÃa que la verdadera guerra es cultural, un pueblo sometido por una cultura que aliena, que olvida, que entierra esencias y globaliza estupidez, es más esclavo que cualquiera de los personajes negros de La última cena de Titón.
Trabajar es vivir, nos dijo en una ocasión la eterna Alicia Alonso, otra de las grandes maestras que nos han acompañado desde su compromiso con el arte. Como a ella, la Asociación Hermanos SaÃz les debe a tantos hombres y mujeres que trabajaron y trabajan para que exista una cultura emancipadora, soberana y nueva. En Cuba, despues de 1959, la Revolución convirtió en sentido común lo que antes era alternativa, leer y escribir dejó de ser para los privilegiados, porque el único privilegio es la vida misma; el arte para todos no fue consigna.
«Sin cultura no hay libertad posible», decÃa Fidel y se instituyó como lema en el pasado Congreso de la Uneac, el mismo que clausuró el presidente DÃaz-Canel con ese discurso trepidante. Ustedes, maestros, hoy son reconocidos como tal, también por ayudar a construir una cultura nueva, la misma a la que se referÃa Fidel, la que libera, la que nos salva de ser fantasmas en una realidad que nos suplica que estemos atentos, que participemos de la construcción de una sociedad justa, sin batallas fragmentadas.
Defendiendo la cultura nueva defendemos las libertades humanas, el derecho a la diversidad, el derecho a vivir sin prejuicios; sin discriminar a la mujer, al homosexual, al negro, al diferente; el derecho a no estar conformes con el estado actual de las cosas, como si la sociedad fuera un ente superior e inmutable; el derecho a cambiar lo que debe ser cambiado. No tenemos dudas, esa «cultura es la primera que hay que salvar».
En la clausura del segundo Congreso de nuestra organización, el entonces primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministro, Miguel DÃaz-Canel nos dijo: «Contribuir desde la cultura al perfeccionamiento de una sociedad socialista, próspera y sostenible, donde lo que distinga no sea la poseción material, sino la riqueza de conocimientos, cultura y sensibilidad es la única respuesta posible».
Por eso, maestros, cada año nos reunimos para abrazarlos como imprescindibles. Siempre es difÃcil la selección, Cuba es un paÃs lleno de seres luminosos, de personas que siembran todo el tiempo, y después las raÃces calan en la profundidad de las nuevas generaciones; es una Patria para amar, con muchas mujeres y hombres queribles, besables, como ustedes, siete paradigmas que son felicitados hoy.
Pudo ser poeta o pintora, y lo fue de alguna manera desde la actuación. Uno de los rostros clásicos del cine y del teatro cubanos. Todos somos un poco hijos de LucÃa, un poco hijos del subdesarrollo visto a través de sus ojos. Nos complace entregarle esta distinción a la Premio Nacional de Cine 2011 Eslinda Núñez Pérez.
Al Premio Nacional de Teatro 2012, actor y director, fundador de estilos, inspirador de generaciones, amigo del buen gusto y la consagración, Francisco (Pancho) GarcÃa Castellanos.
Al cineasta, fundador del Icaic, un conversador ameno y locuaz, un apasionado de la historia. Director de leyendas. El Premio Nacional de Cine 2013 Manuel Pérez Paredes.
Al compositor, arreglista, alumno de grandes maestros y maestro de grandes alumnos. Un artista dedicado a la docencia, un músico de talla universal. El Premio Nacional de Música 2015, Guido López-Gavilán.
Al Premio Nacional de Diseño del Libro 2011, y Premio Nacional de Artes Plásticas 2015, fundador y amigo, un intelectual absoluto. El crÃtico, poeta, narrador, pintor y traductor, Pedro de Oraá Carratalá.
Al ensayista, poeta, profesor, un hombre que enseña también con la palabra cotidiana, el Doctor en Ciencias Filosóficas Virgilio López Lemus.
Y a un trovador noble, a un hermano de la juventud, a un ser que se parece a sus canciones, tiernas y contundentes. Uno de los Fundadores del Movimiento de la Nueva Trova, Lázaro GarcÃa Gil.
Hoy es cualquier dÃa, todo el tiempo a cada uno de ustedes les damos las gracias. Han sido Maestros de Juventudes desde siempre.
Muchas gracias y felicidades.
Rafael González Muñoz,
Presidente de la Asociación Hermanos SaÃzÂ
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